El hombre que no se contenta con poco, no se contenta con nada.
—Epícuro de Samos.
El tiempo pasó, las conversaciones disminuyeron. Hoseok trabajando y estudiando a la vez era un tremendo estrés para sí mismo, y tenía muy poco tiempo para darse un descanso y llamarme. Por mi lado, sucedía casi lo mismo. Me matriculé en muchos cursos ese semestre y las tareas las tenía prácticamente hasta el cuello. Había días en la que no dormía, había días que sí y ni siquiera tocaba mi móvil para realmente descansar como se debe.
En solo dos meses y medio desde la última vez que nos vimos, y a dos meses de supuestamente vernos, nos habíamos alejado mucho.
—¡Seulgi!— Namjoon me llamó, por lo que dejé a un lado el libro que leía para prestarle atención. —Hoy, reunión en mi casa por el cumpleaños de Jimin. Espero que vayas.
Namjoon me invitaba especialmente por aquel chico rubio quién cumplía años. Nuestra historia había sucedido hacía dos años cuando estábamos en preparatoria, durante segundo año, cuando ambos teníamos 17. No éramos siquiera de la misma preparatoria, pero mi mejor amiga me había llevado a una fiesta. Ahí conocí a Jimin, un chico que me parecía sumamente familiar. Era como si lo hubiera conocido ya. A él le sucedía lo mismo, sintió lo mismo, por lo que cuando hablamos descubrimos que habíamos estudiado juntos durante elemental por un tiempo antes que él se cambiara a otra escuela. Eso había sucedido cuando teníamos 11 años. Esa misma noche no dejamos de hablar, para nada. Y fue esa misma noche en la que casi pierdo mi virginidad por primera vez.
Ambos estábamos muy ebrios que cuando subimos a una de las habitaciones para hacerlo, al menos fui capaz de formular un: ¿Tienes condón? Jimin al negar, simplemente palmeé su hombro y me alejé. No iba a hacerlo sin condón. Ni de broma. Él tampoco, pero se quedó frustrado en la cama, agarrándose los cabellos de impotencia por haber olvidado llevar condones esa noche. Algo que de cierta forma, me pareció adorable. Así que me acurruqué un tiempo a su lado, con ropa, y nos quedamos dormidos hasta que alguien abrió la puerta para hacer lo que habíamos estado a punto de hacer.
Desde ahí, nos habíamos visto dos veces más, y podía notar las ganas que Jimin me tenía, pero desgraciadamente solo eso había sucedido cuando estaba ebria. Yo no sentía nada por Jimin.
Luego cuando ingresé a la universidad, el semestre anterior. Descubrí que ambos estudiábamos en la misma facultad, pero diferente especialidad. Una vez más salimos, en grupo, y ahí todo el mundo se dió cuenta de la tensión que existía entre nosotros. Porque aunque no sentía algo amoroso por él, indiferente no era. Él era buen besador y estando una soltera no me hacía mal besarme con él.
Pero ahora era todo lo contario. Tenía enamorado y no podía besarlo más. Jimin lo sabía inclusive.
Sin embargo, decidí ir. Simplemente para relajarme.
Hoseok no respondía los mensajes y por una última vez revisé el móvil y su chat que no marcaba el visto a mis últimos mensajes. Guardé dicho aparato y toqué el timbre de la casa de Namjoon. Jimin fue quien abrió la puerta y al verme me abrazó con fuerza.
Iba a sobrevivir a la noche.
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Toxic + jhs ✔️
Short StoryTe voy a enseñar como un bonito amor se convierte en una pesadilla; no, una terrible pesadilla. Capítulos cortos 100%original No se aceptan copias ni adaptaciones