Cap 14 La verdad

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Me levanté bastante temprano ya que apenas eran cerca de las 5 am. No pude dormir gracias a que las palabras de Sakakibara ocuparon mi mente durante toda la noche

-Tengo que explicarte algunas cosas-

-¿Cosas? ¿qué cosas?... ¿que es lo que tiene que explicarme?-

Por más que vueltas que le dí al asunto no podía ni imaginarme lo que Sakakibara me diría cosa que me afligía bastante lo admito. Me dí un baño rápido y me puse el horrible uniforme escolar el cual consistía en una falda negra tableada, una camisa blanca con tiras doradas en las mangas y una casaca color vino la cual quedaba ceñida a mi cuerpo lo cual yo odiaba ya que me parecía que eso me impedía moverme cómodamente además de que siempre me gustó la ropa holgada.
Bajé a hacer el desayuno, sabía que era bastante temprano pero por alguna razón tengo ganas de hacerlo. Una vez listo miré la hora, eran 6:15 am así que subí a la habitación de Sakakibara y aunque aún no saldría de casa quería que primero desayunara por lo que toqué la puerta.

Keiko- Sakakibara...- dije casi en un susurro el cual dudo mucho que el haya escuchado así que volví a llamarlo otra vez -Sakakibara- dije más fuerte.
Sakakibara- ¿Keiko?- dijo abriendo la puerta mientras tallaba sus ojos, estaba despeinado, tenía su pijama puesta y se notaba bastante adormilado -¿Qué pasa Keiko? ¿ya nos vamos?
Keiko- Oh no, aún tenemos tiempo pero preparé algo de desayunar- al escuchar esto sus ojos se abrieron por completo y noté un brillo en ellos
Sakakibara- ¡Genial! Vamos a desayunar, solo dame diez minutos
Keiko- Está bien- dicho esto me sonrió y cerro la puerta.

Bajé a preparar la mesa y servir la comida. Apenas habían pasado cinco minutos pero pensaba que diez no alcanzarían para que Sakakibara pudiera estar listo, lo veía dificil sin embargo al dar los diez minutos el bajó; estaba totalmente presentable. Me quedé pasmada pues hace apenas unos minutos se veía tan adormilado y poco presentable.

Sakakibara- Cierra tu boca o llenarás el piso de saliva- dijo mientras se reía y sacándome de mis pensamientos
Keiko- ¿Qué? Oh perdón
Sakakibara- ¿Qué pasa Keiko? Pareciera que viste algo increible
Keiko- Es que no entiendo como pudiste arreglarte tan rápido
Sakakibara- Oh, así que eso era. Bueno creo que ni yo tengo idea de como es que lo hice pero quería desayunar lo más pronto posible así que... aquí me tienes- dijo mientras sonreía pareciendo un niño pequeño -Por cierto el desayuno está rico
Keiko- Gracias

Terminamos de desayunar y subí por mi mochila ya que Sakakibara dijo que teníamos muchas cosas de que hablar y poco tiempo así que era mejor darnos prisa y salir antes de casa. Salimos y comenzamos a caminar. Nadie dijo nada hasta que al llegar a la siguiente calle el decidió romper el silencio.

Sakakibara- Keiko...
Keiko- ¿Qué pasa?
Sakakibara- ¿Recuerdas la pregunta que me hiciste anoche?
Keiko- ¿La que te hice sobre el si me odiabas?
Sakakibara- Sí... esa
Keiko- Entonces...

Sakakibara dejó salir un suspiro y después habló.

Sakakibara- Mira Keiko, se que durante toda tu vida has creido eso y lo has hecho por justas razones ya que eso demostrábamos pero quiero que sepas que yo no te odio
Keiko- ¿No... me... odias?
Sakakibara- Por supuesto que no Keiko- Entonces ¿por qué me tratabas tan mal? ¿qué es lo que buscas ahora tratándome bien?
Sakakibara- Te trataba mal porque sentía rencor hacia ti o al menos eso creía sentir
Keiko- ¿Por qué?
Sakakibara- Bueno en realidad no es un sentimiento que de mi haya nacido sino... impuesto
Keiko- No te entiendo
Sakakibara- Si llegué a tratarte mal no fue por meritos propios... Kurosaki... Kurosaki fue quien me incitó a hacerlo
Keiko- ¡¿Pero por qué?!
Sakakibara- Sabes que fue lo que pasó con nuestra madre cierto
Keiko- Sí, yo la maté
Sakakibara- ¡No keiko, tu no mataste a nuestra madre!
Keiko- Eso es lo que ustedes siempre me dijeron
Sakakibara- Lo sé Keiko y estuvo mal... cuando tu naciste Kurosaki tenía 7 años, era un niño muy alegre y cariñoso y papá te esperaba con ansias, el solo contaba los días para por fin poder verte pero fue hasta el octavo mes que mamá se puso delicada con tu embarazo debido a un medicamento que para ti era esencial pero que se volvió incompatible con tu cuerpo. Cuando por fin llegó el día de tu nacimiento, mamá no pudo soportar la composición del medicamento y terminó en urgencias, incluso estuvo a punto de perderte pero por suerte los médicos pudieron controlar la situación o por lo menos eso creyeron. Llegó el momento de parto y todo se pudo realizar como era debido, mamá estaba muy feliz al igual que nuestro padre, sin embargo, ellos no sabían que lo peor estaba por llegar. Una hora después del parto mamá colapsó debido a una pérdida de sangre que tuvo durante el pre-aborto y durante el parto. Los médicos hicieron todo lo que podían pero al final todo intento por salvarla fue en vano ya que ese mismo día ella murió.
Keiko- Pero si ella murió después de que yo nací, ¿por qué nuestro padre dice que yo la maté?
Sakakibara- Porque debido a los medicamentos que eran necesarios para ti pero a ella le afectaban y que al mismo tiempo terminaste rechazando se produjo el pre-aborto y eso llevó a la pérdida de sangre. El creé que no haberle dado esos medicamentos que de igual manera tú rechazaste la habría mantenido con vida.
Keiko- Pero que tiene que ver esto contigo y Kurosaki
Sakakibara- Como te había dicho, Kurosaki tenía 7 años en ese entonces. El estaba al pendiente de ti y se le hacía extraño el que nuestro padre no cuidara de ti hasta que un día, durante una borrachera de el Kurosaki lo escuchó decir que mamá había muerto por tu culpa, que tú la habías matado. Desde ese entonces el dejó de estar al pendiente de ti y comenzó a odiarte ya que la conexión que el y mamá tenían era especial y tú se la habías arrebatado.
Escucha Keiko yo en ese entonces tenía apenas 2 años por lo cual tengo un vago recuerdo de mamá pero Kurosaki durante todos estos años se encargó de ponerme en tu contra haciéndome pensar que tú la habías matado, que de no haber nacido yo hubiera podido conocer mejor a nuestra madre, me manipula fácilmente por lo que también te trataba muy mal pero yo nunca te odié, creía hacerlo pero solo era un sentimiento erróneo hacia ti, me dejé llevar por las palabras de nuestro hermano y ahora veo que durante todos estoy años hice mal y no espero que me perdones, solo espero que puedas entenderme
Keiko- Yo... yo te entiendo y te... te perdono. Espero que podamos ser buenos... hermanos a partir de ahora
Sakakibara- Keiko espero ser un buen hermano para ti y también espero que puedas confiar en mi como lo haces con Kazehaya- no podía creer lo que me estaba diciendo. Abrí los ojos como platos alo que el respondió con una sonrisa para después guiñarme un ojo
Keiko- Espera como lo...
Sakakibara- ¿Que cómo lo sé? Jajaja Keiko eh estado muy al pendiente de ti y por lo que sé es que no entraste a clases por ir a la féria con el- cuando dijo eso la piel de mi cara pasó de ser de un tono blanco a uno rojo intenso
Sakakibara- Jajaja¿Keiko que pasa?- dijo mientras se reía a carcajadas
Keiko- ¿Como sabes eso?¿quién te lo dijo?
Sakakibara- Me lo dijo el mismo Kazehaya, somos grandes amigos

Oh no, ¿qué está pasando aquí? Primero Sakakibara no me odia y ahora ¿el y kazehaya son amigos?

Sakakibara- ¿No te lo dijo?
Keiko- N..no
Sakakibara- Bueno supongo que ya te lo dirá pero ahora tienes que entrar a clases

No supe en que momento habíamos llegado a la escuela, todo había pasado tan rápido.

Keiko- Por cierto, si tú tenías solo dos años ¿cómo es que sabes de todo eso?
Sakakibara- Una parte me la contó Kurosaki
Keiko- ¿Y la otra?
Sakakibara- De eso hablaremos en casa. Pasaré por tí cuando salgas
Keiko- Está bien

Dicho esto Sakakibara se dió la vuelta y se fue perdiendo entre la multitud de estudiantes que ingresaban a la institución.

A sangre fría... Rojo atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora