Ese iba a ser un gran día para Todomatsu: por la mañana tendría una cita que podía decidir su futuro y por la tarde Totoko daría un concierto. Con ese pensamiento, se levantó temprano para prepararse; aunque aún tenía ciertas reservas, había vuelto a vestirse en su cuarto. En cuanto terminó fue al baño, sin molestarse en decirles nada a los demás, y comenzó a arreglarse para el gran día; sin embargo, antes de poder darse cuenta, el reflejo logró aislarle de todo por un instante.
– No puedo creer que esté haciendo esto, pero, si todo empezó por una cita, otra podría terminarlo, ¿no? –reflexionó mientras acariciaba su pelo, decidiendo qué peinado llevaría– De todos modos, si no funciona también salgo ganando.
Le sonrió a la chica del espejo; era consciente de que, mientras ella estuviera allí, era una aliada potencial para escalar en la pirámide de la sociedad. Quizá empezaba a agradarle, pero eso no significaba que quisiera quedarse así para siempre.
Cuando acabó, vio a sus hermanos bajando. Parecía que, sin importar a qué hora, cuando terminaba su ritual sus hermanos estaban allí. Tras los respectivos saludos, los cuatro recién llegados fueron a desayunar y él le gritó al que faltaba.
– ¡Jyushimatsu-niisan! ¡Date prisa! ¡Se nos va a hacer tarde!
– ¡Hai, hai! –respondió el quinto acompañado por el sonido de cosas cayendo y chocando.
– A saber cómo estará dejando la habitación –comentó Choromatsu–. No pienso ser yo el que la recoja luego.
– Tranquilo, yo lo haré, buraza –se ofreció Karamatsu y después le echó un vistazo a Totty–. Hoy estás especialmente beauty, my sisuta. ¿A qué se debe tu bella apariencia?
– No sé, quizás tengo la maldición de ser tan lindo –bromeó poniendo una mano empuñada frente a sus labios mientras sus ojos brillaban con falsa inocencia.
Los demás rodaron la mirada; entre el doloroso y la diva acabarían matándoles de tanto engreimiento. Totty se sentó a la mesa mientras esperaba a su hermano y todos volvieron a centrar su atención en su desayuno, suponiendo que el menor no quería contarles adónde iba; sin embargo, Choromatsu no podía dejar de mirarle de reojo con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
– Eh... Totty, no deberías sentarte así.
– ¿Por?
Estaba como normalmente, con las piernas colocadas más o menos al estilo indio. Entonces cayó en la cuenta y se puso de rodillas usando la parte inferior del vestido que llevaba para asegurarse de cubrirse.
– ¡Y tú a dónde estabas mirando para verlo, ¿eh?! –protestó avergonzada.
– ¡Eso es algo que se ve aunque no lo intentes!
– Ju, ju, ju. Pajamatsu ataca de nuevo –comentó Osomatsu con una mano delante de su boca tratando de esconder la risa pícara.
Eso fue suficiente para que el primer y el tercer hermano empezaran a discutir. Los demás no le tomaron importancia, esas peleas eran el pan de cada día. Totty miró hacia la puerta un tanto impaciente.
– Menos mal que mi cita es con Jyushimatsu-niisan –comentó.
– ¡¿Qué?! –gritaron los otros al unísono, sorprendidos.
De alguna forma eso provocó que un poco de comida se estrellara en la cara de Karamatsu al distraerse, haciendo que Ichimatsu le mirara con una media sonrisa.
– Es que una amiga mía está interesada en él, pero es muy tímida y me dijo que hiciésemos una cita doble, ella llevará a un amigo –explicó Totty con simpleza–. ¿Qué os pensabais?
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La historia de Todomi (Osomatsu-san fic)
FanfictionEnfadar a los dioses trae graves consecuencias. Tras la desastrosa cita grupal, parece que Todomi formará parte de los hermanos Matsuno por un tiempo. ¿Cómo se lo tomarán los demás? ¿Y Todomatsu? ¿Volverá todo a la "normalidad"? Disclaimer: Osomatsu...