🦋 | c i n c o | 🦋

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Luego de ese gran drama que armé con simio Alfa, nos encaminamos a la biblioteca para estudiar. Creo que nos faltaban unas cinco cuadras para llegar cuando mi celular empezó a sonar.

–Presidente Park Jae Bi ¿qué solicita? –Dije con tono autoritario y arrogante. Oí la risa nasal de Min cosa que me contagió.

Deja tus idioteces niña, ¿en qué biblioteca estarás? –Preguntó al parecer fastidiado Ji Min.

–La verdadera pregunta es, ¿en qué biblioteca estaremos? –Hice énfasis en la palabra estaremos para dejar en claro que no iba a estar sola.

Lmao.

Ajá sí, van a estar. Hablo en serio niña.

–Para empezar que yo tengo nombre, es Jae Bi, no niña. Y segundo, ¿para qué vas a venir?

Jae Bi, hablo en serio.

–Yo también –Me encogí de hombros. Sentía la risa de Min cerca mía, miré a un lado y cada vez estaba más pegado a mi, me miró y se encogió de hombros, restándole importancia a la cercanía. ¿No sabe que soy alérgica a la gente?– ¿Qué haces? –Pregunté susurrando.

–Quiero oír idiota –Murmuró de la misma manera que yo con el ceño fruncido.

Min, deja de estar hurgando en nuestras conversaciones –Dijo enfadado Ji Min– Como sea, Jae Bi, dime en qué biblioteca vas a estar. Papá está preguntando, no es porque me importe.

–Ajá sí, le avisé a papá por Kakao, nos vemos en casa Park –Corté la llamada y guardé mi celular en mi bolsillo. Podía oír la risa sarcástica de Min sobre mi oído.

–Es increíble como oculta que realmente se preocupa por ti –Soltó mirando al frente.

–¿Que? Él me odia... no se preocuparía nunca por mi, por más que le den diez millones de Wons... –Rodé los ojos.

–Tu no estás en el salón como para asegurar eso –Dijo con una sonrisa de lado.

–¿Qué? –Lo miré de golpe.

Negó y siguió caminando con las manos en los bolsillos. Entramos a la biblioteca y fuimos directamente a la mesa del fondo. Fui en busca de un par de libros de matemática para enseñarle trampas y trucos para eso.

–¿Para qué tantos libros? –Puso enseguida su clásica cara de asco mientras se removía en su asiento.

–Te voy a enseñar un par de trucos para resolver más rápido y que las cuentas te den bien. Es demasiado simple... –Me encogí de hombros.

Estuvimos las tres horas estudiando matemática. Le hice unos cuantos ejercicios de ejemplos y le preparé un mini examen para que practique.

–Entonces, ¿entendiste lo que debes hacer? –Pregunté rendida, hizo cinco veces el mismo punto y aún no le salía.

–Ahora sí... creo –Dijo con parsimonia comenzando a hacer los ejercicios. Resolvió unos siete en lo que yo terminaba lo poco de mi café y volvió a hablarme– ¿Por qué no te llevas bien con tu hermano?

Dejé mi café en la mesa y me acomodé mejor en mi silla, miré hacia otro lado para así comenzar a hablar de la hermosa relación– Pues... no nos conocemos mucho... ¿Sabes? Te contaría... pero no tengo tu confianza aún.

Suspiró mirando hacia otro lado y volvió la vista hacia mi– ¿Cuenta si te digo que no hablo con nadie? ¿No tengo amigos? –Arqueó una ceja.

–No cambia nada. Las personas ocultan su verdadero yo detrás de una mascara –Hice una mueca.

–¿Y si te cuento algo de mi? –Chantajeó mientras apartaba su libro– Sería un buen negocio Jae Bi.

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