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Fue así como comenzó mi transformación, elegí cuidadosamente el día en el que mi papá y hermana no estuviesen en casa, sabía que podían interferir en mis planes.

Había comprado jabón perfumado, talco blanco para pintar mi cabello, no sabía si eso serviría pero, ahí estaba, paraguas... Las personas me miraban extraño cuando lo compré, porque si eres de la lluvia es ridículo usar un paraguas, como también debería ser ridículo que los vendan, pero debido a que esta región era muy movida, habían extranjeros que lo necesitaban, también compré ropa nueva blanca. Con el plan en marcha, ya disfrazado de lobo blanco me dirigí a la sala de la casa donde reposaba mi mamá leyendo un periódico.

----Mami, nos veremos pronto---- dije tranquilamente como si nada para evitar llamar así atención, ella me miró extrañada----Iré a buscar a mi pareja---Ella abrió la boca como pensando dos veces mis palabras

----Jungkook... No pensé que lo ibas a tomarlo tan en serio... Yo, no debes ir ahí, es peligroso-----Habló un poco aterrada, excusando------Mi cielo, ¿por eso estás todo de blanco?----Abrió los ojos como perlas.

----No le digas a papá, por favor---Le rogué, casi que de rodillas, ella me miró indecisa, apasiguó su semblante para luego acariciar mi rostro.

-----Tu papá me matará si te dejo ir, no seas ridículo---Me miró juzgandome.

___Mamá, tienes que entenderme___Supliqué___no me pasará nada, ya crucé y conocí a alguien, me están esperando___mentí

___Espero que sea así, en ese caso, no veo problema, sólo, no temas en volver, sabes que acá lo tienes todo___Me dijo mirandome de manera seria___Mamá estaría muy triste si no vuelve a saber nada de ti nunca más----me abrazó---Cuidate todo lo que puedas, no le diremos nada a papá, pero en serio, por favor, espero que vuelvas----al soltarme ella sólo pudo articular---- mi Bebé ya es un chico grande------ fue ahí cuando me puse de pie.

Nos miramos por última vez en la puerta de la casa, abrí mi paraguas, las personas cerca me miraban extraño cuando caminaba cubriendome de la lluvia, suspiré al notar que mi cabello estaba tieso por el talco, pero en verdad parecía que yo tuviese el cabello blanco. Con mi maleta llena de plantas medicinales partí al otro lado. A pié llegué a la frontera, estando frente a la nieve descansé un momento.

Lo primero que hice fue internar mi mano, nada sucedió, ni nada me detuvo, se me hizo extraño que en mi muñeca se formara una palabra hecha de hielo "Destino"

Decía "Destino" quizá luego se quitaría, entonces respiré por última vez el aire húmedo de la lluvia. Me interné por completo al lado nevado, hacía un poco de frío, mi cuerpo escalofriando se escarchó completamente, hasta mis globos oculares tenían escarcha, mi cabello, mi ropa. Fue sumamente extraño.

Se desvaneció unos minutos después, volví a ser yo, sólo que en mi muñeca seguía escrita la palabra "Destino" comenzaba a desesperarme, perfecta caligrafía tallada en hielo, aún sin sentir frío supe que la capa de éste lado me había dado una buena bienvenida. Respirando hondo caminé hasta adentrarme más a ese bosque, con el cuidado de no ser visto o detectado, estaba sufriendo de una dendrofilia por éste lugar, o bueno, no eso exactamente.

Alerta, percibí un leve aroma a Omega, sorprendido me oculté en un árbol tras asustarme, ocultando también mi aroma en lo mayor posible, sabía claramente que si me veían me podían hacer daño. Y recordé el artículo del libro en el que decía algo sobre Omegas que también eran dominantes, asomé un poco mi cabeza para observar a la Omega que pasaba frente a mi, parecía tranquila, pacífica, parecía normal, era una chica de unos diecinueve años aproximados, estatura baja, cabello corto. Al igual que yo ella parecía poseer dos ojos de colores completamente distintos, un ojo azulado y otro agrisado, miraba fijamente a un punto, la normalidad empezó a desaparecer cuando ella parecía no parpadear y empezaba a olfatear desesperada.

¿Estaba sintiendo mi aroma?

Rápida, silenciosamente, saqué de mi mochila una planta medicinal que actuaba igual que un neutralizador, por más malo que era su sabor, la comí rápidamente, empecé a asustarme un poco, con los nervios de punta tragué saliva de más. Traté de respirar hondo mientras se iba mi aroma, sabía que ellos podían olfatear el miedo, yo estaba mas asustado que nada, como elefante perseguido por rata.

Y yo percibía algo de curiosidad en ella, sólo que era curiosidad de la malvada, en ese aroma que soltaba aquella Omega...

Unos minutos después dejé de expulsar olor, mi aroma a fruta húmeda ya se había ido, La Omega parecía volver a la normalidad, suspiré aliviado cuando se alejó corriendo, alguien le había llamado.

----¡Therion!----Gritó otra Omega a lo lejos, ella corriendo desapareció de mi vista y pude respirar tranquilo. El aire fluyó en mis pulmones nuevamente.

Ahora el problema era encontrar un lugar para dormir, ese arbusto espinoso por ejemplo, se veía cómodo a comparación de algún otro lugar de este reino.

Con mis manos cavé un pequeño agujero en la nieve, tomé mi forma animal al esconderme ahí, porque afuera no podía arriesgarme a que algún lobo viera mi pelaje tricolor. En un agujero oscuro, unicamente yo, sin compañía, empezaba a considerar el volver a la comodidad de mi casa...

Pero siempre que pensaba en volver a casa, esa sensación de buscar algo me inundaba, después de todo yo estaba aquí por encontrar a alguien, no podía símplemente volver.


Two Worlds  ͭ ⷶ ͤ ᷜ ͦ ͦ ᷜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora