Hold Me Tight

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–Eso te pasa por metida –Refunfuñó Min mientras curaba mi ceja derecha. Como soy bajita, el golpe no impactó en mi nariz o en mi boca como a ellos, impactó en mi ceja. ¡En mi hermosa y sensual ceja! ¡Depilada hace tan sólo dos días!

–No quería que te sancionaran –Me encogí de hombros. Aparté su mano cuando iba a ponerle alcohol. Por enésima vez– Ya estoy bien... deberías curarte, ¿sabes?

–Yo ya he pasado por esto millones de veces niña.

Señor Min Yoon Gi y Kim Matthew, a mi oficina en este preciso momento. Gracias.

–Papá quiere verte... –Dije con una mueca en mis labios.

–Prepárate para no verme en la mañana por el resto de la semana, niña –Suspiró mientras se levantaba de la camilla en la que estábamos– Supongo que te extrañaré... no lo sé.

–Yo... tú no estarás suspendido Min –Fruncí el ceño.

Él rió y negó. Caminó en dirección a la puerta del pequeño consultorio y se giró apenas para verme– Nos vemos otro día, Jae Bi –Bajé de la camilla y caminé hasta él, abrazándolo como siempre lo hago. Hundió su cabeza en mi cuello y suspiró, con algo de preocupación– Espero que no abraces a nadie más mientras yo no esté.

–¿Ni si quiera a mis hermanos? –Pregunté con gracia.

–Ni a Jin, ni a Han, tus amigos, ni a Felix –Dijo también con gracia.

Me separé de él y tomé ambas mejillas mientras lo tiraba de un lado a otro– ¿Sabes que nos vamos a ver por la tarde?

–¡Suéltame! Y sí, pero estoy haciendo todo más dramático para poder dejarte conforme. Sé que te gustan los dramas, me lo has dicho.

Reí y lo solté. Revolvió mi cabello e hizo un saludo militar con su dedo índice y grande. Hice lo mismo mientras sonreía.

ஐஐஐ

Corrí en dirección a la oficina de papá, en el medio de todo ese trayecto tuve caídas, golpes y un par de tropezones. El peor fue cuando choqué con Jung Kook y tuvo que levantarme de la cintura. ¡Maldito simio! ¡Me pegó las pulgas! Llegué a la oficina de papá y abrí de golpe la puerta. Tipo dorama. Vi la cara de hermosa confusión que pusieron mi papá y Kim, y vi también la pequeña sonrisa ladina que tenía Yoon Gi.

–Hija... ¿qué haces aquí? Estoy ocupado... –Dijo mi papá con una ceja arqueada.

–¡Sólo vine a declarar! ¡Yo soy una testigo de lo ocurrido! –Exclamé con el índice en alto y a los gritos como toda loca– ¡Hasta recibí un golpe por parte de uno de los agresores!

–Jae Bi, ¿quién te golpeó? –Preguntó con algo de molestia en la voz mi papá.

–Te lo diré, pero sólo si no suspendes a Min... él no tiene la culpa –Dije mientras me cruzaba de brazos.

Suspiró– Bien, Min no será suspendido, pero sí tendrá un castigo de todo un día –Gruñí mientras fruncía el ceño– Bien, siete horas –Hice la misma acción– ¿Cinco horas? –Me crucé de brazos mientras arqueaba una ceja– Tres... –Negué– Una... –Asentí– Bien, una hora de castigo, sin suspensión.

–Promételo. Soy tu hija menor, debes consentirme.

–Lo prometo, ahora, dime quién fue.

–Fue Kim. Kim fue quien comenzó todo. Yoon Gi sólo se lo chocó y él quiso comenzar una pelea. Yoon Gi dijo que ya no hacía esas cosas, que cambió, pero él insistía e insistía. El primero en dar un golpe fue él, es decir, Kim. Luego Yoon Gi se cegó por el enfado y pim pum pam Kim me golpeó, vi elefantes rosas, Min me curó y ya.