catorce

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Sabes que estás enamorado cuando no quieres acostarte porque la realidad es por fin mejor que tus sueños. 

Dr. Seuss.

Se estaba levantando una enorme tormenta en ese entonces, así que con Kangjoon me quedé mirando por la ventana como un diluvio se presenciaba. Hoseok, acostado en la cama buscando una película, dijo que ya había encontrado una. Kangjoon fue el primero en lanzarse a su costado, mientras yo más lento, me acerqué por otro lado.

Una semana había pasado desde ese entonces, desde que había perdido mi virginidad con Hoseok. Lo habíamos hecho en dos ocasiones más y cuando de casualidad le dejé una marca en su cuello, Minah le había hecho un cuestionamiento enorme en mi delante, porque se lo descubrió una tarde que él pasó por la casa.

Lamí mis labios mirándole, él también me miró, observando sus ganas de besarme. Miré a Kangjoon, de alguna forma él ya lo sabía, así que él miró hacia fuera sabiendo que quería besar a Hoseok, por lo que me incliné sobre mis codos hasta él dándole un suave corto. Hoseok sonrió en pleno beso porque de casualidad había hecho un sonido raro con mi boca. Kangjoon nos había volteado a mirar, aguantándose la risa y nos dijo que éramos demasiado melosos.

Decidimos ver Dr. Strange aunque yo ya la hubiese visto antes. Amaba esa película, pero no me importaba verla una vez más por ver a Hoseok emocionado por primera vez ante una buena película. Kangjoon, en algún punto dijo que iría a la cocina por oreo y leche, a lo que ambos dijimos que también queríamos. Sin embargo, apenas Kangjoon cruzó la puerta Hoseok tomó mi mentón para aprovechar el tiempo que estábamos a solas para besarme una vez más. Me sentía como el agua, tan húmeda de los labios. Besándole con tanta pasión y ahínco. Me derretía por él y mi corazón latía con mucha fuerza. Sin embargo, unos pasos me alertó, pero fue demasiado tarde cuando vi a tía Haesoo prendiendo la luz de la habitación de Kangjoon

Mierda.

¿Nos había visto?

— ¿Y Kangjoon?

A pesar que fingí normalidad se me podía notar nerviosa.

—En la cocina, señora Kang—dijo Hoseok, sentándose sin ser tan evidente que se estaba alejando. Tía asintió y salió de la habitación. Sentí el corazón latirme con gran fuerza. Eso había sido un susto. Hoseok se arregló el cabello y luego me atrajo hacia sus piernas para acostarme. Mirando hacia arriba y él hacia abajo compartimos miradas.

Hoseok empezó a acariciar mi rostro.

Sabíamos que dentro de tres días yo regresaría a Busan y aunque él no me había pedido ser su novia, sentíamos que éramos más que algo de verano.

—Hoseok...—le llamé, él siguió observando. — ¿Y si eres mi novio?

Dije sin rodeos. Nunca había sido tan directa. Hoseok sonrió ampliamente. Era de una forma diferente, era como si se estuviese muriendo de felicidad en ese momento. Entonces hizo que me sentara en tan solo un segundo para tomar mi mentón y darme uno de los mejores besos de mi vida.

Eso había sido un sí. 

Toxic + jhs ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora