Capítulo 10

5 2 0
                                    

Programo mi alarma para el día de mañana. Escucho mi celular sonar algunas veces consecutivas y corro a tomarlo, es un mensaje de Aarón.

—"No creerás el lío que es cambiarte de casa, sigo extrañándote."

—"Nunca me he mudado de casa, pero siempre he tenido curiosidad de hacerlo. Pd. Te extraño más".

—"No sabes lo fastidioso que se ha puesto mi padre... ¿Hay posibilidad de que los tuyos me adopten y acepten que sea tu novio al mismo tiempo? Pd. No ocupo mucho espacio, puedo compartir habitación contigo si es necesario. ☺"

—"Se los comentare, tratare de convencerlos de que dormir contigo es la mejor idea del mundo".

—"Gracias, te amo. Ya quiero que sea diciembre para verte de nuevo".

—"Igual yo, de tanto tiempo he olvidado como eres".

—"Pero si apenas ha pasado un día y cuatro horas desde que no te veo". —Enseguida envía un emoji triste, y después una foto de él sonriendo.

Me detengo a verlo, realmente es apuesto, su sonrisa forma una media luna tan brillante como la misma noche. Sus ojos se ven con tanta claridad debido al flash y su cabello dorado es apagado debido a está en algún cuarto y es de noche. Envío ahora una foto mía donde parezco estar triste. Me responde enviando un par de corazones enormes.

Cada día nos mandamos mensajes por lo menos dos veces al día, incluso hay algunos que nos mensajeamos por horas, no hago otra cosa que mandarle mensajes a Aarón. Incluso no presto atención a Daniel o Ana cuando hablamos en los tiempos libres dentro del instituto por mandarme mensajes con Aarón, creo que me estoy enamorando cada vez más y no creí que fuera eso posible.

Martes 24 de Octubre (13 días después de la despedida de Aarón).

Nunca creí que me encontraría en una relación a distancia, pero lo estoy. Nos mandamos fotos a diario, no solo de nosotros sino de lo que hacemos constantemente. Incluso el fin de semana pasado le mande un vídeo donde salía Ana en cámara lenta siendo golpeada por una hoja de papel que Daniel le lanzó en clase de química. Los tres reímos a carcajadas del rostro de Ana y Aarón también lo hizo al verlo.

—"¿Cómo te fue con tus nuevos amigos?" —le mando un mensaje al salir de la escuela, cuando voy rumbo a casa.

—"Muy bien, incluso ya estoy dentro del equipo de baloncesto, el gimnasio es increíble. Mira".

Recibo una foto de un gimnasio muy bonito, muy amplio y limpio.

—"Me alegro tanto por ti, gordo".

—"¿Gordo?" —Envía un emoji con signo de interrogación al lado.

—"Gordito de cariño..." —le envío un par de corazones enseguida.

—...

—"¡Esta bien, ya no usare gordito!" —Emoji molesto enseguida.

Recibo un par de corazones.

—"Mon cheri".

Recibo un par de signos de interrogación.

—"¿Francés?".

—"¿Te gusta?".

—"Prefiero gordo". —Emoji sonriente al lado.

—"¿Sonrisitas?".

—"Definitivamente no".

Aunque sinceramente es el apodo que mejor lo describe, si hay algo que caracteriza a Aarón, es su sonrisa. Hay noches que incluso la comparo con la luna. Lo extraño tanto.

LAS ESTRELLAS QUE CONTAMOS JUNTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora