Llamada

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-Bueno... y cuéntanos un poco de tu vida. ¿Cómo llegaste a ser nuestra profesora?- Pregunto Raven recogiendo su plato y llevándolo a la cocina junto a todas las demás que realizaban la misma acción.

Kieran deja el plato en el lavaplatos y se gira con destreza. – ¿Os digo la verdad o preferís que os mienta?-

-La verdad- Dijo Alex mirándola fijamente a los ojos.

Kieran suspira y mira al techo. No sabía si decirles la verdad o simplemente inventar algo por la marcha. Pero sabía que a simple vista se veía que odiaba ser profesora, así que tendría que inventar una excusa mejor.

-Estaba buscando algo- Dijo mirando a Octavia que le sonrió y le guiño el ojo. Cosa que no pasó desapercibido para Alex.

-¿Estáis saliendo?- Pregunto Alex señalando a ambas. Kieran y Octavia se miraron un rato y de pronto las dos empezaron a reír descontroladamente. Mientras seguían riendo Kieran coge el paquete de tabaco que tenía escondido en un cajón y saca dos.

-No... ella está destinada a otra persona.- Dijo Octavia cuando dejo de reír y aceptando el cigarro ya encendido que le tendía Kieran.

-¿Estas con alguien?- Pregunto Kara con un nudo en la garganta y con escozor en los ojos, pero solo lo noto Kieran y Octavia.

-No...- Le respondió mirándola a los ojos percatándose del peso que le había quitado de encima, ante tal declaración.

-¿Y cómo sabes que estas destinada a esa persona?- Siguió preguntando Kara sentándose en el taburete donde había estado sentada esa misma tarde.

-Pues porque...- Cuando iba a responder su teléfono sonó cortándola abruptamente. Gruño antes de atender la llamada.

-Si- Dijo secamente.

-Hola... ¿Kieran?-

-¿Sara?- Pregunto frunciendo el ceño y mirando a Octavia que se había acercado pegando su oreja al teléfono y sonriendo diabólicamente. Todo eso ante la atenta mirada de las tres chicas que estaban extrañadas, ya que durante toda la cena habían sido muy simpáticas, y en ese momento parecían haber cambiado de personalidad drásticamente. No solo en la voz sino en los gestos que hacían y en las sonrisas diabólicas.

-Si-

-¿Ser del FBI hace que infrinjas la ley y busques mi número de teléfono en la base de datos o simplemente te importaba mas bien poco?- Dijo Kieran secamente apagando el cigarrillo en su mano y tirándolo a la basura.

Kara vio como se lo apagaba en la mano y se preguntó internamente porque no se quemaba. Algo andaba mal, pero no sabía el que. ¿Quién demonios era esa chica que hablaba por teléfono que provocaba ese cambio de personalidad?

-No, solo quería avisarte de una cosa.-

-Te escuchamos- Dijo refiriéndose a Octavia y a sí misma.

-Desde que os fuisteis Julie ha estado extraña y a principios de semana desapareció sin dejar rastro. Sé que podría estar en casa de su tía o no sé. Pero es mejor prevenir que curar y como ha estado tan modo acosador contigo quería prevenirte por si aparece por donde estés.-

-Ya veo...- Los dedos de Kieran resonaban en la isla de la mesa, su sonrisa parecida a la de Cheshire mostraba sus blancos dientes y un brillo en sus ojos distinto al que llevaba desde que conoció a Kara. Su demonio interior se había estado apaciguando. Kara le anestesiaba, ahora se daba cuenta de ello, y eso definitivamente no le gustaba. Su parte demonio le encantaba y no estaba dispuesta a abandonarla, no sin luchar.

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