La noche tenía un hermoso cielo estrellado, con el clima sereno y la vida andando sin complicaciones.
En el departamento estaba en una casi total oscuridad, pues la luz que proyectaba el televisor de la sala era el único que iluminaba el lugar, proyectando una película de la cual los dos jóvenes habían dejado de prestar atención casi al inicio.
Y no es que la película fuera mala, pero en cuanto la pusieron se recostaron en el sillón, Temo disfrutaba de las caricias que hacía el rizado en su espalda y este a su vez adoraba la calidez que Temo le daba mientras se mantenían abrazados fingiendo verla.
-¿Te está gustando la peli? -preguntó el rizado al darse cuenta que Temo ni siquiera veía la pantalla, aunque el no se quedaba atrás.
-Algo -contestó, aunque no le presgsba atención al cien por ciento había cosas que si y podía platicar de ella por si Aristóteles preguntaba- ¿Y a ti?
-Un poco -dijo acomodandose para abrazar mejor a Temo- pero a la próxima no le hacemos caso a Diego y sus películas raras. No entiendo la mitad de lo que han dicho.
Temo río, sabiendo que no era culpa de la película y sintiéndose mejor de no verla al saber que el rizado tampoco le prestaba atención. Se enderezó un poco para observar al rizado, quien le sonrió al tenerlo tan cerca.
Con un pequeño acercamiento atrapó los labios del contrario en un beso, sorprendiendo al inico al rizado pero siendo correspondido al instante. Sus labios encajaban a la perfección, siguiendo un compás tierno que ellos mismos habían creado.
Tras finalizar el primer beso Temo planeaba seguir viendo la película pero Aristóteles volvió a besarle, arruinando sus planes por una cosa mejor. Para tener mayor comodidad mientras se besaban Aristóteles tomó de la cintura a Temo, haciendo que este quedara un poco más encima de su cuerpo.
La falta de respiración les hacía separarse unos segundos, pues ahora no tenían planeado ser interrumpidos por nada. Entre los besos se sonreían, demostrando lo mucho que amaban al otro y que no querían que esto terminara.
-Adi, Temi -ambos se separaron al oír la tierna voz, y adormitada, de una pequeña.
-Cathi, ¿Qué haces despierta corazón? -Temo se levantó del sillón para ir hasta la pequeña de no más de tres años- ¿Tuviste un mal sueño? -ella negó, tallando uno de sus ojitos por el sueño que aún tenía.
-Duelle -dijo mientras se tocaba la garganta, Temo le tocó la frente notandola un poco caliente.
-Creo que te enfermaste -dijo haciendo una pequeña mueca antes de cargarla- Ari avísale a Yolo ¿Si?, yo buscaré que puedo darle para que pueda dormir.
Aristóteles asintió mientras buscaba entre sus contactos el número de Yolotl.
Hace ya un tiempo que los Rey llegaron a sus vidas con la sorpresa de que eran familia y aunque en un principio no se habían llevado bien ahora se tenían bastante confianza.-¿Ari? -la voz de su sobrina se escuchó casi al instante de que hizo la llamada- What's happend?
-Solo me aseguraba de que no estuvieras haciendo nada malo sobri -bromeó un poco, pero cuando escuchó un bufido por parte de la rubia cambio su tono- en realidad es sobre Catherine...¡Pero no te alarmes!, ella está bien sólo que parece que tiene gripa o algo así.
-Voy para haya -dijo casi al instante, intentando no alarmarse pero ya que era Aristóteles el que le llamaba no podía confiar mucho, al chico le gustaba bromear y la prueba la había tenido hace unos minutos atrás.
-Aquí te esperamos -dijo antes de finalizar la llamada.
Cuando la llamada terminó buscó a Temo, logrando ver que la única luz encendida era la de la cocina, escuchaba la voz del toluquense y en ocasiones la de Catherine.
Al entrar pudo ver que Temo tenía una cuchara en su mano y la pequeña estaba sentada en una silla.
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Sick for the love || Aristemo
FanfictionTemo se ha enfermado en el peor momento. Sus hermanos deben de asistir a un campamento de verano. Su padre debe de quedarse con ellos. Pero Aristóteles está disponible. Aunque el resfriado no es lo único que molesta a Temo. •~•~•~•~•~•~•~• Aristemo...