A BOLT FROM THE BLUE | ❛Natasha ha tenido éxito en su misión de regresar a los cuarenta y cambiar la línea de tiempo para salvar a Steve. Pero cuando se despierta 70 años después, poco esperaba que su nueva compañera de equipo fuera la imagen de su...
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Era viernes por la noche y Bucky había querido salir de fiesta. Steve se había negado, alegando que tenía algunos informes que terminar y un poco de sueño como para ponerse al día. Aunque este último no era exactamente falso, se había asegurado de no precisar que era el hecho de que no podía entender el destino de Natalie lo que lo mantenía despierto durante muchas horas por la noche. Bucky primero se quejó y luego finalmente aceptó, prometiendo que no lo despertaría cuando volviera a casa más tarde en la noche.
Steve estaba sentado en el sofá, mirando un viejo juego de béisbol y un documental de la Segunda Guerra Mundial.
-En 1932, Adolf Hitler ganó las elecciones por un voto.
-Erróneo. -murmuró para sí mismo y suspiró con exasperación. Luego cambió de nuevo al juego de béisbol.
Un golpe en la puerta perturbó la tranquilidad en el apartamento. Frunció el ceño, no acostumbrado a que ocurriera tal evento, luego se puso de pie. Tenía que ser un error, probablemente un repartidor otra vez. La semana pasada, se suponía que el chico que había golpeado debía entregar una pizza un vecino de abajo.
Abrió la puerta de par en par y se quedó paralizado por la vista ante él. Romanoff, vestida con jeans oscuros y una chaqueta de cuero, estaba inocentemente parada en el pasillo de su edificio.
-Oye, ¿está Barnes aquí? -preguntó, inclinándose hacia un lado y husmeando abiertamente en el apartamento.
-Está... fuera. -respondió aturdido.
Natasha hizo un puchero y luego se encogió de hombros. -Eso es una pena. Supongo que mi broma tendrá que esperar hasta el lunes por la mañana, entonces.
Ella mostró lo que estaba sosteniendo detrás de su espalda.
-Traje algunas películas. Tienes que ponerte al día en serio.
Abrió la boca, listo para hablar, pero su mente estaba saturada de confusión. Una parte de él quería protestar, ya que lo último que quería era intercambiar una tarde para pensar en lo que respecta a Natalie para una noche de cine con su doppelganger, pero Natasha ya estaba adentro. Ella rápidamente entró por la puerta y se dirigió hacia la sala de estar.
Se dirigió al televisor y se arrodilló.
-Wow. Estoy casi sin palabras al descubrir que tienes un reproductor de DVD. -comentó de forma casual.
Se quedó torpemente detrás del sofá, protegiéndose mientras la observaba con la boca abierta, procesando lentamente la perspectiva de la noche.
