La escena parecía repetirse, Todomatsu tumbado bajo el kotatsu y Karamatsu y Choromatsu charlando a su lado.
– Agh...
– ¿Te ocurre algo, sisuta?
– No, nada, me quejo porque me gusta –ironizó.
Extrañado por la brusca respuesta, Karamatsu se dirigió a Choromatsu, preguntándole con la mirada si sabía la causa de su malestar.
– ¿Cosas de chicas? –le cuestionó él al menor.
– Sí, lo siento.
– ¿Eh? ¿Por qué te disculpas ahora?
– ¿Hay algo que podamos hacer para aliviarte? –intervino el segundo con actitud servicial.
Ella no respondió inmediatamente, su mente aún estaba intentando asumir lo que le ocurría. ¡Estúpido dios!
– Sí, matadme, no puedo soportarlo –dramatizó.
– ¡¿Tanto duele?! –exclamó Choromatsu sorprendido– Uff... Me alegro de haber vuelto a la normalidad antes de que me pasara.
– ¡Ah! ¡Ya basta! Contigo siempre es igual. ¿Es que no puedes dejar de hablar de ti mismo ni un segundo? ¡Eres peor que Karamatsu-niisan! –protestó Todomi, incorporándose repentinamente para poder mirar a Choromatsu.
Sin embargo, tan súbito movimiento hizo que se mareara y tuvo que volver a tumbarse de inmediato.
– Conque estos son los famosos cambios de humor –dedujo Choromatsu con una gota de sudor en la frente.
– Choromatsu, ¿es cierto que hablo sólo de mí? –cuestionó Karamatsu sujetándose el mentón con una mano para darle seriedad al asunto.
– Sí, forma parte de ser narcisista –contestó él como si nada.
– Ah, entiendo –dijo el segundo mostrando una sonrisa confiada.
– Iré a preguntarle a mamá si sabe cómo arreglar esto.
– Gud laku.
Una vez Choromatsu salió de la habitación, el chico de azul observó con detenimiento a su hermana. Estaba hecha un ovillo, abrazando la parte baja de su abdomen como si estuviera aguantándose las ganas de ir al baño, sin embargo, un retortijón y un quejido le indicaron que no se trataba de eso.
– Hey –la llamó suavemente acercándose un poco a ella–. ¿Seguro que no necesitas nada?
No podía comprender qué le ocurría, de modo que no sabía cómo ayudarla, pero el más "cool" de los hermanos no iba a quedarse sin hacer nada. Eso se decía, pero en el fondo era que verla tan frágil en ese momento le hizo sentir inútil, y lo detestaba, así que estaba dispuesto a cumplir cualquier encargo que le hiciera con tal de librarse de esa sensación, por tonto o raro que fuera.
– No, de verdad que no, pero... –suspiró la chica, ni siquiera trató de buscar la intención tras de las palabras de su hermano.
– ¿Qué?
– ¿Qué de qué? –ni ella sabía lo que decía.
– Nada, sisuta. Descansa hasta que vuelva Choromatsu.
No tenía sentido, por mucho que intentase hacer su mejor esfuerzo no lo tomaban en cuenta. Se limitó a limpiar fugazmente las lágrimas que resbalaban por las mejillas de su hermana sin ser notadas.
– Oye.
– ¿Uh?
– Sigue haciendo eso –pidió en un susurro, mientras una tímida sonrisa se implantaba en sus labios.
ESTÁS LEYENDO
La historia de Todomi (Osomatsu-san fic)
FanfictionEnfadar a los dioses trae graves consecuencias. Tras la desastrosa cita grupal, parece que Todomi formará parte de los hermanos Matsuno por un tiempo. ¿Cómo se lo tomarán los demás? ¿Y Todomatsu? ¿Volverá todo a la "normalidad"? Disclaimer: Osomatsu...