cap 25. Renovado

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Kazehaya- Keiko... Keiko despierta

Abrí lentamente mis ojos, estaba oscuro, pero no lo suficiente como para no ver que había a mis alrededores. Kazehaya se encontraba junto a mi.

Keiko- Qué pasa- dije fríamente
Kazehaya- Es hora- dijo con una sonrisa

Inmediatamente me levanté, estaba ansiosa por lo que pasaría esta noche.
Salimos con cuidado de la bodega procurando que nadie nos viera; afortunadamente nadie se encontraba alrededor ya que aquellas calles siempre habían estado muy aisladas, sobre todo por la noche.
El cielo estaba oscuro y se encontraba estrellado, la luna era grande y redonda lo cual hizo aún más emocionante el trayecto que recorrimos Kazehaya y yo antes de encontrar a un pobre tipo solitario el cual parecía recorrer las calles sin rumbo fijo.

Presa perfecta

Pensé con una sonrisa.

Empecé a caminar lentamente hacia él, sin embargo, Kazehaya me detuvo.

Kazehaya- Espera- dijo tomando mi brazo
Keiko-.... - lo fulminé con la mirada. No permitiría que arruinara mi cacería
Kazehaya- Así no...
Keiko- No me digas que hacer- dije enojada
Kazehaya- Solo digo que puedes jugar con él
Keiko- ¿Cómo?
Kazehaya- Actuando- dijo con una sonrisa

Inmediatamente entendí lo que quería decir así que solo le dirigí una mirada y me solté de su agarre. Estaba más que lista para divertirme.

Caminé lentamente hacia donde se encontraba el tipo. Él se encontraba sentado en una grada, tenía la cabeza baja y por supuesto, la guardia también; definitivamente era la presa perfecta. Volteé mi mirada para ver a Kazehaya, sin embargo había desaparecido.
Me acerqué un poco más despacio y cuando estuve a unos metros de él me tiré de rodillas al suelo y fingí llorar. No pasaron ni cinco minutos cuando el tipo ya se encontraba a mi lado.

X- ¿Estás bien?
Keiko- N-no- dije llorando

¡Demonios se supone que si estoy llorando es porque no estoy bien!

Pensé. Definitivamente me molestaba el tipo de preguntas estúpidas que las personas podían hacer.

X- ¿Qué pasa? ¿Puedo ayudarte en algo?
Keiko- Hoy terminé con mi novio

ugh ¿novio? ¿Enserio? ¿ No puedes inventar algo mejor?

X- Ya veo... ¿Quiéres que te lleve a casa?

Excelente

Keiko- N-no quiero ir a c-casa- dije sollozando
X- Está bien... ¿Hay algún otro lugar al que quieras ir?
Keiko- ¿Me llevarás?- dije con los ojos lagrimeando
X- Por supuesto, déjame ayudarte

Tomó mi mano e hizo que me levantara

X- Bien, a dónde vamos
Keiko- Sígueme- dije como si estuviera necesitada y de manera un poco coqueta
X- Bien linda

Caminamos un poco y llegamos a la bodega donde Kazehaya y yo nos escondimos. Antes de entrar miré al tipo de manera suplicante.

Keiko- ¿Entrarías conmigo? Tengo miedo
X- Claro linda- dijo con una sonrisa mientras sus ojos brillaban

Abrí y entré despacio pero no sin dejar de poner atención a mi presa la cual se desabotonaba la camisa mientras me miraba

¡Ja! Con que esas son tus intensiones, maldito depravado.

La puerta se quedó abierta lo que hizo más fácil mi cacería. El tipo se quedó parado frente a la luz mientras yo desaparecí en las sombras.

X- Dónde estás- dijo aún sonriente

Tomé un tubo del suelo y me acerqué mientras lo levantaba lentamente

X- Vamos nena creí que querías consuelo
Keiko- Claro que quiero
X- ¿Y qué esperas? Ven
Keiko- La cosa es... Que me gusta jugar un poco- dije de manera juguetona
X- Anda linda ven ya
Keiko- ¿Prefieres que lo haga ahora?
X- ¡Por supuesto! ¿Dónde estás? No me hagas esperar más
Keiko- Aquí estoy- dije parándome frente a él y golpeándolo con el tubo

Me encargué de arrastrarlo hacia un rincón lejos de la puerta pero lo suficientemente iluminado por la luz exterior.
Después de unos minutos despertó confundido.

X- ¿Qué pasó?
Keiko- Oh, nada importarte... Aún- dije con una sonrisa torcida
X- Qué es lo que quieres
Keiko- Ya te lo dije, quiero jugar
X- A que demonios te refieres
Keiko- Haré arte contigo- dije entre risas

Intentó levantarse pero golpeé su rodilla derecha con el tubo

X- Argh !maldita!- gruñó a lo que yo solo reí

Me hinqué frente a él, trató de decir algo pero puse mi dedo índice en su labios.

Keiko- Shh... No tengas miedo, voy a renovarte

Me levanté y tomé unos cuantos pedazos de solera con bastilla. No había mucho que pudiera servir pero me las ingeniaría.
Me acerqué nuevamente a él y sin previo aviso lo apuñalé en un costado. Gritó de dolor lo cual era un sonido maravilloso.

Lo apuñalé y golpeé unas cuantas veces más hasta que su ropa quedó totalmente desgarrada y lo único que lo cubría era el color carmesí de su sangre. El tipo se encontraba agonizante, ya no gritaba ni se retorcía lo cual me resultó totalmente aburrido así que tiré de su cabello haciendo su cabeza hacia atrás y con la solera corté su cuello. De aquella herída brotaban chorros de sangre, era hermoso.

¡Genial! Más pinta labios

Busqué un pequeño frasco y vertí un poco de su sangre en el, por ahora lo dejaría así, agregaría más tarde otros ingredientes. Dejé el frasco a un lado y miré el cuerpo sin vida, después, con la misma solera trazé una delgada línea en mi brazo creando así la marca de mi última obra de arte del día.

Poco después Kazehaya entró.

Kazehaya- Vaya que era un depravado ¿no?
Keiko- Y que lo digas, que asco
Kazehaya- Que gran actríz eres
Keiko- Caería sí o sí, después de todo, era un imbécil
Kazehaya- Sí, lo era
Keiko- Pasó de ser un depravado, a una obra de arte ¿no lo crees?
Kazehaya- ¡Por supuesto!

Dicho esto me senté junto al cuerpo y puse mi cabeza en su hombro; estaba demasiado exhausta por lo que no pasó mucho tiempo para que me quedara dormida.




A sangre fría... Rojo atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora