Capítulo 5 ¿Acaso es esto un sueño?

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Cuando tomé la libreta y me dí la vuelta para seguír mi camino sentí como Kazehaya tomó mi mano para detenerme.

Kazehaya- Keiko espera
Keiko- ¿Ehh? ¿Qué pasa?
Kazehaya- pues es que...
Keiko- ¿Si?
Kazehaya- ¿Esto lo hiciste tu? Dijo mientras levantaba la manga de mi playera y señalaba las cortadas y los moretones de mi brazo

¿Demonios cómo se dió cuenta?

Keiko- Eso a ti no te incumbe
Kazehaya- Es que... me preocupo por ti
Keiko- ¡¿Cómo puedes preocuparte por mi si ni siquiera puedes entender lo que pasa?!
Kazehaya- Keiko tranquila no es para que te pongas así
Keiko- Déjame en paz
Dije para dar media vuelta y seguir mi camino.
El tomó mi brazo pero me solté tirando bruscamente de el.
Me fuí dejándolo asombrado, en verdad no entendía lo que pasaba

Finalmente llegué a mi casa. Abrí la puerta principal cuidadosamente para no alertar a nadie de mi llegada. Me asomé para ver si no había nadie en la sala y así poder entrar sin cuidado. No se veían señales de que hubiese alguien en casa ya que siempre había ruido en ella así que entré y subí a mi habitación, una vez llegando cerré la puerta con seguro y me dejé caer sobre la cama, pero me levanté de golpe al sentir un pinchazo en mi brazo, me di cuenta de que estaba sangrando por lo que me apresuré a mover las cobijas aún sin arreglar desde esta mañana encontrándome con una navaja, la tomé y me dirigí al baño para curar la herida. Al terminar regresé en mi habitación pero esta vez me acosté sobre la cama con cuidado ya que tal vez podría haber otra navaja en ella y no me hubiese dado cuenta. La verdad es que soy muy despistada y cada que hago lo de... bueno ya saben... el cutting, se me olvida donde dejo las navajas y ciertas veces hasta se me olvida limpiar la sangre de la herida... de hecho, ahora que lo pienso no se porque lo hago, me siento realmente patética haciendo ese tipo de cosas, creo que es una manera de llamar la atención, el problema es... ¿La atención de quién quiero llamar? Se bien que no le importa a mi padre ni a mis hermanos, no le importo a nadie y me pregunto, si mi madre no hubiera muerto dándome a luz ¿todo hubiéra sido diferente?, ¿acaso mi padre y mis hermanos me querrían?, ¿sería importante para ellos? Esas son preguntas de las cuales seguro nunca tendré la respuesta y no me atrevería a preguntarle a mi familia (si es que así se le puede llamar) pues ya sabría la respuesta...

"Tu eres la culpable de que Yuki (madre de keiko) haya muerto, ¿no es obvia la razón del por qué te odiamos? No eres más que una desgracia."

Esas palabras se clavaron en mi corazón provocando que inconsientemente una lágrima resbalara por mi mejilla, no conocía a mi madre ni tampoco sentía culpa porque ella hubiera muerto al darme a luz pero me dolía el rechazo de mi padre y mis hermanos, me dolía el rechazo de todo el mundo.
Puse un brazo en mi frente haciendo que viera las cicatrices de las cortadas. Me senté y observé mis brazos por un momento y recordé al chico de los ojos verdes, la verdad es que no puedo recordar su nombre a pesar de que estudíamos en la misma escuela y el mismo salón... aunque realmente no me interesaba como para que me preocupara por saber su nombre pero... ¿Cómo es que el sabe mi nombre? Nadie me dice por mi nombre, todos me ignoran y suelen inventarme apodos para molestar ¿por qué el lo sabe? Y sobre todo ¿por qué está preocupado por mi? Nunca nadie me había defendido de las chicas que me agredían y no se porque el lo hace ahora. Bueno supongo que no importa mucho seguro será solo esta vez.

-Keiko espera aunque haya sido solo esta vez deberías darle las gracias

Volví a acostarme y cerré mis ojos, por más vueltas que diera al asunto la conclusión era la misma, debía agradecerle por lo que hizo y sobre todo le debía una disculpa por haberlo tratado tan mal.

-Bueno supongo que mañana lo haré- me dije a mi misma acurrucándome en las cobijas mal colocadas hasta quedarme profúndamente dormida.

Abrí mis ojos lentamente gracias al despertador, rayos debería deshacerme de esa cosa, eran las 7:10 am, aún es temprano pero quiero llegar antes a la escuela si quiero ver a ese chico sin que nos molesten.
Me apresuré a hacer el desayuno para mi padre y mis hermanos ya que no quería reproches desde temprano, al parecer todos estaban dormidos o tal vez no estaban en casa pero no quería arriesgar a que llegando me reprocharan por no haber hecho el desayuno. Al terminar solo tomé mi mochila y salí pues no tenía hambre.
Caminé sumergida en mis pensamientos, no sabía que decirle al chico cuando lo viera, no sabía si podría hablarle ya que nunca antes lo había hecho.
El camino se hizo muy corto, como si hubiese caminado solo 5 minutos y no 20. Una vez dentro de la escuela decidí esperar al chico dentro del salón menos mal que aún no había nadie.
Ahora que lo pienso una de las  chicas que me agrede mencinó su nombre ayer pero claro no lo recuerdo.

-Vaya que eres brillante Keiko-dije casi en un susurro.

Durante unos minutos más seguí recriminándome el hecho de no poder recordar su nombre hasta que lo ví entrar al salón. Al parecer no dió alguna señal de haberse percatado de que yo estaba ahí pero bueno nadie lo hace.
Decidí acercarme a el pues dudaba que notara mi presencia. Cuando estuve detrás de el toqué su hombro a lo que el se levantó de golpe de su asiento.

Kazehaya- Oh Keiko estás aquí, me... asustaste- dijo con una tímida sonrisa
Keiko- Oye... ¿podemos hablar?
Kazehaya- Claro, vayamos a dar un paseo
Keiko- Si...

Una vez fuera del salón caminamos un poco pero nadie decía nada, era algo... incómodo.

Kazehaya- Y bien ¿de qué querías hablar?
Keiko- Oh si... bueno... verás...- *demonios Keiko pareces retrasada, vamos solo dilo*
Me quedé inmersa en mis pensamientos por un momento, no sabía que decir.
Kazehaya- ¿Si Keiko?- me dijo con un tono de voz amable
Keiko- Quería... pedirte... disculpas... por lo de... ayer- vaya si que es dificil disculparse con alguien.
Kazehaya- ¿Lo de ayer?
Keiko- Si... es que ayer... fui grosera contigo...
Kazehaya- Oh tranquila Keiko no estabas de humor.
Keiko- La verdad... es que no... por cierto... muchas gracias por... defenderme
Kazehaya- Keiko no fue nada, odio que Nanami te trate de esa forma, tu no le has hecho nada
Keiko- ¿Nanami?
Kazehaya- Si, la chica que te agrede, ¿acasó no sabías su nombre?
Keiko- Mmm no
Kazehaya- Pero ¿Sabes el mío cierto?

Cuando el chico me preguntó eso no pude evitar sentirme apenada así que solo miré el suelo y negué con la cabeza.
Al darse cuenta tomó mi barbilla y levantó mi cabeza

Kazehaya- Tranquila- sonrió- me llamo Kazehaya.

Ahora el chico de los ojos verdes tenía nombre... bueno... no es que no lo tuviera antes... solo que... no lo tenía para mi.
Rayos que patética.

Keiko- Kaze... Kazehaya otra vez... gracias.
Kazehaya- Tranquila no hay de que y sabes algo no dejaré que nada te pase- dijo para después sonreir

Espera... ¿Dijo qué?, ¿acasó escuché bien? Dijo que no dejaría que nada me pase, ¿por qué diría algo así? Es la primera vez que alguien me dice eso.
¿Esto es... acaso un... sueño?

A sangre fría... Rojo atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora