Two Worlds ͭ ⷶ ͤ ᷜ ͦ ͦ ᷜ

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Omnisciente

Unos cuantos años más pasaron, Moonbyul había crecido un poco más, tres años de visitar a escondidas al "Señor Jeon" le habían llevado a construir una relación a ambos, como si se tratara de un par de amigos, aunque Jungkook no podía ignorar la realidad, durante unos meses las visitas habituales de Moonbyul se detuvieron y dejaron de ser constantes, a tal punto de que no volvió ¿que había pasado?

Por su puesto que Jeon había estado alerta todo éste tiempo, se la pasaba en su burbuja, no la burbuja mental, en la burbuja material que le permitía ver el más allá, afanado por cosas que habían sucedido repentinamente se apresuró a alertar a sus dos Hijos-----Soobin, Yeonjun ¿saben cocinar verdad?----Pregunta Jeon----Tendrán que arreglárselas solos mientras yo no esté porque me iré por un tiempo, tengo un asunto pendiente----Confiesa Jeon, lo tenía, algo había llamado su atención y tenía que ir a investigarlo, el ambiente mágico se había tensado repentinamente, la señal que Jeon había plantado en el brazalete de su hija mayor se había roto, cosa que significaba que Moonbyul había usado una de las reservas que Jeon había plantado en el brazalete, por suerte podía confiar en su propia magia, su hija iba a estar bien pase lo que pase.

Justo antes de partir, Jeon dejo plantando

también, magia en los cristales de la frente y mano de sus hijos----Si están en problemas deben invocar la magia que planté en sus cristales, ya me voy, hasta pronto, espero no quemen la casa y por favor por nada del mundo deben atravesar fronteras, precisamente me voy porque algo malo está pasando----Les advierte para finalmente retirarse.

Fuera de su casa se pone una túnica negra que le cubre hasta el alma, a pasos rápidos se dirige hacia ese conocido puente que separa dos civilizaciones, suspira profundo adentrándose, abriéndose paso por los helados caminos, estaban más escarchados y resbaladizos de lo normal, más de lo que recordaba..

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Hace unos años el mismo hombre que va caminando tranquilamente había sido corrido con toda la crueldad del mundo, ahora había una diferencia, ésta vez nadie lo iba a lastimar, ésta vez no tenía miedo, ésta vez sabía exactamente a donde dirigirse, ahora tenía en claro que nadie lo iba a tocar, Jeon Suspiró al divisar lo que sería la clásica fuente con un lobo tallado en hielo, estaba ahí, pero estaba destruida, sus restos yacían en el suelo, también a sus pies yacía el cadáver de una mujer.

Poco le importó y continuó con su camino, Jeon no iba al Palacio, Jeon se dirigía a un viejo lago, donde había hecho una promesa que no pudo cumplir, hasta ahora claro, adentrándose al frívolo bosque suspiró.

El lago levemente congelado era visible junto a un gran árbol a su lado, árbol que seguía igual de tupído pese a los años que tenía.

Jeon se posó a una distancia considerable del lago, pero lo suficientemente cerca para contemplarlo, de un pequeño amarradijo que traía sacó un libro que él mismo había escrito, se dirigió a las últimas páginas y comenzó a entonar una melodía.

Si esto es lo que fuiste, por favor regresa, si hace unos años éramos iguales, por favor cambiemos, si no sabemos lo que somos entonces recordemos lo que fuimos

cantó, una y otra vez sólo por la mera diversión, hasta después de unos minutos que elevó su mano por donde brotaban estelas de luz azulada que se fueron mezclando con el agua congelada que alguna vez fue negra durante los últimos años, lazos de luz intentaban purificar el lago negro donde iban muriendo varias ninfas malas, desde la esquina comenzó el agua cristalina a nacer de nuevo, hasta que finalmente todo el lago había vuelto a lo que era antiguamente.