Capítulo 36.

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No me dijo nada, no me hizo nada, solo me dejó ir así, sin más, yo toda idiota creyendo que vendría detrás de mí, que me halaría del brazo y que me besaría como nunca, pero no fue así. Cogí un taxi y me fui directamente a mi casa.

-Hola Jodie ¿cómo te encuentras?-

-Bien, todo está bien ¿lograron encontrarla?-.

-No, aún estamos fuera vigilando todo ¿segura que estás bien?-.

-Sí, hablamos luego, debo de hacer algo en casa-.

-Está bien, avísame cuando llegues-.

Colgué el teléfono, ya minutos después había llegado a mi casa, fui a la cocina por un vaso de agua, me sentía deshidratada y un poco triste, esta situación me ha puesto muy ansiosa.

-¡Hola señorita Evans!- se acerca a mi una de las chicas del servicio, yo levanto mi mano en forma de saludo-¿necesita algo de comer u otra cosa?-.

-No, solo quería tomar un poco de agua, eso es todo- salí y caminé hasta llegar a mi habitación.

Me quité los zapatos, los aretes y el molesto sostén, ya me tenía harta tenerlo puesto, prendí el aire, me aventé a la cama y ahí mismo quedé rendida.

....

El frío empieza a ser notorio, y pues mi piel comenzaba a sentirlo, pero luego de unos pocos minutos entró en calor nuevamente, no le di mente a eso, solo quería dormir y dejar de pensar un rato, el mayor tiempo posible.

....

Me desperté e intenté acostumbrar mis ojos a la luz que había en la habitación, que por cierto no era mucha, se notaba que ya estaba por caer la noche, me di cuenta de que estaba arropada, me quité la sábana, me levanté de la cama, luego de hacerlo noté que mis pertenencias estaban arregladas.

-De seguro Claudia mandó a alguien del servicio- digo para convencerme.

Me entre a la ducha e intenté relajar mi cuerpo lo más que pude, pero la felicidad del pobre dura poco, alguien está tocando la puerta de mi habitación super rápido y fuerte, esto me alarmó inmediatamente, me puse la bata del baño y salí.

-¿Qué pasó abuelo?- tenía la expresión de nervios y se veía agitado, al parecer había venido corriendo.

-Estás aquí- suspiró y me abrazó, detrás de él estaba Harry el cual se acercó e hizo lo mismo que mi abuelo ¿y esta confianza? O sea no es que me moleste, pero no sabía que iba a agarrar esa confianza así, pero bueno qué más da.

-¿Qué pasó abuelo? ¿Por qué estás así?-.

Ella está aquí con nosotros.

¡Señor se nos escapa!

¡Atrapenla ahora mismo!

¡Señor! ¡Necesitamos refuerzos! "Díganle a ella que si no viene aquí, mataré a su amiguito"

Eso fue lo último que escuché, mi amiguito, Kelvin vino a mi cabeza de una vez, le hará daño solo para vengarse de mi, me alarmé y quise salir corriendo, pero unos brazos fuertes me detuvieron.

Una hermosa coincidencia ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora