[10]

25 3 0
                                    

La semana sigue pasando. Todos hacen como que no existo a excepción de Darwin, que es el único que habla conmigo.Aunque sí es cierto que en casa es otra historia, el hecho de que me hagan el vacío en la escuela me crispa. Después de todo el dramón del fin de semana, madre se puso como una auténtica paranoica cuando se enteró de "mi secreto"; que es una mentira de Karen que por el bien de todos ni le pregunté qué le dijo a madre para no alterar ese equilibrio que tanto le costó restaurar , me contó que mamá la llamó irresponsable y de más para luego hablar conmigo y llamarme "mocosa malagradecida" y que me creía más madura y responsable, que no se esperaba eso de mí y que la he decepcionado. Quería reírme, de verdad que sí pero por respeto no lo hice.

Ese mismo día, después de llegar a casa, Karen entró a mi habitación, habló conmigo y me entregó una carta donde ponía mi nombre. Le conté con más detalle lo que pasó el pasado viernes por la noche y también lo que sucedió el lunes de madrugada por lo que decidimos - por el bien de nuestra madre - mantenerlo en secreto confidencial Evans - una ley que inventamos cuando éramos chiquitas - por lo que la china tomó medidas drásticas osea una verja por aquí, otra por allá, sensores anti ladrones - se que se dice de movimiento - en todas las ventanas y puertas, un guardia 24/7 con su despachito en la entrada de la mansión, cambió las puertas de la casa, cambió las ventanas. Puso cámaras de seguridad por toda la casa. Todo más reforzado. Pero recién, justo ahora, me doy cuenta de que mi hermana tiene un perro que se llama Poncho y no es precisamente un chihuahua, noup. ¿Entonces por qué carajo no ladró? ¿Por qué no se puso como loco verdulero?

Hay cosas que no cuadran en esta historia y casi que me da miedo querer averiguarlo.
En fin.
Alv.
Mañana es viernes y no habrá Teztkat por dos largos días. Pero saberlo no me alegra. Por más que pretenda derrochar felicidad no puedo negar que me muero de ganas por descubrir los secretos del pequeño Bangüar. Me molesta pero también me fascina.
- Oye momo, el sábado vamos a salir con unas amigas ¿Quieres venir? - pongo mala cara. No entiendo

- Haber mijitica, hace nada casi tenemos la tercera guerra mundial en casa y tú ¿Tú piensas en salir de fiesta? ¿Me estás jodiendo? - Niego con la cabeza. Me mira sonriendo - No - digo seca. Elimina su gran sonrisa. Carraspeo mi garganta e intento arreglar mi error. - No me gustan esos sitios. - finjo mi mejor sonrisa.

- ¡Pero será divertido! - insiste - ¡Momo! - hace un puchero. La miro incrédula - Va a ser un mes que estás viviendo acá con nosotros y no te he visto salir con tus amigos a divertirte.- Auch.

No, no tengo amigos gracias a tu pinche cuñado.

- Estar aquí es asfixiante. ¡Y tenemos que quitarnos el espanto mujer! - vuelve a insistir - ¡quiero que conozcas a mis amigas! - vuelve a insistir una vez más.

Esta mujer no cambia.
Cuando éramos pequeñas siempre me llamaba Momo para que la ayudara con alguna travesura o cuando quería salir con sus amigas y necesitaba el apoyo de su hermana pequeña. Ese apoyo que nunca falla y ablanda el corazón de piedra de las mamás machonas.
- ¿Y qué vas a hacer con Tomas? - la miro seria - Es muy pequeño para dejarlo solo, Karen. ¿Qué piensas hacer?
- De él ni te preocupes, no nos vamos a quedar hasta muy tarde - la miro feo. Tipo: ¿a quién quieres engañar vieja? - por lo menos tú y yo no. - me sonríe.
- Haber hermanita, tú y yo nos conocemos muy bien. Tus " no me voy a quedar hasta tan tarde" no sirven conmigo - Alzo las cejas y la cabeza al mismo tiempo.
- Joder Karine, ¿tengo que darte siempre explicaciones del porqué hago las cosas que hago? - dice molesta.
Sonrío - Por supuesto que sí. Así que empieza - le digo seria. Bastante seria.
Empieza dando muchos rodeos. Abre la boca pero la cierra, no puede decir más que un monosílabo.
- ¡Dilo de una vez! - Me estresa de una manera sobrehumana que juegue conmigo de esa manera. Y ella lo sabe. Claro que lo sabe.
- Bueno, a las once tenemos una cena familiar con los padres de Mathèo - mi sexto sentido; el que no consigo descifrar todavía se enciende con letras enormes e incluso fuegos artificiales gritando "cuidado" a todo volumen - y Teztkat también vendrá. - Supongo que mi cara de mierda se lo dice todo - Sé que no te llevas bien con él, de hecho se que no os soportais - se ríe - pero por favor, no seas tan sarcástica y ofensiva en la mesa, por lo menos no delante de mis suegros. Mathèo y yo te lo agradeceríamos bastante. - y así es como señoras y señores mi buen humor se va al carajo.

Buenas noches - es lo único que logro articular.
Tal animal en mi casa...
Saber cómo soy yo con mi familia es como saber cuántos gases se tira la china cuando duerme... ¡Para nada necesario! Es peor que darle alas al demonio para que vuele por los hermosos cielos azules a sus anchas, peor que otorgarle un arma a un asesino para que mate a otro ser inocente por puro placer. ¡Carajo! Es asfixiante convivir con él los días lectivos que son más que suficientes para mi y ya pues me toca por ley para ahora mis también adorados fines de semana.

Osea esto sí que es indignante, es asfixiante y jodidamente exitante. Todo lo que tenga que acabar en ante.
¡¿Por qué?!

****

- Buenos días Momo - dice la china entrando a la cocina. ¿Quién tiene buenos días sabiendo que ese medio animal pondrá un pie en esta casa? ¡Exacto! Todo el mundo menos yo. Obviamente.
- Jelou - contesto engullendo mi tostada
Todos los días son iguales. Nos saludamos en la mañana, comemos como dos vacas y luego hasta las ocho de la tarde no sabemos nada la una de la otra - Y vuelvo y repito: no trabaja - Es algo envidiable que viva tan ocupada y no trabaje - pero bueno, así es esta familia.
No puedo digerir el hecho de que Teztkat Bangüar va a venir a casa con sus padres a cenar con nosotros. ¡Sus padres! Me aterra. En la boda no tuvimos el lujo de conocernos bien y tampoco es que hayamos empezado con buen pie. Si antes tenía la esperanza de enmendar ese error - que nunca fué un "error" - ahora queda anulado, rebajado a cero, suprimido. A Game Over si cabe. Como quieran llamarlo. Prefiero dejar las cosas como están.
- ¿Entonces qué? ¿Vendrás? - de verdad que hay gente para todo. Pero ahora sí. Necesitaré algo más que fuerte para esa cena.
- Que sí pesada. - digo cansada de su insistencia. Mi hermana no se toma a mal mi manera de responder, al contrario me sonríe y me besa la mejilla.
Después de saludar a mamá cómo lo hago siempre y a mi bichito que me abraza muy fuerte, me voy directamente al instituto.
Apago el coche y cojo mi mochila.

Me dirijo a mi clase de inglés.
Y como siempre soy la primera en llegar.
La hora pasa volando y no han habido señales de humo o de vida de Bangüar. Se que el orden de prioridades no debería ser este pero al fin y al cabo la existencia de este hombre no es como que me haga mucha ilusión.
Las cuatro horas siguientes han sido iguales, ni rastro de él.
- Si no te das prisa llegarás tarde - dice el profesor de matemáticas justo detrás de mí - date prisa nueva. - dice mordiéndose el labio.
- Con su permiso profe - le digo dando media vuelta y arreglándome la falda. Paso de largo y empiezo a correr agarrando cada extremo de la fastidiosa falda para evitar numeritos obviamente hasta estar frente al aula de literatura. Paso mis manos por mi cabello y me lo desamarro para hacerme más fácil el agarrarlo en un moño. Me aliso la falda con las manos y entro.
- Karine - me llama el idiota mayor - Mírame cuando te hablo - gruñe entre dientes ¿A qué hora llegó? ¿Cómo no lo vi? -

Veo que no puedes vivir sin mí - me giro para mirarlo y responder su patética orden - ¿Y si no quiero? - digo molesta- ¿Te excita hacerme cabrear? - salta provocando que la sangre me hierva- ¿Pero de que... - ¿Van a entrar o no? - nos interrumpe la profesora de literatura. Asentimos y entramos.- Clase 1° A siéntense y mantengan silencio por favor - eleva la voz por encima de todos los murmullos. Me controlo apretando mis labios y mordiendo mi lengua. ¡Bendita profesora de literatura! - Antes de nada, para el próximo lunes vamos a discutir sobre la obra de «Romeo & Julieta» de William Shakespeare. Por lo tanto - nos observa a todos - Julia, reparte los ejemplares por favor - esta asiente sin reprochar, se pone de pie y reparte ejemplares. - Para el examen del próximo martes... - ¿¡Cómo así!? ¡No dijo nada! - tendréis que componer dos críticas basadas en «Romeo & Julieta» , una positiva y la otra negativa, para que se haga fácil y divertido os pondré por parejas - no eran imaginaciones mías - todos ¡Todos! - sobre todo los chicos - quedaron blancos. Pero bien blancos.- Eso no va a poder ser posible profesora - ¿Si adivinan quién acaba de hablar? Exacto. Teztkat.No sé por qué pero tengo un mal presentimiento y no me gusta. Mis malos presentimientos son realmente malos.- ¿Me podría explicar el delegado o delegada de la clase porque no va a ser posible? - nos hace un repaso a la clase completa.Nadie - como es de costumbre - dice nada, nadie hace nada y - jodidamente extraño - nadie movió un músculo osea tan heavy que hasta se olvidaron de respirar.- Lo que pasa - llamo la atención de todos - es que todavía no tenemos delegad...- Pues en ese caso, a partir de hoy y de este preciso momento - dice alto y claro - Karine Evans quedas a cargo de la clase de 1° A de bachillerato como delegada de esta misma - dice con una estúpida sonrisa en la cara. Que yo no tengo nada en contra de ella. Pero ellos... Como si me fueran a hacer caso...

Pozo Sin FondoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora