Capítulo 9.

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Cuando llego a casa, me encuentro con mi madre y solo me queda llegar hasta donde ella se encuentra.

-Aquí estoy, ¿qué necesitas?-

-Quiero decirte que me mudaré, ya no soporto verte y acordarme de él, esto me hace daño, me lastima demasiado y sí, sé que pude haberte dejado con tus abuelos, pero sabes muy bien que no les daría el gusto- dice- seguiré manteniendote  como lo hacía normalmente, pero no puedo seguir viviendo bajo el mismo techo en el que tu resides- veo como sus ojos se llenan de lagrimas y solo se me pasó por la mente, ¿en serio quiere que crea que va a llorar por eso cuando ella puede cambiarlo? 

Solo sentí como se me rompía el corazón. 

-Yo... yo lamento muchísimo haberte hecho daño con mi existencia y entiendo que soy lo que menos querrías tener en tu vida, está bien- digo lo más lastimada posible, porque así estoy, no quería que mi voz sonara de esa forma, vi que aquella mujer que decía ser mi madre trataba de acercarse a mí.

Subí a mi cuarto, agarré mi celular y le envié un mensaje a Brandon, no quiero ver a nadie, yo me ocuparé de mí, como siempre debió de ser. Me siento en la computadora para comenzar el trabajo, con tan solo 2 días de chance para acabarlo y hacer que Brandon se lo aprenda.

....

Pasaron 6 horas bien largas, pero al fin había podido concluir con el trabajo y se lo había mandado a Brandon para que él estudiara o hiciera lo que quisiera, la verdad que no me siento con ánimos de hacer nada, solo sé que este no fue lo mejor ni lo peor que me ha pasado en mi vida. 

....

Habían pasado 3 días, los cuales no fui a la escuela, le había enviado al profesor el trabajo y mi reporte de lectura, él me había dicho que todo estaba bien. Mi casa se encontraba completamente sola, los empleados no vienen desde el lunes pasado y obviamente sé porque.

 Mi celular suena, suena y vuelve a sonar, pero yo no me siento cómoda conmigo misma, esto ha llegado a un grado que ni yo misma había pensado que podía llegar. Salí al quiosco, me senté en uno de los bancos a mirar un cielo que no tardaría en derramar agua, me quedé viendo como todo sucedía sin hacer más nada, solo llorar, porque sí, estoy como si me clavaran alfileres en la piel.

*Aaron*

Habían pasado unos 3 días, los cuales fueron muy largos al menos para mí porque pensaba en ella... No había ido a clases desde aquel lunes. me siento un poco inquieto por saber qué tiene, he hablado con Kelvin para ver si él sabe algo relacionado con ella, pero no, no sabía nada. Lo ultimo que me enteré es que Kelvin debía de irse del país por negocios de su padre y que no regresaría hasta el próximo lunes.

De camino a su casa la llamo, pero nada, llamo a mi nana, la cual me dice que ya ella no trabaja más para los Duran y eso me dejó en shock. Ya había llegado hasta su casa, la lluvia intensificó, tocaba el timbre, pero nadie abría, lo ultimo que hice fue ir por detrás para entrar por la puerta de la cocina, cuando llego hasta la parte trasera me doy cuenta de que Jodie está en el quiosco mientras que la brisa hacía que la lluvia llegara hasta donde ella estaba, se encontraba sin abrigo, sin alguna manta, sin nada que la cubriera.

-¿Jod... Jodie?- me siento un poco aliviado al encontrarla, la agarré y la llevé hasta adentro de la casa, estaba completamente fría, deduje de una vez que ella había estado ahí por mucho tiempo-¿Jodie, estás bien?-.

-Solo déjame sola, ¿quieres?- dice con una voz tan quebrada que hacía que me sintiera impotente por no poder hacer nada por ella.

-Quiero ayudarte y lo sabes, ¿dime qué puedo hacer para poder ayudarte?- eran las mismas palabras que le había dicho a mi hermano en aquel entonces.

-¡Nada, nada! Solo quiero estar sola, ¿es tan difícil?-

Se tambalea cayendo en mis brazos, luego me doy cuenta de que se ha desmayado, está totalmente fría, la llevo hasta su cuarto recostándola en su sofá para poder poner el agua de su bañera a calentar. Cuando termino de bañarla la llevo hasta su habitación para buscar mantas y ropa gruesa. Fui a la farmacia por medicamentos y de ahí pasé por un local de comida, pedí sopa y un té, necesitaba llegar rápidamente.

-Aquí tienes, bebe un poco de té, te hará bien, ¿quieres algo más? También te traje sopa- insistí aún preocupado. 

-No me hagas esto por favor, no quiero que lo hagas- dice en el momento que estalla en llanto- ¿no me puedes ver? No soy la persona indicada para ser compañía de nadie, solo deseo que me dejes sola y que no vuelvas- llora.

-Ok, me iré, pero debes de tomarte el té entero, comer algo de sopa y beberte estás pastillas, para que tu resfriado no se intensifique, solo cuando hagas eso me iré y no te volveré a molestar nunca más- Jodie ha hecho cada cosa que le dije, es momento de hacer lo que dije después de todo. Subo para recoger los vasos de café y el plato en el cual residía una sopa.

-¿Quieres algo más antes de que me vaya?-

-¿Por qué lo haces? ¿qué es exactamente lo que quieres de mí? es que acaso, ¿no te basta con verme así?-Llego hasta donde se encuentra, la abrazo lo más fuerte que puedo, porque aunque no sepa con exactitud lo que le pasa, sé que me necesita.

-No he venido aquí para burlarme de ti, eso es lo que menos haría, solo quería saber algo de ti, ¿qué te pasaba? ¿en qué te podía ayudar?-

-Aaron yo no creo que me puedas ayudar, no quiero que te involucres más con mi vida-.

Viene a mi memoria cuando mi padre me dijo eso, se siente tan familiar esa palabra, que simplemente ya me he ido acostumbrando a que me saquen de su vida, en ese momento la dejo de abrazar para ponerme de pie.

-Perdóname Jodie yo... - tomo un poco de aire para poder terminar la oración -yo no debí acercarme, pero perdóname más por no ser tan valiente como para enfrentarte, espero y no cojas a mal mi actitud-.

Acabando de decir esto, me pongo de pie para poder irme. Hay momentos buenos como malos, solo que hay personas que deciden entender las cosas de una forma diferente a la otra y eso es lo que ha pasado aquí.

-Adiós Jodie -

.... 

Una hermosa coincidencia ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora