Capítulo 3.

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Cuando llegué a casa tiré mi mochila y fui directo a la cocina, fui interrumpida por mi querida madre.

-¡Al fin llegas Jodie!- giré mis ojos mientras ella terminaba de hablar.

-¡oh! Ahora si tienes tiempo para venir a casa- digo muy seria y segura de lo que digo.

-Jodie, ¿Por qué no lo puedes entender? ¿es tan difícil para ti?- en realidad es difícil comprender lo que ella quiere, pero al repetirlo tantas veces se ha vuelto una costumbre y créanme está más que claro sobre qué está hablando

-¿Mamá pero qué más quieres de mí?, trato de ser buena hija y estudiante, pero nunca ves eso, ¿no soy suficiente para ti?- digo ya alterada por la situación- Sabes lo impotente que me haces sentir cada vez que hago algo y tú solo te enfocas en ver lo que no hice, ¿lo sabes?- trato de no llorar porque la verdad es que esto me afecta, la única persona que debería estar conmigo se empeña en estar en mi contra incluso cuando no hay razones. 

-¡Jodie he estado trabajando solo para que vivamos bien! ¿te estás quejando de eso?- y así señores es como tenemos una conversación, esto es mi diario vivir, siempre recalcando lo que hace por mí, dejándome un gran cargo de conciencia y haciendo que yo sea la mala.   

-Mamá sé muy bien tu horario de trabajo como para que vengas a decirme que no puedes pasar el horario de la tarde conmigo- se quedó mirándome procesando lo que le he acabado de decir- sí, así es, me sé tu horario de trabajo, y la verdad es que no me importa si estás o no conmigo, no me importa que hagas con tu vida- me mira sorprendida por mis palabras- sé que soy tu gran error y que por eso no quieres que esté con nadie ¡para recalcarme que por mí culpa tu no estás con quién querías!- Decir estas palabras duelen y más cuando sabes que es la verdad, no duro mucho en empezar a llorar.

-Jod... ¿por qué dices eso? - me habla con la voz un poco temblorosa- Jodie...  ¡Jodie ven acá que te estoy hablando!- solo quería alejarme de ahí.

Subí a mi habitación, cerrando mi puerta de golpe y poniendo el seguro de una vez, arrojé mi mochila a la cama, me paré a bañarme y luego comencé con mis tareas. Ya estaba a punto de acostarme a dormir, pero mi celular comenzó a sonar e inmediatamente lo agarré para ver qué pasaba.

Rarito: Hola enana ¿qué haces?

Yo: Hola Kel, me voy a dormir 

Rarito: ¿qué te pasa Jodie? ¿te puedo ayudar en algo?

Yo: ¿podemos hablar luego?

Rarito: enana no te vayas ....

Rarito: ¿enana? ¿Jodie? ¿Jod?

Me acomodé en la cama para poder dormir, cuando me cubrí con las corchas decidí ver mi cel por ultima vez, noté que no tenía a nadie en contactos, los mensajes de Kel llegando y que en mi whatsapp solo se encontraba el grupo de voleyball y a Kel.

...

*Aaron*

Hace 2 meses comencé la escuela y aún sabiendo que no iba a tener respuestas de cómo están ellos como quiera seguía esperando una sola llamada, la verdad es que estaba en España desde que acabé el instituto hace 2 meses y aún no sabía de ellos, estoy bien físicamente pero emocionalmente me siento totalmente mal, sé que me lo merezco, sé que lo que pasó en Londres fue mi culpa por eso no he hecho ningún tipo de reclamo con esto que ellos hacen.

Una hermosa coincidencia ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora