Pozo Sin Fondo

[11]

Karine

- Kari ¿Estás lista? - grita mi hermana desde detrás de la puerta. Ni que tarde años luz en arreglarme. ¡Por favor!
- Sí, ya salgo.
¿Quién me manda a aceptar tremenda idiotez? Yo debería quedarme en casa, haciendo los deberes, o leyendo la pinche obra de «Romeo & Julieta» para saber qué pedo para con el estúpido examen del martes. O ver una película, que es mejor plan que quemar mis neuronas intentando hacer una crítica basada en esa historia cliché o simplemente memorizando tesis y sistemas de análisis que lo veo mucho más interesante.

Pero por otro lado si me quedo, tendría que aguantar a mamá y sus nervios, en cambio si me voy con la china podré conocer a sus amigas, los lugares de por aquí, me distraerá, no me dará tiempo a pensar en esa cenita "familiar" que me pone los pelos chinitos y lo más importante ¡Me curaré de espanto! Que por cierto ya no pasan cosas raras. Pero aún sigo intranquila.
- Karine mi vida ¿Puedes mover tu lindo trasero y bajar ahora? - vuelve a gritar la China como loca desquiciada.
Me ahorro el chillar como una verdulera y bajo las escaleras lo más decente posible. Sin prisas y despacio.
- Vámonos. Pesada.
Mamá, la China, Mathèo y mi bichito no dejan de mirarme. Mamá me mira cómo si se tratase de un viejo pervertido, la China maravillada, Tomas sorprendido pero Mathèo me mira de la misma forma en la que te miraría tu padre cuando vas a salir con tu vato por la noche. No se explicarlo muy bien pero bueno creo que se pueden hacer una idea.

- ¿Qué? - No creo ir mal. - Vamos - pero por si las dudas me doy una ojeada de arriba a abajo.
Haber no soy la chica diez de decir "Jueputa mamasota" pero creo que tampoco soy una mierdecilla de decir "ugg ¿eso es una mujer?". No entiendo porque me miran así. No me gusta que me miren así. No voy a negar que me incomoda y me pone nerviosa.
- Bueno ¡Hablad! No se me queden mirándome así
- Señorita Karine está preciosa - dice Alicia, la ama de llaves. Mi única amiga por así decirlo. - eso es lo que su familia intenta hacerle entender. - le sonrío y miró a mi familia. Empezaba a preocuparme.
- Vamos - dice Mathèo pero para en seco y se vuelve a girar - No quiero que te alejes de nosotros ¿De acuerdo? - ruedo y pongo en blanco mis ojos. Me giro y me despido de mi mamá y también me despido de mi mocoso, a Alice solo le dedico un guiño.
- Vamos Kari - dice Karen, asiento. Me vuelvo a girar y me acerco a Alicia y me despido de ella.
Salimos de casa y subimos al auto - Que vaya auto - No sé por qué pero cada vez me pongo más nerviosa.
- Karine no puedes hacer lo que te plazca ¿de acuerdo? - lo miro - no puedes beber, no puedes consumir cositas blancas pero por sobre todas las cosas por nada del mundo te quedes sola. ¿Entendido? - ¡Pero qué bonita forma de matar los nervios ¿no?! Todo muy al estilo Mathèo Bangüar.

Llegamos, bajamos del auto y caminamos al antro.

Supongo que vestirme así es un cambio bastante radical y no sé si estoy preparada para cualquier tipo de mirada extrañas.

Mi hermana saca unos cuantos billetes y antes de entregarlos Mathèo se hace notar.

- Mathèo Bangüar - le dice al oído al fortachón de seguridad.
I'm flipping. Sé que la familia Bangüar es muy importante y tiene una gran fuerza influential pero ¿Hasta dónde puede llegar? ¿De verdad tan importante es ese apellido? Porque lo digo enserio yo no lo había escuchado en la vida.
- Karine no te quedes atrás. - me riñe Mathèo. Me apresuro a alcanzarlos. Todo el ruido que hay aquí dentro me da dolores de cabeza. Los oídos me retumban y me cuesta visualizar a mi hermana o a su marido.
- ¿Cuántas veces te he dicho que seas más cuidadoso? Karine no es tonta Mathèo. No quiero que mi familia salga perjudicada de cualquier manera por todo esto. Así que te lo advierto por última vez, ten mucho cuidado con lo que dices. - él la mira atento. Cómo quien estudia a un depredador con ansias de saber cuándo va a cazar. Sabe que Karen no está de broma y no juega con lo que dice. Es en toda regla una amenaza abierta.