[1] Almas Gemelas | Liam Dunbar

16. Estás muerto.

Summer.

Ahora me encontraba junto a Liam, en su habitación, nos encontrábamos en su cama viendo al techo, el chico acariciaba mi cabello mientras yo tenía mi cabeza reposada en su pecho, escuchando los suaves latidos de su corazón, ambos estuvimos platicando lo que nos había pasado en el hospital; él sobre su pelea junto a Kira contra el berserker, y yo le explicaba quien era Kate Argent y lo que quería.

---¿Tuviste miedo?--- le pregunte al rubio, mientras daba pequeñas caricias en su pecho.

Liam soltó un suspiro.--- Si, en todo momento.--- me confesó.

---¿Miedo a morir?--- le volví a preguntar.

---Si...miedo a ya no verte de nuevo.--- me confesó nuevamente, y al estar tan cerca de su corazón, sabía que no mentía.

---¿En serio?--- le pregunté, con algo de ternura en mi voz.

Era lo que el provocaba en mi, me hacía sentir ternura hacia él por cada cosa linda que me decía. Nadie se había preocupado tanto por mi como él lo había hecho, claro, alguien que no fueran mis padres.

---Por supuesto, ¿por qué mentiría con eso?--- me preguntó el chico.

---Es solo que es algo...extraño.--- le comenté, dejando escapar un suspiro.--- Me refiero a... todo esto de lo sobrenatural paso demasiado rápido, y ahora nosotros; imaginar que somos almas gemelas, y no por decirlo nada mas por decir, si no que en realidad somos almas gemelas. Es algo...increíble. Al principio no estaba segura de ello, quiero decir, pensaba que tú quizá no sentirías lo mismo o que las cosas se tornarían incomodas entre nosotros--- finalicé.

---¿Te confieso algo?--- me pregunto el hombre lobo, aunque no me dejo contestarle.--- Desde el primer momento en que te vi te me hiciste alguien linda. Me atrajiste desde el primer momento, pero tú y yo aún no hablábamos, pensé que con los días quizá se me pasaría, pero luego fui conociéndote junto a Mason, y cada vez me gustabas más.--- hizo una pausa para suspirar y seguir hablando, todo esto sin dejar de acariciar mi cabello, cosa que me causaba tranquilidad y comodidad.--- Y el momento de enterarme que, literalmente, somos almas gemelas...me hizo muy feliz, como no tienes idea.--- confesó, mientras se acomodaba para poderme ver a los ojos.--- Pero no quería presionarte a nada, pensaba como tú, que quizá tu no sentirías lo mismo que yo, que no querrías estar conmigo, que no era suficiente...

Y así como el me interrumpió en su momento, cuando le confesé lo que pasaba entre nosotros dos, lo interrumpí de la misma manera... con un beso. Y quizá era poco lo que nos conocíamos, pero él me hacía sentir que nos conociéramos de toda la vida, me sentía agusto con él, cómoda, segura.

Me sentía amada.

[...]

Pudiera haber seguido con Liam en su casa, pero había recibido una llamada de Lydia, quería que la acompañara junto a Stiles a la comisaría, querían investigar algo sobre su abuela. Íbamos en el Jeep de Stiles, el chico iba manejando, lógicamente, Lydia de copiloto y yo en los asientos de atrás.

---Así que, ¿me dices que tu abuela antes de morir escribió un código muy similar a los que tu escribiste sin darte cuenta, y que probablemente sea otra parte de la lista de muerte?--- le pregunté a la pelirroja, después de que me explicara lo que sucedía.

---Si, mi abuela se lo dio a mi madre antes de morir, apenas supe de esto ayer porque mi mamá lo tuvo guardado todo este tiempo, ella me dijo que pensaba que era algo significante y sin sentido, porque solo eran números, signos y letras sin orden, sin formar ninguna oración, igual que los códigos que yo transcribí.--- me explicó la banshee.