Omnisciente
Midoriya y Bakugo se fueron de la fiesta sin que nadie lo supiera, lo prefirieron de esa manera para no ser seguidos o que se comenzaran a cuestionar, hacer rumores, etc.
Durante el corto camino, fue silencioso, ninguno de los dos hablaba por la vergüenza que sentían y por lo que había pasado, pero llegaba el momento en que tendrían que hablar ya de una manera más privada, no como en un baño.— ¿Qué fué eso? — Midoriya no podía dejar de pensar en lo que Bakugo le había dicho.
— Nada — estaba sentado con la mirada al piso.
— Puedes decirme lo que piensas o sientes... — se sentó a su lado, pero no tan cerca, no quiere correr peligro — de verdad no hay problema, yo puedo escucharte y apoyarte en lo que quieras o si tienes algún otro problema no te preocupes en decírmelo de verdad — el incesante parloteo colmó la ya escasa paciencia del alfa.
— ¡Te odio! — gritó — ¡Te odio maldito Deku! — lo miró con coraje — ¡No te aguanto ni a ti ni a tu tonta cara, tu molesta voz, tu linda forma de ser, lo rico que hueles! — ya ni siquiera pensaba en lo que decía, solo dejaba salir todo — ¡Te odio por todo eso! — pateo la mesa de centro — ¡¿Pero sabes por qué te odio más?! — Deku estaba sorprendido de escuchar todo eso, no sabía si sentir miedo o simplemente echarse a correr.
— ¿P-por q-que? — tartamudeo del miedo.
— ¡Te odio por qué no puedo tenerte! — soltó la bomba.
— ¿Ah? — fue lo único que salió de sus temblorosos labios.
— ¡Eres un maldito tonto! — perdió el control y se fue contra Midoriya tomando al pobre del cuello.
— ¡Kacchan! — chilló ante los penetrantes ojos rubí del rubio.
— Cállate estúpido... — lo besó, lento pero a la vez demandante.
Quitó las manos de el cuello del otro para bajarlas a su cintura y acercarlo más.
Midoriya aún sorprendió intentó seguir, pero justo cuando tocó la mejilla de Bakugo, este se apartó y alejó la mano del Omega de un manotazo — ¡No! Solo yo te tocare a ti... — el peliverde asintió sin poder despegar la vista de sus ojos — Sólo eres mío ¡¿Entendido?! — apretó la piel de Midoriya entre sus manos.— S-si... — recibió otro corto beso y Bakugo se separó por completo; sin decir una sola palabra, dió la vuelta sobre sus pies para empezar a irse — ¡Kacchan! ¿A dónde vas? — preguntó con pena.
— A dormir — respondió volteando un poco mirándolo de reojo.
— Que pases buena noche... — fue lo único que su torpe cerebro junto a su lengua pudieron articular.
Bakugo sólo gruñó escuchándose algo molesto volviendo a su trayectoria para dejar a Midoriya solo en la sala, con la mente echa un lío, sus emociones al 100%, un poco de excitación y su Omega interno provocándole la necesidad del alfa — Fue mi primer beso... Y me gustó...[...]
Al siguiente día, día que tuvieron libre de clases y todos agradecían.
Muchos estaban aún dormidos por la fiesta de la noche, algunos cansados y otros con leves dolores de cabeza.
Midoriya no había salido de su habitación aún, ya había despertado hace unas horas pero todo su tiempo se fue tomando largos baños intentando eliminar el olor que el alfa dejó en el.
Pero todo parecía inútil, al menos el olor no era tan fuerte como al principio, más no era lo único que intentaba ocultar, tenía varias marcas de la dentadura de Bakugo en su cuello.
Optó por poner una bufanda en su cuello aún que no hiciera frío.
Salió de su habitación rogando no toparse con nadie o que nadie le hiciera preguntas.— ¿Por qué traes bufanda si no hace frío? — Denki preguntó con la mirada fija en el.
— Me gusta como se ve — sus orejas se pusieron rojas — Si, eso — tan solo esperaba creyeran en sus palabras.
Tomó asiento junto a los demás, bueno, los cuantos que estaban en la sala.
Su mala suerte no terminaba ahí.
Ochaco dejó caer su cabeza en el hombro del peliverde.— Hueles a alfa... — olfateó más en el hombro del chico — Muy dominante... Rudo — levantó la cabeza con el ceño fruncido.
Con la descripción que Uraraka dió, todos sospecharon de quién trataba.— ¡Estuviste con Bakugo! — Momo; una chica alfa, se quedó con la boca entreabierta.
— ¡¿Qué?! ¡N-no! — se exaltó.
— ¡Hueles exactamente a el! — Ochaco insistió olfateando más.
— Escuché mi nombre — el alfa rubio del que estaban hablando llegó al escuchar ser mencionado.
— ¡Estuviste con Deku! — Denki le señaló culpando a este.
— Y tu con Kirishima — habló con un claro tono de desinterés.
— ¡Eso quiere decir que si estuviste con Deku! — la alfa de cabellos largos le acuso.
— No, ¿Si lo hubiera estado a ustedes que les importa? — Midoriya lo miraba con los ojos muy abiertos.
— Y-yo... Me voy — no podía con los nervios que llevaba más aparte su olor se estaba haciendo más fuerte y penetrante.
Optó por mejor irse de ahí a su habitación donde podría estar como quisiera y sin ser abrumado con preguntas.— ¡Ya lo asustaste tonto!
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Holi :))))
Espero les vaya gustando!
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Gracias por leer!
-Manuel.