¿Cerdo?

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Algo le olía mal se lo intuía, llevaba una semana entera planeando con el estúpido de Callahan que ahora se encontraba detrás de una de las montañas dentro de una camioneta junto a 3 agentes más. Porque demonios había dado la idea de dejarse seducir por Kieran para sacarle información sobre sus hermanos.

Ahora se encontraba parada delante de la puerta de esa mansión, había ido sin avisar, esperaba que Kieran le invitara a cenar o algo así.

Llevaba un vestido rojo sangre, sabiendo que ese color le gustaba, le había visto usar ropa de ese color. Unos tacones negros, el pelo pelirrojo suelto y un maquillaje oscuro pero simple. A la vez llevaba un micrófono en el collar junto a una cámara, ella no podía oírlos pero ellos a ella sí.

-Allá vamos- Suspiro tocando el timbre.

Abriendo la puerta Kieran recorrió con la mirada de los pies a la cabeza a Julie.

-Hola preciosa- Dijo apoyándose contra el marco de la puerta. –Que hace una chica como tú en un desierto como este.-

Cuando iba a hablar Kieran le puso el dedo en los labios. –No hace falta que respondas, como vas vestida lo dice todo. Has venido a cenar, pues estas de suerte he hecho carne, y yo soy vegetariana, me intuía que vendrías.- Le guiño el ojo y bajo la vista hasta su collar sonriendo. –Muy bonito- Las yemas de sus dedos empezaron a bajar hasta su escote provocando un escalofrío en su cuerpo, y Kieran lo noto.

-Pasa- Le abrió la puerta dejándola pasar.

-Siéntate donde quieras, nadie vendrá hoy. ¿Comes carne no?-

-Sí, claro. ¿Qué carne es?- Pregunto sin prestar mucha atención.

-De cerdo- Dijo con una sonrisa tan grande que extraño a Julie, pero no le dio importancia.

Mientras metía la carne en el horno y en otra bandeja una lasaña vegetal, Julie miraba las fotografías que no había apreciado la semana anterior. En todas ellas salían chicas preciosas sonrientes, mientras Kieran las sujetaba con posesividad, eso le hacía añadir un rasgo más a la mujer que investigaba, entre ellos estaba ser egocéntrica, manipuladora, astuta, obsesiva y ahora posesiva. Pero algo no le cuadra, todas estas características podían ser rasgos de una psicópata pero era vegetariana. No lo entendía. Así que decidió preguntarlo sin más.

-¿Eres vegetariana?-

-Si... de toda la vida- Nunca había podido comer carne, lo había intentado pero su cuerpo la rechazaba. Era un demonio pero seguía siendo un ángel al fin y al cabo, los ángeles no podían comer animales, porque tenían almas.

-¿Nunca has comido carne?- Pregunto mientras se cruzaba las piernas seductoramente sin darse cuenta. Su cuerpo le pedía la atención de la mirada de Kieran.

-No- Le respondió sentándose muy cerca de ella, acariciando la pierna que tenía subida. Jadeo levemente. Subía la mano hasta la pierna interior, muy cerca de su intimidad. La mirada azul de Julie se oscureció y se fue acercando a los labios de Kieran. Cuando estaba a punto de besarla mientras se excitaba por la presencia de la mano que reposaba a centímetros de su centro que ya estaba mojado.

-Riing Riing- Sonó el temporizador del horno avisando que la cena estaba preparada. Se levantó apresuradamente sin besarla.

Mientras sacaba la comida del horno y la ponía en platos miro a Lilith. –Hola pequeñina, hoy tenemos invitados la chica del salón y cuatro mas en la furgoneta oscura que está al otro lado de la montaña.- Le susurro al cachorro ladrando como si entendiera lo que le ha dicho. –Ella se cree que no lo sé... pero tranquila tengo una idea.- le beso la pequeña cabeza, dejo los platos en la mesa que había preparado y regreso para ponerle la comida a Lilith.

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