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Teztkat

Verla es un golpe de adrenalina y un puñetazo en los huevos. No me he permitido pensar ni un solo segundo en ella, ni en nada que tenga que ver con ella. Incluso me había olvidado de su pésimo carácter y ahora el solo verla me cabrea.

Su rostro está más marcado, su sonrisa no llega a sus ojos y su cabello está más que descuidado. Toda ella está peor que una vagabunda. Y lo que más me revienta es que no se rinde y se que no lo hará, es más no creo que sepa ni qué significa esa palabra tampoco es como que le interese mucho.

Ella no puede hacer nada contra mi padre y eso me irrita de una forma insuperable ya que no se dará por vencida bajo ninguna circunstancia y ese tipo de gente, a mi padre, le obsesiona y el único que puede y tiene el derecho de destrozarla soy yo. Solo yo puedo darme ese lujo, ese será nuestro ajuste de cuentas.

- Sube al ring - ella deja lo que está por hacer y me mira. Sabe que le hablo a ella. Algo cruza su rostro y sin vacilar se acerca al ring.

Su cuerpo ha cambiado, ya no parece un fideo curvilíneo ahora parece una mujer normal sin severos signos de desnutrición. Se hace su típico moño para que sus rizos no la molesten y se coloca los guantes. - No te harán falta te lo aseguro.

Pero no me hace caso, como siempre. A decir verdad si extrañaba que hiciera eso, que me contradiga y lo mejor de todo es que lo hace de una manera tan espontánea que es excitante. Me resulta de lo más divertido ver su cara de rabia y asco total cuando me pilla mirándola tan intensamente - necesitaremos un árbitro - alzo la voz y miro a "nuestro público", algunos la miran con pena y otros con intriga pero solo ellos, mi familia, la miran preocupados.

Shayla se levanta y camina lentamente hacia nosotros echando miradas asesinas a cada tío con intenciones de acercarse para hacer de árbitro.

- ¿Sabéis las reglas verdad? - dice a lo que Karine niega y yo asiento. - Pues no necesitarás esos guantes para empezar. Coged un arma cada uno, ni muy grande ni muy pesada. Exponer vuestras diferencias y el castigo impuesto al perdedor. El primero que caiga inconsciente pierde. El primero que se rinda muere. Y tan simple como que gana el primero que derribe al otro. - Karine traga duro y en seco. Me mira y luego mira a Shayla la cual la mira totalmente calmada. Se quita los guantes y estos caen al suelo provocando un ruido grave. - Que gane el mejor - me mira a mi y luego a ella. - Teztkat tu empezarás - sonrió y le guiño un ojo.

- Te demostraré en qué clase de monstruo te vas a convertir. - Karine respira hondo y aprieta su mandíbula. Asiente ante mi advertencia.

- ¿Y el castigo si pierde? - se apresura a hablar Shayla preocupada. Me giro y la observo, paso mi mirada entre toda la gente amontonada alrededor del ring y observo a mi familia, a mi hermano y por último a Karen, que se está arañando los brazos para no subir y destrozarme la cara. - Cincuenta latigazos a la hora de la cena, tres días sin comer y una semana encerrada sin salir y sin recibir "visitas" de nadie más que yo, en la quinta. - todo el mundo enmudece. Eso es demasiado hasta para mi, pero ella debe entender que contra nosotros no tiene posibilidades de ganar, ni siquiera de salir ilesa, que cuando se juega con fuego, uno se quema y cuando retas al demonio ni Dios puede ampararte. Karen entierra sus uñas con agresividad en su pálida piel y tensa todo su cuerpo. Mathèo me mira dolido y los chicos tragan en seco. Bodgane se acerca a las cuerdas del ring y me observa.

- Te mataré si la dañas - río por la nariz y observo a Karine, dañarla es algo que no puedo evitar.

Pobre idiota

- No la mataré hoy - se lo digo sin pelos en la lengua y su cara se deforma instantáneamente, mira a Karine que está hablando con Rinha. Me acerco a una tabla que acaban de traer y observo lo que hay y lo que mejor me conviene. Escojo una cuchilla de mano y me aseguro de quitarle el seguro a mi pistola. Observo a Karine y ella se acerca con paso firme y seguro. Observa la mesa y luego a Shayla. Escoge dos Kunais, frunzo el ceño.

Pozo Sin FondoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora