🦋 | t r e i n t a | 🦋

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–Puedes ser bastante amenazador cuando te lo propones Min, pero no me das miedo. Sé de lo que puedes ser capaz y de lo que no –Dije retirando sus brazos de al rededor de mi rostro y empujándolo ligeramente hacia atrás con una pequeña sonrisa.

Soltó una risa nasal mirando hacia abajo y la alzó para encontrarse con la mía– No creo que sepas de lo que soy capaz, no conoces lo que le hice a Moon, sólo te lo conté. No me subestimes, Park.

–¡Pero si eres un lindo niño! No podrías dañar ni a una mosca...

–Ya me voy, ve si encuentras a Jin por ahí o vete a tu casa, me dijiste que tenías hora libre. Probablemente luego de salir de aquí vaya hacia allá para estudiar... nos vemos niña –Revolvió mi cabello amistosamente y se fue al gimnasio.

Maldito idiota. ¿Cómo puede invitarse solo a mi casa? ¿Quién lo invitó? Idiota. Como sea, como Jin ya se fue iré a ver si Hope está por aquí, lo conoceré un poco más.

Busqué por toda la Uni a J-Hope, pero no lo encontré. Tal vez se fue a su casa y yo aquí como idiota buscándolo. Ya rendida decidí ir a mi casa y ordenar un poco mi habitación, ayer cuando fui a casa de Yoon Gi desordené todo por encontrar ropa que le guste... tal vez deberíamos ir de nuevo a Myeong Dong para comprar. Hoy en vez de estudiar compraremos, está decidido. Tal vez le compre algo a él... no lo sé. Tampoco sé cuándo es su cumpleaños. Que buena amiga. Aunque él tampoco sabe cuándo es el mío... le preguntaré más tarde... o cuando lo vea.

Salí del edificio encaminándome a mi casa que queda lejos, pero como papá está ocupado, Ji Min y Yoon Gi entrenan y Chan Yeol estudia, debo irme solita y caminando. Vi a Jeon sentado en la baranda del cantero que adentro tiene un árbol de cerezo que adorna la institución, estaba con su celular y una sonrisa adornaba su rostro. Instantáneamente recordé la carta que me había dado indirectamente. Estaba pensando en si decirle que hablemos o no. Tenía en mente dos posibilidades. Uno, que me confiese todo a la cara y termine como los doramas, o dos, que sea un idiota y no quiera hablar. Me tiré más por la segunda opción, pero de todas formas decidí hablarle.

–¡Jeon! –Grité a todo pulmón para que me oiga. Se giró en mi dirección y alzó ambas cejas. Caminé hasta él rápidamente y me senté a su lado, intenté evitar el contacto para que no me pegue sus pulgas– Creo que... debemos hablar.

–¿Sobre? –Dijo con notorio nerviosismo en la voz.

Tomé una bocanada de aire y la largué junto con lo que debía decirle– Sobre tu carta...

Tragó grueso y suspiró– Verás... no... no sabía cómo decírtelo y creí que nunca la leerías ya que me dijo Ji Min que no usas tu casillero... él sabe que me gustas y me prohibió rotundamente que haga algo contigo... no quiere que salgas lastimada por alguna de mis idioteces, sabes que soy demasiado bipolar, hasta tú lo dijiste un día. Pero... supongo que me alivió un poco escribir lo que siento.

–Tú... ¿sabes que no siento nada? –Pregunté algo ida. Suspiró y miró hacia abajo.

–Siempre lo supe. Aún así, me sigues gustando y sigo haciéndome daño a mi mismo... así que... no lo sé. Tal vez intente con otras chicas... pero lo que siento es fuerte.

–Jung Kook... debes dejar esos sentimientos de niño encaprichado... ¿desde hace cuánto que gustas de mi?

–Te lo escribí en la carta...

–Fue... hace bastante tiempo entonces...

–Sí, pero aún así, no puedo evitarlo. Ji Min me ha presentado millones y millones de chicas... ninguna se compara contigo –Dijo viéndome directamente a los ojos.

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