La frialdad de la que había hecho gala desde que habían salido del hospital, después de que tanto la ginecóloga como su médico les hubieran dado las últimas indicaciones, desapareció en cuanto Derek abrió la puerta del apartamento de Emily.
Cuando éste entró, se dio cuenta de que ella se había quedado como una estatua de piedra en el descansillo durante unos segundos, mirando hacia el interior con expresión ausente.
- Oye, ¿estás bien?- Le preguntó con la certeza de que no lo estaba en absoluto.
Emily dirigió la vista hacia él, confusa.
- Si, claro- Le aseguró, y entró finalmente al apartamento.
Lo recorrió con la mirada, como si de repente lo hubiera visto por primera vez, hasta que se encontró con los ojos preocupados de Derek directamente sobre ella.
- Voy a darme una ducha- Le dijo casi como si fuera una excusa.
Esquivó su mirada y se dirigió hacia el baño de su dormitorio. Se desvistió, evitando su reflejo en el espejo. Le dolía recordar lo que Patrick le había hecho, y le dolía recordar lo que Ian le había hecho. Se metió en la bañera, y trató de olvidar toda aquella pesadilla. Casi una hora después, salió y se envolvió en la toalla. Finalmente tuvo el valor suficiente para enfrentar el espejo. Su cuerpo seguía amoratado, y sobretodo, en su rostro, aun se veían las marcas del golpe que Patrick le había dado.
- Parece que no atraes al tipo correcto de hombre, Emily- Susurró para sí misma, tratando de buscarle la ironía a todo aquel asunto.
Cerró los ojos durante un momento, tratando de controlar sus lágrimas. Aquello se estaba convirtiendo en un hábito demasiado habitual en el último año, y comenzaba a estar cansada. Pero llorar...llorar era peor. Odiaba que la vieran llorar y parecía que últimamente era lo único que hacía.
Tuvo que apagar un grito cuando al abrir los ojos vio a Patrick, sonriendo, justo detrás de ella.
Se giró y, por supuesto, allí no había nadie.
- Estrés post traumático- Se dijo- Ya lo sabes. Lo has visto en muchos casos. Puedes con ello.
Y para cuando salió del baño, ya llevaba puesta de nuevo su máscara de imperturbabilidad.
En la cocina, Derek preparaba la cena.
- ¿No es un poco temprano para eso?- Le preguntó mirando la hora en el reloj. Apenas era media tarde.
Se sentó en la butaca de la barra de la cocina, vestida con un pijama largo.
- Pensé que estarías cansada y no quería que te fueras a dormir sin comer algo- Le explicó- Es sólo una ensalada. Le añadiré un poco de pollo... tienes que tomar proteína... ahora con lo del bebé...- Terminó la frase casi en un susurro.
Emily se estremeció ante la sola mención del bebé. De alguna manera conseguía olvidarlo por completo hasta que algo se lo recordaba.
Derek lo notó al instante. Su silencio era claramente delatador. Estaba demasiado abrumada por el embarazo. Y a la mente le vinieron las palabras del psicólogo. Dejó lo que estaba haciendo, y dio la vuelta a la barra, hasta colocarse delante de ella, tomándola de las manos.
- Emily...- Le dijo con suavidad- Si no estás preparada para tener un bebé ahora, lo entenderé.
Ella saltó de su asiento, apartándose brúscamente de él.
- ¡¿Quieres que aborte?!- Le reclamó atónita.
Derek jadeó desconcertado, había malinterpretado mal sus palabras.
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Infierno
RomanceLa relación de Derek y de Emily se ve expuesta cuando ésta última se convierte en objetivo de un desconocido. No soy dueño de mentes criminales. Solo tomo prestados sus personajes, por pura diversión :)