21. El regreso.

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Me quedé en silencio por unos segundos, ¿cómo sabía aquella voz mi nombre?

-Em... ¿Sí?

-Diablos, no puedo creerlo, no puedo creerlo...-repitió-de verdad que no puedo. ¡Bethany, estoy hablando con la niña!-gritó, mientras su voz se quebraba, como si estuviese hablando con otra persona ajena a la conversación, y tras un par de susurros en la otra línea una nueva pero mucho mas cálida y dulce voz se unió a la conversación.

-¿ALISON CARIÑO, ERES TÚ DE VERDAD?-Sollozó en alta voz.-¡Al fin puedo oír tu voz de nuevo, tras tantos años!

-Disculpe pero... no tengo ni idea de quienes son ustedes dos.-Dije mientras intentaba buscar una explicación inteligente a esta situación.

-Qué buenos modales tiene, Carolina la ha educado bien, recuerda que le llevemos un buen detalle.-Dijo la voz femenina refiriéndose a la voz masculina.

-¿Con quién hablas cielo?-Me giré y vi como Carol me observaba interrogante, aparté el teléfono de mi.

-No tengo ni idea, pero creo que son una pareja, y la mujer se llama Bethany, o algo así.

Sus ojos se agrandaron notablemente, se abalanzó sobre mi y me arrebató el teléfono de las manos y tan sólo unos instantes más tarde me encontraba cerrando la puerta del salón mientras dejaba a mi madre ahí hablando.

-¡Maldita sea, Jordan! ¡Os dije que esto sería una sorpresa para Alison!-Y no logré escuchar nada más de la conversación.

Caminé hasta mi habitación sin dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir, cuando llegué, me senté sobre el pequeño banco, y comencé a acariciar con suavidad las teclas del piano.

Esas voces... me eran tan familiares...

Mis manos subieron hasta mis sienes automaticamente y pensé por un buen rato, buscando una explicación, pensé en Bethany, ese nombre...

"Pequeña música mia."

Abrí los ojos de golpe conmocionada.

No podía ser, esa era la voz de...

-¿Alison?-Dirigí la mirada hasta la puerta, Carol me observaba con tristeza.-Siento no poder haberte avisado antes respecto a esto, sé que es muy precipitado pero...

-¡Alison!-La figura de una alta y esbelta mujer apareció frente a ella, con una sonrisa enorme, de oreja a oreja.-¡HIja mia!

Corrió hacia mi cuerpo inmóvil y me rodeó con sus brazos, noté como mi hombro se humedecía a medida que los segundos pasaban, instantes más tarde un apuesto hombre, alto y de cabello rubio entraba por la puerta.

-Maldita sea Bethany, sé más educada en casas aje...-Posó su vista en mi.-Oh diablos... Alison...

-¿Ma...mamá?-Logré decir al fin.

-Sí cariño, sí.-Se separó de mi para cogerme de la cara y mirarme fíjamente a los ojos.-Soy yo, mamá.-Sonrió, mientras seguía llorando. Las lágrimas comenzaron a salir a borbotones de mis ojos, haciendo un húmedo recorrido por mis mejillas.-Estoy aquí, he vuelto.

Arrugué la nariz, y la miré con un millón de dudas recorriendo fugazmente mi cabeza, pero, qué diablos. Mi madre, estaba frente a mi.

Mi madre estaba viva.

La abracé con todas mis fuerzas, nos pasamos así unos minutos, en silencio, ella besando continuamente mi pelo, y yo simplemente incapaz de creer lo que mis ojos veían.

-Adam, ven a ver a tu hija, no seas tímido.-Bethany alentó al hombre de la puerta a venir hacia nosotras, a lo cual obedeció al instante.

Se agachó frente a mi, mientras se secaba con el brazo las lágrimas que sobresalían de sus ojos negros.

Visions [ editando por finalización ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora