Volví.25.

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En la Torre de Astronomía:

    Después de otro reconfortante abrazo de parte de Tomas, él me ofreció ir a la Malfoy Manor para tranquilizar a mis padres. Se me ocurrió escribirles una carta para que sepan que estoy bien y que estén contentos con mi llegada.

    "Hola, familia. Quieron que sepan que estoy bien y sin ningún daño físico como mental. Me encantaría verlos. Estoy con un viejo amigo que me está apollando en todo. Quiero verlos. Espero que estén en casa. Voy para allá.

                                                Los ama demasiado, _________". 

    Tomas me agarró de la mano y sentí un leve cosquilleo. Creo que básicamente, un zoológico estaba desatando una pelea con todos sus animales, porque me estaba muriendo. No le tomé mucha importancia y me aferré a Tomas.
   Me agarró de la cintura y me posicionó delante de él para ver mejor. Giré mi cabeza y lo miré por el hombro derecho. Me sonrió y me guiñó un ojo. Yo solamente reí. 

    Alas brillantes habían aparecido detrás de él, ubicándose perfectamnete en su espalda. Me levantó, corrió y se lanzó por al ventana. Sentí pánico, pero sabía que estaba con Tomas y me tranquilizé. 

    Dos segundos después, estabamos volando en dirección a la Malfoy Manor. La lechuza que llevaba la carta para mis padres, ya se había enviado así que estaba un poco mejor.
    - Esto es... -hice una pausa tras la mirada de Tomas en mí. El paisaje que nos rodeaba estaba lleno de árboles altos y frutos por aquí y frutos por allá. - No soy un perro, pero... Wow. 

    Tomas se limitó a reír. Me aferró a su cintura y, no quiero ser desubicada pero, sentí a su pequeño amigo debajo muuy encendido. Sentí como mis mejillas tomaban el color del pelo de Ron. Me había sonrojado y solo Harry había logrado eso en mí. Me volví a sonrojar.

    Pasaron unos pocos segundos y ya estabamos delante de la puerta de la Malfoy Manor. Tomas me dejó de abrazar por la cintura y se paró detrás de mí. Tomé aire y toqué la puerta. Nadie abrió. Volví a tocar, insegura, y la puerta se abrió de apoco.
    - ¿Qué qui... -mi madre se encontraba en un estado de shock, mientras yo sonreía como mi tía Bellatrix. Decidí abrazarla, pero ella seguía en su mundo.
   - No sabes lo mucho que te extrañé. -ella reaccionó y correspondió a mi abrazo. Ya podía sentir sus lágrimas.- Extrañé que me gritaras para que no llegara tarde a ningún lugar, extrañé que criticaras mi forma de vestir. Te extrañé, mamá.

    Creo que esa fue la gota que colmó el vaso. ¿El vaso? Creo que fue la oración que colmó su corazón. Okey, no. Pero todo lo que dije fue verdad. Extrañaba a mi familia. Ella se separó de mi y me sonrió, miró a Tomás y me miró confuza.
    - ¿Quién es él, cariño?. -preguntó con un tono de amor. 
    - Tomas Scott, un gusto Sra. Malfoy. -quiso sonar formal. Mi madre lo miró indecisa, mientras seguía abrazándome.

    - Él me ayudó a venir aquí, mamá. -contesté nerviosa.
    - Que bueno que cuidaste de mi hija, Tomas. Pero, ¿Te podrías retirar?. Quiero un momento madre e hija. -contestó ella con la cabeza en alto.
    - Claro, Sra. Malfoy... -respondió Tomas.
    - Llamáme Cissy. 

Eso fue un gran paso, madre. 

    Tomas se retiro educadamente y me dejó a solas con mi madre. Ella me sonrió, me volvió a a abrazar y entramos a la casa. Esperamos a que llegarán mi padre, que estaba en una reunión en l Ministerio, y a mi hermano, que se fue a la casa de Zabini.

    Escuché la puerta abrirse e inconsientemente sonreí. Los pasos se oían cada vez más fuertes y mi sonrisa no podría ser más grande. Creo que era como la del gato del País de las Maravillas. 
    - Draco, ¿Cómo la pasas... -la voz de mi padre no la escuché más y sentí dos pares de brazos rodeándome. 
    - Dime que esto es real y no un sueño. -declaró Draco. Sólo me limité a negar con la cabeza y volver a abrazarle.

Al fin había vuelto con mi familia. Con mi verdadera familia.

Sangre Verdadera -Harry Potter. TERMINADA #1TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora