Capítulo 27

502 28 3
                                    

Un año después

Todo el equipo se encontraba reunido en el jardín de la casa de Derek y Emily, celebrando el primer cumpleaños de la pequeña Hannah. En realidad, la fiesta se celebraba con un poco de retraso, porque el cumpleaños real, que había sido una semana antes, lo habían festejado en casa de la madre de Morgan, aprovechando que Elisabeth había hecho un hueco en su apretada agenda para reunirse con ellos en Chicago, compartir aquel día con su nieta, y de paso conocer a la familia de Derek.

Después de soplar las velas y partir la tarta, Hannah había empezado a gimotear, sin duda cansada de tanto jolgorio cuando ella únicamente quería dormir su siesta habitual. El problema es que el chupete, su chupete especial para dormir, no aparecía por ningún lado. Emily estaba segura de que había visto a Derek con él, antes de bajar al jardín, pero Derek lo había negado tajantemente. Finalmente, Derek le había pedido que lo buscara de nuevo, con él, en la casa, y Emily había dejado a Hannah en brazos de J.J. para ayudarlo, y le siguió con un suspiró de resignación, preguntándose por qué a los hombres les costaba tanto encontrar cualquier cosa. Derek le sugirió que buscara de nuevo en la habitación de la niña, mientras que él lo hacía en el dormitorio principal.

Y esa era la razón por la cual Emily se encontraba ahora a solas junto a la cuna, y con expresión atónita al darse cuenta de que el preciado tesoro de su hija, se encontraba perfectamente a la vista, dentro de ella.

Estaba tan centrada en él, que hasta que no se inclinó para recogerlo, no se percató de la pequeña cajita envuelta en un lazo rojo, a pocos centímetros de aquel. "No puede ser", fue su primer pensamiento, pero fue incapaz de dejarla allí. La cogió entre sus manos, y la abrió con sumo cuidado. Exhaló un pequeño gemido cuando sostuvo entre sus dedos el delicado anillo, de oro blanco y pequeños diamantes incrustados, que Derek había dejado en la cuna, junto al chupete de Hannah que decía no saber dónde estaba, con la evidente intención de que ella lo descubriera.

- ¿Lo has encontrado?

La voz suave de Derek la sobresaltó a sus espaldas. Sin embargo, no le pasó desapercibido el ligero tono travieso que trataba de ocultar sin mucho éxito.

Emily se volvió, sonriendo para sus adentros, ante la pequeña emboscada que le había preparado, y se quedó frente a él, con gesto de reprimenda,

- Supongo que te refieres a esto...- Le dijo mostrándole el anillo- Y no al chupete que asegurabas que había desaparecido.

Derek se acercó a ella, frunciendo el ceño. Sin tocarlo, curioseó el anillo como si lo hubiera visto por primera vez.

- Es raro... ¿Quién lo habrá dejado ahí?- Se burló de ella, con la mano en la barbilla en actitud de pensar.

Emily negó con la cabeza ante su descaro.

- Derek Morgan... ¿Crees que podrás convencerme regalándome un anillo indescriptiblemente hermoso y ridículamente caro?- Le preguntó intentando inútilmente mantenerse seria.

Derek torció el gesto, como si realmente estuviera meditando la respuesta, hasta que finalmente, tiró de ella hacia él y, como parecía ser parte de su rutina habitual, acabó atrapada entre sus brazos, provocando que Emily gimiera suavemente.

- No sé... Tal vez deberías probártelo...- Le susurró en tono sugerente, acercándose a su boca.

Emily suspiró resignada, tratando de averiguar cuál era el motivo por el que llevaba más de un año, pidiéndole casi a diario que se casara con él.

- ¿Por qué es tan importante para ti?- Le preguntó con curiosidad- ¿Por qué no es suficiente que estemos juntos?.

Derek la miró unos instantes con el desconcierto reflejado en sus ojos, y luego levantó su mano para acariciarle la mejilla con delicadeza, mientras que con la otra la seguía sosteniendo por la cintura, muy cerca de su pecho.

InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora