26. Condiciones

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Temo no tardó mucho en llegar al departamento del rizado, estando listo para su nueva tarea de cuidar a Aristóteles y devolverle el favor de alguna manera.

Polita le había dado algunas indicaciones para las medicinas que le tocaban por si a Aristóteles se le olvidaban los horarios, teniendo como su única tarea aquella ya que el rizado aún no podía digerir todos los alimentos sin que tuviera arcadas.

Por lo que sólo intentaría seguir el consejo de Diego sobre no besar a Aristóteles para intentar no enfermarse y que el rizado se mejorara pronto, pero el contrario no le ayudaba mucho.

-Tebgo frío -dijo como tercera vez desde que Temo se había negado a acostarse a su lado para no generarle fiebre, por lo que Aris insistía en decir que lo que él tenía era frío- Temooo -canturreó fingiendo llorar- tebgo frío -insistió el rizado, abrazando el brazo del toluquense como si de ello dependiera su vida.

-No puedo hacer nada más Aris, no tienes fiebre por el momento pero puede que te de -el rizado hizo un puchero al recibir esa respuesta.

-Pero sigo teniencdo frío -intento hacerse bolita mientras se aferraba al brazo de Temo- ¿Podque no me apapachas mejod?

-Aris...

-Temo -contestó el rizado viendolo con ojos suplicantes.

El rizado le sonrió en cuanto Temo se movió para abrazarlo, rodeando con sus brazos la cintura de Temo mientras este le abrazaba, enredando entre sus dedos los rizos del contrario y recargando su cabeza un poco.

Sabía que un abrazo no les causaba ningún peligro, pero ya había tendido  varios momentos en donde con un simple contacto Aristóteles intentaba besarlo.

No sabía si eso era porque quería sentirse amado o por que de alguna manera Aristóteles sabía que ese consejo se lo había dado Diego.

-Ayed me dijeron que sólo serán cindco días de tatamiento -comentó el rizado mientras se acomodaba para que ambos estuvieran acostados en la cama- pero que pocdía sentirme mejor en tes.

-Tienes suerte, no estuviste casi dos semanas enfermo -dijo, aunque sabía que él era el culpable de eso.

-De adgo sirvió tomacme todo eso - Temo le miró algo molesto- ¡lo siendto! No quería dejarte sólo.

Aristóteles intentó besarlo tras terminar de hablar, pero Temo fue más rápido al mover su cabeza y dejando que el beso cayera en su mejilla.

-¡Oye! -se quejó.

-Lo siento, no quiero que nos enfermemos más -Aristóteles frunció el ceño- sólo será hasta que te mejores.

-No estoy de acuerdo.

-Lo siento pero lo que menos quiero es verte peor de lo que estás -Aristóteles hizo un leve puchero.

-No voy a estar peor si tengo al mejor cuidador de mundo.

Temo le sonrió a modo de contestación, no prestando atención a los movimientos de Aristóteles, siendo tomado por sorpresa al sentir los labios del contrario.

Fue un beso rápido, pero para Aristóteles había sido la gloria, lo necesitaba.

-Aris, hablo en serio, no quiero que nos enfermemos -Temo intentaba sonar serio, pero la sonrisa tonta que tenía por haber sentido los labios del rizado.

-No se de que hablas.

Temo sólo sonrió, abrazando al rizado sin poder enojarse en realidad.
Sabía que esa sería la más complicada de las cosas para cuidarlo pero lo intentaría para que dejarán de estar enfermos y disfrutaran de lo que restaba de sus vacaciones.

•~~~~~~~•

Creo que hace un tiempo había dicho que ya tenía pensado el final de esta historia y la verdad ya quería trabajar en eso pero ahora tengo tres historias pensadas para cuando termine cualquiera de mis historias.

Así que para ayudarme con una, ¿Les gusta Harry Potter?

¿Les gustaría una historia de los bebos en el mundo mágico?

Y por último, ¿Ustedes en que casa pondrían a los bebos?

Ya se que también pregunté sobre la historia M-preg que tengo pensada y no crean que la tengo olvidada, también ando trabajando en ella para que ustedes elijan cual publicar primero :3

Sick for the love || AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora