A sangre fría... Rojo atardecer

cap 26. Jun

Me desperté, temprano, eso creo, la verdad no estoy muy segura y bueno a quien le importa.

Un olor profundo comenzó a inundar mis fosas nasales, era el olor a sangre seca que se desprendía del cuerpo inerte sobre el que estaba recostada.

Kazehaya- Magnífica obra tuya, te felicito Keiko- dijo entrando a la bodega
Keiko- Bah, no necesitas decírmelo, es obvio que es magnífica. Estoy segura que sorprenderá a la audiencia.
Kazehaya- Ya lo creo que si

Miré mi obra de arte, estaba perfecto, cada detalle en su putrefacto cuerpo se veía portentoso.

Keiko-  ¡Sí! Definitivamente le encantará a la audiencia.
Kazehaya- Tienes suerte, es muy temprano, no hay nadie en las calles
Keiko- ¡Genial!.. ¿Me ayudas?
Kazehaya- No necesitas pedírlo dos veces nena- dijo con una sonrisa de lado.

Inmediatamente busqué un par de sogas y por suerte también encontré un contenedor se basura, de esos que puedes mover de un lado a otro con facilidad.  Con la ayuda de Kazehaya introduje el cuerpo al contenedor para luego salir de la bodega.

Kazehaya- Y bien nena, ¿a qué museo deseas llevar tu obra de arte?
Keiko- Mis obras no son hechas para estar encerradas en fúnebres habitaciones. Mis obras deben estar en contacto con toda la civilización y conozco el lugar perfecto para eso- dije sonriendo.
Kazehaya- Entonces vayamos- me contestó convencido.

Caminamos un rato, mientras más lejos estemos de la bodega donde nos escondemos será mejor.

Llegamos a un puente peatonal el cual por suerte estaba desierto. Pusimos el cuerpo en el suelo y luego me encargué de atar ambos pies con una de las sogas. Uno de los extremos lo até al barandal, no sin antes asegurarme de que este se encontrara en perfectas condiciones, no quería que mi obra de arte se arruinara. Cuando terminé con las sogas Kazehaya me ayudó a levantar el cuerpo y juntos lo arrojamos de tal manera que quedara colgando cabeza abajo del puente.

Keiko- Espero que la sangre chorreé, jajaja bueno, si es que todavía le queda un poco dentro de ese cuerpo interfecto.

Limpiamos todo lo que pudiera relacionar al muerto con nosotros (no es que no quiera que sepan que yo soy la autora de tan bellas obras, simplemente aún no es el momento) y bajamos del puente.

Pasó una hora y aún no se veía rastro de que alguien pudiera pasar por ahí en cualquier momento.

Todo toma su tiempo Keiko, no te desesperes

X- ¡AHHHH!

Un grito desgarrador se escuchó a lo lejos.

Keiko- ¡Kazehaya! ¡Lo han visto!- dije emocionada
Kazehaya- Cálmate o nos verán

No respondí, decidí guardar silencio ya que quería ver quien había descubierto mi obra maestra. Nos acercamos un poco y vimos como poco a poco la gente se empezaba a amontonar para ver mi arte. Todos estaban tan conmocionados, tan... Aterrados.

Sin duda les encantó, debería hacer más obras, pero primero necesito saber quien será mi nueva víctima.

Kazehaya- Keiko, espérame un momento- dijo alejándose
Keiko- Bien

Me encontraba tan fascinada por mi propia obra que no me di cuenta de que alguien se me acercaba.

X- D-disculpe señorita
Keiko- ¿Eh?

X- Es que... No encuentro a mi mami

¿Un niño perdido? ¡Genial! Creo que tendré trabajo para más tarde

Keiko- ¿De verdad?- dije con una sonrisa un tanto perturbadora pero normal para un ser tan ingenuo como él
X- S-si- dijo tallándose los ojos
Keiko- No te preocupes pequeño debe estar cerca- dije aún sonriendo

El pequeño estaba llorando, sus ojos estaban rojos e hinchados, parece que llevaba tiempo buscando a su madre.

¡Ja! Que patético

Keiko- ¿Cómo te llamas pequeño?
X- M-me, me llamo J-Jun
Keiko- Bien Jun, ¿vives cerca?
Jun- N-no, vine con mi madre a hacer unas compras

Perfecto

Comencé a caminar a su lado, fingiendo estar buscando a su madre

Keiko- Dime Jun, ¿te gustan las obras de arte?
Jun- Sí, me gustan mucho- dijo un poco más alegre
Keiko- ¿Te gustaría ser una obra de arte?
Jun- ¿Una obra de arte? ¿Cómo?
Keiko- Dime, te gustaría o no
Jun- ¡Claro que si!

Me detuve y miré al niño

Keiko- En ese caso... ¿Quiéres venir conmigo pequeño Jun?- dije estirando mi mano hacia él...