O'Malley

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Cuatro días habían pasado y la gente del barrio se preguntaba dónde estaba Gabriel, Karla y Sophie. Llevaban días sin ir al trabajo y a la escuela así que la profesora de Sophie se acercó a casa de la familia Hanael. Toco el timbre sin recibir ninguna respuesta, extrañándose ya que creía que estaría enferma y estarían en casa. Seguía llamando al timbre sin recibir respuesta. La puerta misteriosamente se abrió chirriando molestamente.

-¿Hola?- Pregunto mientras entraba a la casa mirando detrás de la puerta esperando ver a Sophie abriéndola, pero no fue así. -¿Sophie?- -¿Karla?- Llamo sin obtener ninguna respuesta.

Andando por la planta baja sin encontrar a nadie, se dispuso a subir a la segunda planta cuando un fuerte olor le golpeo en plena cara.

Subiendo lentamente se dirigió habitación por habitación hasta que encontró la de matrimonio donde el olor era extremadamente desagradable. Y allí es cuando la vio, una mano saliendo por la puerta del baño con un color que sabía que no era normal.

Bajo corriendo las escaleras tropezándose con la alfombra y llamo a la policía sin saber que escena se encontraba en ese baño y sin ganas de saberlo.

...

2 horas después

No solo la policía se encontraba en la vieja casa de la familia Hanael sino también el FBI. Llevaban más de cinco años investigando asesinatos que a mero ojo humano le hubieran parecido al azar, pero a ella no. La detective O'Malley, la más joven en graduarse desde hacía más de 20 años, y más siendo mujer, analizaba la conducta humana de los asesinos en serie.

Hace aproximadamente cinco años

El primer asesinato que investigo fue en la universidad de Massachusetts el MIT (Massachusetts Institute of Technology), pensándose que sería un asesinato por cuestiones de género o raza como en múltiples ocasiones ocurría en todos los libros, por eso se lo habían asignado a una novata. Pero no, al llegar se encontró a lo que había sido un hombre sin piel y sin corazón. Mirando a los lados viendo que la gente miraba al cielo los siguió encontrándose con la piel del hombre cosida como si fuera una bandera clavada en el mástil de la universidad, ondeando con el frio viento de Boston.

Mirando la bandera ondeante se paró a pensar, su primera misión, con tan solo 22 años y le ponen este caso tan sádico. Suspirando empezó a seguir el protocolo de actuación que le habían enseñado en la academia. Interrogo a los amigos, profesores y los que decían ser testigos.

Todavía no tenía pruebas suficientes para hacer un perfil psicológico concluyente así que se limitó a analizar sin encontrar nada de nada. El asesino era muy meticuloso no había dejado nada, ni una sola fibra, así que investigo a todos los estudiantes y trabajadores del campus incluido profesores, mirando sus antecedentes, ya que un asesinato así no debía ser su primera vez, y no creía que fuera la última. Unos 1.025 profesores y 11.319 alumnos, pero nada, algunos casos de agresión, robos, pero nada grabe, ningún con problemas psicológicos extremos.

Se sentaba en un banco día tras día a analizar el comportamiento de los estudiantes sin encontrar nada extraño. Suspirando por no encontrar nada, se estaba empezando a molestar, sus jefes la empezaban a ver como esos casos de estudiantes en quántico gloriosos, perfectos y cuando salían no podían con la presión y acababan haciendo papeleo.

-Hola- Una niña pequeña morena se puso a mi lado, era extremadamente hermosa, me confundía pensar así, yo siempre me había considerado heterosexual y ella era una niña.

-Hola- Le respondí pensando que la conversación había terminado.

-¿Tú eres la del FBI?, todos hablan de ti-

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