cinco

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Cuanto más ignorante es uno, menos cuenta nos damos de ello.
Emerson

Bostecé del aburrimiento. Lo malo -o tal vez bueno- es que siempre el local paraba vacío, prefería un trabajo donde estuviera en actividad con frecuencia, no así. Tía Haesoo estaba en la oficina del segundo piso y solo bajaba cuando había un posible comprador.

Llevaba horas así y casi nadie entraba. No es como si todos los días miles de compradores de autos se aparecían. Si se tenía suerte, a lo mucho se vendía tres autos en un día y veinte por semana, de lo contrario las ventas serían muy bajas para ser una sede automovilística. Ni siquiera sabía de autos, para rematar.

Miré mi móvil.

Jungkook me mensajeaba. Era el chico que me atraía y de alguna forma, el venirme a Seúl había cambiado mis planes de invitarle a salir o qué este lo hiciera. Ahora solo eran mensajes preguntando por mi día. Al menos eso estaba animando en algo.

—Primita~~— oí la voz de Kangjoon de repente haciéndome alzar la mirada. Él ahí venía con dos helados en la mano, uno que él comía y el otro sellado. A su lado estaba Jung Hoseok, haciendo lo mismo.

—Hola chicos.

Dije, un poco aliviada. Kangjoon preguntó por su mamá, a lo que señalé el segundo piso. Kangjoon inmediatamente subió al segundo piso luego de dejarme el helado, el cual empecé a abrir.

—Era el último helado de menta que encontré. —Hoseok mencionó, yo abrí los ojos, un poco sorprendida. —Espera... ¿Era a ti a quien le gustaba o a tu prima?

—A mí, gracias —le dije. Hacía dos años, habíamos ido a una playa en Busan, ahí había proclamado mi amor por el helado de menta. Que Hoseok lo recordada era muy sorprendente. — ¿Qué han estado haciendo?

—Nada, solo fuimos a la universidad a ver sobre unos cursos, pero al parecer nadie quiere abrir el curso que queremos para verano, así que... Vacaciones libres.

—Oh...

— ¡Gigi!— Kangjoon gritó desde el segundo piso. — ¡Nos vamos!

Fruncí el ceño, mientras veía a mi tía aparecer. Miré a Kangjoon bajar las escaleras con prisa, y bastante feliz.

—Solo no se mareen. Hongdae es bastante peligroso cuando es viernes— dijo tía Haesoo. Hongdae, la famosísima calle de los bares y discotecas más conocidas de Seúl. Miré a Kangjoon, eso significaba que esa noche saldríamos.

¡Por fin!

Empecé a sonreír mientras mordía mi helado. El rostro se me congeló, pero no importó. —Vamos, vamos, te debes poner bella hoy.

Kangjoon molestó, pero no me quejé. Tomé mis cosas y me despedí de tía.

Toxic + jhs ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora