Cap 13 Sakakibara

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X- Keiko... Keiko despierta...

Abrí levemente mis ojos, pude ver un rostro frente a mi pero no podía distinguirlo bien.

X- ¡Keiko!

Conocía esa voz pero al igual que el rostro no podía saber exáctamente a quien pertenecía ya que mis oidos al igual que mi vista estaban siendo perturbados. Ya no escuchaba la voz pero en su lugar dejó un sonido parecido al tono que se escucha al colgar una llamada solo que este era más fuerte. Poco a poco el sonido fue desapareciendo haciendo más clara la voz. Era Sakakibara...

Sakakibara- Keiko... ¡Keiko levántate!

Fue solo hasta ese momento cuando pude abrir mis ojos por completo, ¿acaso había estado soñando? Pero... la voz, la sangre, los... cuerpos... todo era bastante real ¿cómo pudo haber sido solo un sueño?
Intenté levantarme ya que por alguna razón me encontraba en el suelo, a un lado del sofá. Me sentía pesada, adolorida, cansada; incluso parecía que aún estaba soñando, estaba un poco aturdida, mis sentidos lo estaban. Me costaba poder procesar lo que estaba pasando, aún tenía la sensación de estar cayendo y por consecuencia mis piernas temblaban. Sakakibara se encontraba a mi lado con una expresión preocupada haciendo que esto pareciera menos real.

Sakakibara- ¿Keiko estás bien?- dijo para luego tomarme del brazo y ayudarme a ponerme de pie.
Keiko- Sí, estoy bien
Sakakibara- No te escucho muy convencida

Incluso yo también estoy dudando de mi ahora mismo

Keiko- ...
Sakakibara- Ven te llevo a tu habitación- Siguió sujetándome del brazo y me ayudó a subir las escaleras para después para después entrar a mi habitación- Duerme un rato-
Keiko- Pero aún no he hecho la cena, mi padre me matará si...
Sakakibara- Keiko tranquila papá no va a matarte- dijo interrumpiéndome a mitad de la frase- Yo cocinaré hoy.
Keiko- Pero...
Sakakibara- Pero nada, necesitas descansar, ya hemos abusado de ti bastante...- Pude notar algo de culpa en su voz y en su mirada.
Keiko- E.. está bien.

Dicho esto Sakakibara me miró para después solo salir de mi habitación. Este día era cada vez más raro, incluso parecía que aún estaba soñando ya que en toda mi vida, nunca, literalmente nunca, alguien de mi familia se ¿preocupaba? Por mi. Después de cinco minutos intentando saber o más bien encontrar alguba explicación para todo esto logré conciliar el sueño.

No se cuanto tiempo había pasado desde que me quedé dormida hasta que escuché la voz de Sakakibara quien estaba sentado en una orilla de mi cama.

Sakakibara- Keiko... Keiko despierta
Keiko- ...
Sakakibara- Ya casi es hora de que papá llegue

Al escuchar eso me levanté rapidamente ya que si no quería tener problemas era mejor que encontrara todo en su lugar. Creo que mi reacción fue algo graciosa ya que Sakakibara rió después de mirarme durante cinco segundos.

Sakakibara- Jajaja Keiko que pasa, ¿por qué esa cara?
Keiko- ¿Eh? Cual cara
Sakakibara- Pues la que acabas de hacer cuando te dije que papá estaba a punto de llegar
Keiko- Que tiene mi cara
Sakakibara- Fue graciosa
Keiko- Oh
Sakakibara- ¿Tanto te asusta?
Keiko- ¿Quién?
Sakakibara- Nuestro padre, ¿tanto le tienes miedo?
Keiko- No estoy segura de que sea miedo solo no quiero que me agreda es todo... supongo
Sakakibara- Tranquila... no dejaré que te lastime
Keiko- Pero...
Sakakibara- ¿Pero? ¿acaso te gusta que te maltrate?
Keiko- ¡No! ¡odio eso, ya no quiero que lo haga más!
Sakakibara- Oye tranquila, no hay necesidad de alterarse
Keiko- Lo siento... es que...
Sakakibara- Es que...
Keiko- ¿Acaso tú... no me... odias?
Sakakibara- ¿Odiarte?
Keiko- Si
Sakakibara- ¿Por qué te odiaría?
Keiko- Yo maté a nuestra madre

Por alguna razón aquellas palabras hicieron que sintiera una puñalada del lado izquierdo de mi pecho, pensar en eso me hacía sentir impotente, culpable... en fin no me hacía sentir bien.
Sakakibara dejó salir de su boca un suspiro y se levantó para dirigirse a la puerta no sin antes mirarme. Noté que su mirada era triste e incluso podría decir que se mostraba arrepentido. Nunca lo había visto así o bueno no es como si lo viera mucho.

Sakakibara- Keiko...
Keiko- Dime
Sakakibara- ¿Te parece que mañana te acompañe a tu escuela?
Keiko- ¿Para?
Sakakibara- Es que... creo que.. más bien tengo que... explicarte algunas cosas
Keiko- Oh... bueno
Sakakibara- Por cierto yo...

Sakakibara estaba a punto de decirme algo cuando escuchamos la puerta de la entrada cerrarse.

Sakakibara- Papá y Kurosaki han llegado, es mejor que bajemos
Keiko- Sí, ahora bajo
Sakakibara- Pero no tardes
Keiko- Está bien

Sakakibara salió de mi habitación y yo me levanté para ir al baño a lavarme la cara y después bajar.

Durante la cena todos permanecimos en silencio a excepción de algunas veces en las cuales Kurosaki y mi padre me hacían reprimendas a lo cual Sakakibara y yo no reaccionamos y solo nos apresuramos a terminar de cenar.
Una vez que terminé levanté mi plato de la mesa y lo puse en el lavabo. Sin decir nada subí a mi habitación antes de que encontraran un pretexto para reprimirme una vez más.
Entré a mi habitación y me cambié la ropa que tenía puesta por mi pijama. Me metí a la cama y miré hacia el techo pensando en lo que Sakakibara me había dicho hace apenas una hora.

Entonces... ¿no me odia?.. pero... ¿por qué me trataba mal y sobre todo... ahora por qué me trata bien?

Así me quedé durante algunos cuantos minutos hasta que tocaron la puerta.

Keiko- ¿Quién es?- dije con la voz temblorosa, esperaba que no fuera mi padre y afortunadamente no era el. Aunque pensándolo bien el no toca la puerta.
Sakakibara- Soy yo
Keiko- Pasa
Sakakibara- Mañana iré a dejarte a la escuela
Keiko- ¿No tienes nada que hacer?
Sakakibara- No, el resto de la semana la tengo libre
Keiko- Ah ya
Sakakibara- Sí, así que me levantas diez minutos antes de que te vayas
Keiko- Okey...
Sakakibara- Bien, ahora buenas noches Keiko
Keiko- Buenas noches

Y salió de mi habitación... yo solo me acomodé en la cama y poco tiempo después me quedé dormida...

A sangre fría... Rojo atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora