Sick for the love || Aristemo

23. Instinto

Temo fue el primero en despertar, alarmandose al ver la hora, pues sabía que Polita ya debería de estar en el departamento.

Sabía que si salía a escondidas podría ser descubierto y las cosas serían peores, pero tampoco estaba listo para inventar una coartada lógica de porque estaba ahí.

Pero su Papancho y hermanos estaban por volver, por lo que no tenía opción.

Con cuidado de no despertar al rizado salió de la cama, dándole un beso en la frente antes de salir de la habitación.
Para su suerte no había nadie en el departamento, por lo que salió lo más rápido que pudo y yendo a su departamento con más rapidez por si había alguien estaba en el pasillo.

Festejo unos segundos al entrar tras conseguir su cometido, pero el reloj estaba en su contra por lo que rápidamente se fue a su habitación, alegrandose de que su Papancho no sabía que había salido.

O al menos eso pensaba pues en la panadería Pancho y Polita mantenían una plática desde hace ya unos minutos.

-¿Estas segura que no vistes mal? -preguntó Pancho.

-Muy segura -contestó- mi Aris y Temo son novios.

-Ay Polita  no se, se me hace raro -dijo- mi Temochas me lo hubiera dicho.

-Puede ser reciente -justificó- mi instinto me dice que ellos son algo, no por nada estaba Temo con él.

Pancho no dijo más, no podía creer que fueran novios y que Temo no le haya dicho nada antes.

Habían acordado que se contarían todo, que tendrían confianza, por lo que seguía dudando de las ideas de Polita.

Se despidió de ella antes de subir a su departamento, no preocupándose por las calcomanías ya que estaban con Frida y Dave.

-Temistocles -al entrar fue directo a la habitación de su hijo.

-Hola Papancho -contestó Temo en cuanto lo vio entrar- ¿Cómo les fue hoy?

Al entrar se aseguró de ver con detalles si había algún indicio de que Temo no estuvo en el departamento todo el día.
Su cuarto estaba bastante ordenado, notando que ni siquiera había alguna almohada fuera de lugar.

-Bien mijo, las calcomanías fueron a ver a Frida y Dave -contesto, intentando que Temo no notará que veía la habitación con detalle- ¿Hoy no vistes al Aris?

-No -contestó de manera rápida- pero Polita me dijo que se enfermo.

-Ay pobrecito, de seguro le pasastes tus gérmenes.

-¿C-cómo?

-Pus si, por estarte cuidando, capaz y yo o tus hermanos nos enfermamos al rato -contestó, no queriendo comentar ese pequeñonerviosismo que había tenido su hijo.

-Ah, si, puede ser por eso -dijo calmando sus nervios- estaba pensando que, podía cuidar a Aristóteles ahora.

-Si quizás si, pero eso tienes que verlo con Polita.

-¿Puedo ir ahora?

-Andale pues.

Temo le sonrió a su Papancho antes de salir de su habitación, dejando con la idea errónea en la cabeza de su progenitor, pues ahora creía las palabras de Polita.

No le molestaba, al contrario, pues él sólo quería que su hijo fuera feliz. Le dejaría que él mismo le comentara sobre su posible relación con Aristóteles, que confiara en él tal y como habían quedado.

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¡Holi!

¿Cómo andan con la última semana?
Yo he llorado ya mucho pero a la vez no ya que se que tendremos Aristemo para rato, pero pues aún así duele ver que ya se acaba la novela.

A estas alturas ya deben de saber por mis otras dos historias (y si no, ¿Qué estás esperando para leerlas?) que estoy haciendo maratón de Aristemo, y si, este es el primerito de tres capítulos, así que estén atentos todo el día ya que tengo pensado subirlos hoy.