Capítulo 25.

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Entre tanto reguero, aproveché para buscar pistas ¿qué estaremos obviando? Rápidamente me puse de pie espantando a mi abuelo.

-¿Pasó algo Jodie?-

-Estamos obviando algo super importante, estamos revisando el despacho porque aquí pasaba la mayoría de tiempo, pero ¿a dónde más iba? Tenemos su habitación, el sótano y por supuesto la empresa, algo debe de haber en su oficina ¿aún la tienes sellada?- mi abuelo asiente- bueno pues, hoy vamos a comenzar con lo que hay aquí y  luego seguiremos con lo de la empresa.

-Me sorprende esa agilidad mental, al mismo tiempo en el que me asusta ¿de dónde la sacas?-lo observo con cara de que no he entendido la pregunta- O sea hablo de las ideas y la agilidad-.

-Veo muchos programas policíacos, la ley y el orden, CSI miami, mentes criminales, etcétera, debido a esto creo que seré capaz de desenvolverme más- y créanme que lo haré, daré con el paradero de aquél hombre y del asesino de mi padre- continuemos abuelo, tendremos varios días largos-.

Continuamos en lo que era buscar todo, el despacho estaba vuelto un desastre, no dejamos que Claudia ni otra chica del personal entrara, no es que desconfiáramos de ella, bueno sí, pero es un poco, sabemos de que Claudia sería incapaz, pero de aquella chica no sabíamos de lo que era capaz. Este caso la verdad que hará que mis deseos por estudiar criminología crezcan, aún no le había dicho a mi abuelo, pero sé que estará de acuerdo.

-Hay que comer algo, a parte de este cansancio tú te estás desangrando, por lo que sería mejor pararte de ahí e ir a comer junto conmigo- le hice seña con la cabeza para que viera el desorden- no importa, lo pondré  bajo llave, ya que  solo yo tengo una-.

Las horas pasaban volando, mi abuelo y yo ya habíamos comido y cenado, pero aún seguíamos en el despacho, continuamos hasta que vi que dieron las 9 y me abuelo ya no podía más, obvio que se iba a cansar más primero que yo, aproveché para pedirle la llave del cuarto de mi padre, él había condenado todas las puertas que involucraban a mi padre.

Subí hasta su habitación, quedaba al final del pasillo, cuando entré creí que iba a encontrar un reguero y polvo por doquier, pero no, estaba limpio, se podría decir que se encontraba casi impecable, al parecer mi padre era un hombre ordenado, pero como cualquier otra persona, con sus secretos.

Comencé por las gavetas, algo tenía que haber aquí, algo debía darme pistas de qué había pasado, pero no, solo había encontrado papeles y más papeles, los llevé todos hasta mi habitación, porque de seguro podía encontrar aunque sea algo, lo más mínimo, pero la cuestión está en que algo debía de tener.

....

Me había quedado dormida sin darme cuenta, mi abuelo llegó hasta mi habitación recordandome que me iba con él para la empresa, "no había salido desde que..." pensé.

Me levanté y corrí hasta el baño, terminé con mi higiene personal, había dejado todo arreglado en mi cuarto, lo dejé bajo llave y le dije a Claudia que me encargaría de arreglarlo yo, dicho esto bajé para encontrarme con mi abuelo en el comedor. Habíamos terminado de lo nuestro e íbamos de camino hasta la empresa de los Evans, por lo tanto, mi empresa. 

Ring....

La alerta de que había recibido un mensaje me sorprendió al principio, pero al ver de quién se trataba decidí abrir de una vez el mensaje.

Aaron: Hola Jod, disculpa que no te haya respondido los mensajes anteriores, aquí han estado pasando unas series de cosa, que me gustaría que supieras.

Yo: ¿te pasó algo malo? ¿Estás bien?

Aaron: Estoy bien o eso creo ¿estás en tu casa?

Yo: No, no estoy allá, mi abuelo y yo nos dirigimos para la empresa de él ¿es algo muy urgente lo que debes decirme?

Aaron: No sé cómo vayas a tomar las cosas, pero creo que no es tan urgente, por lo que veo vas a estar un poco ocupada ¿necesitan ayuda allá?

No le contesté lo último, porque como lo habíamos dicho, no queríamos decirle absolutamente nada a nadie, las cosas hay que mantenerlas ocultas para que se lleguen a dar.

-¿Pasó algo contigo princesa?-

-No, es solo que Aaron quería saber si necesitábamos ayuda con lo de la empresa, no le dije nada, porque creo que es mejor mantenerlo entre nosotros dos-.

-No es por nada princesa, pero creo que  es mejor que le digas que te ayude, los dos son jóvenes y por el momento tienen más tiempo que yo-.

-Tienes razón abue, voy a contarle entonces y así buscamos al detective, para contratarlo-.

-Yo me ocuparé del dinero y de facilitarle las entradas a dónde vayan-.

Le escribí a Aaron relatandole todo lo que había pasado, le dije que todo debía de estar bajo control y bien guardado. Le envié la dirección de la empresa para que éste llegara hasta donde nos encontrábamos mi abuelo y yo.

....

Todas las personas me miraban rara, porque mi parecido a la abuela era un poco extraño, ni mi propio padre se parecía a ella, pero las cosas que tienen que ver con la genética no se pueden discutir y mucho menos cuestionar. Una vez que habíamos pasado del incómodo momento llegamos a la oficina del abuelo.

-Es muy grande y super cómoda- dije mientras me lanzaba a un sillón blanco que residía allí- creo que me acostumbraría a venir más seguido aquí-.

-Era el sillón favorito de Meredith, hizo todo un escándalo solo para que compraran el sillón, yo gustosamente le dije que no, para ver como seguía haciendo sus puncheros, esos hermosos puncheros- dice con cierta tristeza- recuerdo que me dijo que ella misma iba a solucionar las cosas, yo me había quedado esperando para ver qué iba hacer- suelta una risa.

-Dime qué hizo-.

-Me besó y luego depositó un abrazo en mí, yo lo acepté con mucho gusto, pero ella aprovechó para quitarme la cartera, sabía muy bien que la cartera me la echaba en el bolsillo derecho del pantalón jajajjaa, se fue corriendo como una adolescente y llegó hasta el mostrador para decirle a la señora que nos íbamos a llevar ese sillón, al final me dijo "no te toca"- rio más alto de lo normal.

-¿Qué es lo que no le tocaba?- Mi abuelo no me respondió para nada.

...

Aaron y yo nos encontrábamos revisando la oficina de mi padre, seguíamos buscando algo ¿qué? No sabíamos, pero teníamos bien en claro que de ahí no salíamos con las manos vacías. Vimos un estante de madera que se encontraba en la esquina de la oficina estaba lleno de ropa y cosas de último momento, recordé que mi abuelo me había dicho que mi padre amaba trabajar, creo que debido a esto el estante se encontraba aquí.

Mis ojos bajaron hasta el final y pude ver una pequeña cuerdita, y yo para curiosear siempre estoy, la agarré para ver de qué trataba y lo encontré, encontré algo que sin duda alguna tenía que tener información ¿quién ocultaría una cosa que no es importante?

-¡Lo encontré!-

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Una hermosa coincidencia ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora