LAS ESTRELLAS QUE CONTAMOS JUNTOS

Capítulo 29

Graduación, un año y medio después, viernes, 15 de julio, 6:23 p.m.

Han pasado bastantes meses desde entonces. Hoy es nuestra graduación de la universidad. Hemos luchado bastante por estar aquí cada uno de nosotros, tantos trabajos en equipo, proyectos de desvelo, horas de estudio para exámenes que creíamos imposible aprobar y sacrificios incontables. Por primera vez me siento orgulloso de mí mismo y el logro que he cumplido este día. El camino fue muy difícil, a veces casi imposible... pero hoy estamos de pie a pesar de los inmensos obstáculos que estuvieron casi por derrotarnos en el trayecto. Hoy todos sonríen, es como recibir la recompensa de mucho esfuerzo, años de dedicación y tiempo. Tengo veintitrés años y mi vida apenas comienza, tengo a la persona que amo a mi lado, con un traje sobre él. Cada vez que lo observo recuerdo porque me enamoré de alguien como él y porque lo amo de esta manera. Sencillamente es mi todo.

- ¡Raúl! –Me llama Ana-.

Ella luce preciosa, tiene un vestido azul. A pesar de que ella aún no se gradúa, está con nosotros para festejar este nuevo logro. Me saluda con un beso en la mejilla al igual que a Marco, nos felicita y nos abraza. Desde que he salido con Marco me trata de una manera especial, después de todo es la mejor amiga de mi novio.

- ¿Y qué planes hay? –Pregunta Ana-.

- Iremos a cenar. –Indico-.

- ¿Y después de eso? –Pregunta-.

- Estás loca. –Menciona Marco-.

- Podemos festejar en mi departamento después, como en los viejos tiempos. –Sugiero-.

- Me parece perfecto. –Menciona Santiago-.

Volteo a verlo y está con Sol besándose, enseguida llegan Daniel y Mónica, entonces veo la familia de amigos que he formado al lado de Marco. Nos ponemos de acuerdo para que esto suceda e ir a tomar algunas copas en mi departamento.

Esa noche es perfecta, las estrellas nos iluminan intensamente, la luna resplandece tan hermosa como el día que acampamos... Han pasado muchas cosas entre nosotros: peleas, experiencias nuevas, amor, tristeza y sobre todo felicidad. Él está destinado a estar conmigo, de eso estoy seguro.

Cuando todos celebran en mi departamento con gritos y música a todo volumen yo me encuentro con Marco en el balcón viendo las estrellas... Si hay una palabra que defina nuestra relación es "estrellas". Lo veo y me pierdo en su hermoso rostro, su cabello oscuro resalta su piel clara, sus ojos reflejan la luz de la luna y en ellos descubro un universo inmenso. Las maravillas que hay entre nosotros y nuestra historia se aprecian esta noche. Estoy un poco cansado por la graduación y por el baile que tuvimos hace unos minutos, además por la desvelada que vivimos a estas horas de la madrugada. Lo he planeado de una manera diferente, pero quiero que suceda esta noche.

- Ha pasado tiempo desde ese beso en el puente. –Sonrío-.

No sé qué sucede en el momento, pero Marco me observa sin apartar sus ojos un solo instante de mí, pienso que está recordando ese día, pero creo está sorprendido por algo, le digo:

- ¿Sucede algo?

- Nada. –Responde y se dirige hacia mí, besándome-.

- Es una noche maravillosa, ¿no crees?

- Inolvidable... Diría yo.

- ¿Crees que esto podría ser mejor?

- No lo creo, estuve con mi familia en la graduación, festejamos nuestro logro de concluir la universidad, estoy rodeado de los mejores amigos que podría tener... Está de pie y enfrente a mí el hombre que amo. Estamos charlando mientras vemos las estrellas. ¿Qué puede ser mejor que esto Raúl? Dime.