LAS ESTRELLAS QUE CONTAMOS JUNTOS

Capítulo 22

Jueves 14 de noviembre (Dos semanas después de la fiesta de disfraces)

Daniel se ha marchado y me quedo cenando pollo asado con papá. La relación entre ambos no es bastante buena, pero ha mejorado con los meses.

- Por cierto, siempre me quede con una duda referente a este reloj. –Ve su mano izquierda y puedo observar que es el mismo que le regale-. ¿Cómo sabías que era lo que necesitaba?

Recuerdo cuando fui a la tienda con Aarón a comprarlo a último momento. Él debería llevarse todo el crédito, pues fue su idea.

- Solo creí que lo necesitabas.

Pienso en decirle sobre Aarón, pero no tiene sentido hacerlo. Además papá no tomo muy bien mi relación con él y por otro lado pensaría que había quedado muy afectado por su muerte. Lo cual en parte es cierto, pero no tanto como pensaría si se lo dijera.

- Bueno, de igual manera, muchas gracias.

- Vaya, eso fue hace bastante tiempo.

- Lo sé, pero nunca es tarde para dar un agradecimiento.

A veces quisiera que tuviéramos una mejor relación. Es cierto que desde que le conté a mi familia de mi orientación sexual me uní más a ellos, es como si aquella barrera invisible que me impedía acercarme hubiera desaparecido al decir esas palabras aquel día.

- ¿Cómo estás con respecto a ese chico? –Menciona después de dar un gran trago a su vaso de refresco-.

- Mejor que antes, gracias por preguntar.

- Lamento tanto no haber estado ahí para ti cuando lo necesitabas, hijo. No he sido un buen padre. –Admite-. Solo que tu abuelo siempre fue muy duro conmigo y me educo muy mal, para él estaba mal ser gay, antes los tiempos eran más complicados.

- Lo sé, descuida.

- Debes odiarme por haberte dejado solo.

- No, en verdad. Yo sabía que no ibas a tomarlo bien, pero aun así no quería ocultártelo más.

- Tu madre me contó de él. Deberías ver su sonrisa cuando lo hizo, debió ser un muy buen chico para que tu madre hable maravillas de él. Lamento tanto lo que pasó, era demasiado joven como para morir, pero nuestro señor hace las cosas por algo y sobre todo quiero que sepas que respetaré y aceptaré tu manera de amar. Yo te querré siempre hijo.

Siento un nudo en la garganta al escucharlo. Me duele recordar a Aarón una vez más después de todo lo que sucedió y recordar que éramos de la misma edad. Me parte el corazón que él no pudo estar por más tiempo aquí con nosotros, ni pudo vivir tantas cosas. Además si él no se hubiera marchado no me sentiría tan solo en este momento y no tendría que soportar a las personas que están confundidas consigo mismas. Él nunca se avergonzó de nuestra relación, al contrario creo que él quería gritársela a todo el mundo. Él estaba dispuesto a dar su vida por mí y yo por él, nunca sentiré algo tan hermoso e increíble como lo que tuvimos. Aarón no quería morir, él quería estar vivo para disfrutar de las cosas que tenía sin desear más. Quería ser feliz conmigo. Quería una vida juntos y yo hubiera sido feliz con ello.

- Perdón. –Menciona papá y creo que se ha dado cuenta que me he puesto bastante serio-. No quiero que te sientas mal por mencionártelo, pero quería que supieras del enorme apoyo que tienes.

- No, está bien, él no hubiera querido ser olvidado.

- Pero tú debes continuar hijo.

- Eso intento día con día.

- Me hubiera gustado ser un mejor padre.

- Y yo un mejor hijo. –Menciono y ambos sonreímos-.