Las consecuencias

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Poco después de regresar a casa, todo aquel que llevaba Matsuno por apellido se enteró de "El incidente Todomi" y desde entonces todo enfado quedó olvidado por los hermanos; después de todo era propio de ellos quitarle toda importancia a lo pasado cuando algo nuevo acontecía. Hablando de Todo, las cosas habían sido un tanto diferentes para él desde que eso ocurrió.

– ¿Quieres alguna bebida para calmar tu sed, my sisuta? –preguntó Karamatsu tras oírla toser.

– No, estoy bien –contestó la susodicha sin apartar la mirada de su móvil.

– ¿O quizás algo que pueda aplacar tu hambre de...?

– Niisan, acabamos de desayunar –resistió la tentación de rodar los ojos y siguió a lo suyo, pero el silencio no duraría mucho.

– Totty, ¿qué tal tu mejilla?

– Mejor que la última vez que preguntaste, Choromatsu-niisan –dijo con algo de molestia, pues quizás era la decimocuarta vez que su hermano repetía esas palabras en el poco tiempo que había pasado desde aquello.

– Sólo quiero asegurarme –se excusó mirándola con su típica mueca de preocupación.

– Aha... –contestó ella aburrida; esa conversación ya la habían tenido antes.

– ¡61! ¡62! ¡63! –se oía a Jyushimatsu gritar por la ventana, seguramente estaba practicando su bateo con Ichimatsu... literalmente bateando con él.

– Oh, vamos. ¿Por qué esa cara, Todomi? –Osomatsu la abrazó por detrás con su actitud bromista de siempre, sorprendiéndola por lo repentino del gesto– No te preocupes, tu oniichan no dejará que vuelvan a hacerte nada así.

– Sois vosotros los que no tendríais que preocuparos; sólo era un borracho.

Sí, desde aquel incidente sus hermanos se habían volcado demasiado en ella, sobre todo los tres mayores, y se sentía muy agobiada. Siempre le había gustado recibir la atención de los demás, ser "el mimado" de alguna forma, pero esto era exagerado; sólo esperaba que acabase pronto.

– No podemos evitarlo, my little Totty. Después de todo somos tus big burazas y es nuestro deber cuidar de ti.

Sorprendentemente, los otros dos asintieron, haciendo que la sonrisa de Karamatsu aumentara al notar esa complicidad con sus «queridos burazas».

– Entiendo eso, pero estáis sobreactuando; aunque no hubiera venido Ichimatsu-niisan hubiese sabido defenderme. No penséis que por ser mujer ahora estoy indefenso –argumentó Totty, intentando que entraran en razón y abandonaran ese comportamiento tan sobreprotector cuanto antes.

Como respuesta recibió una risotada de Osomatsu, antes de que este mismo empezara a besuquearle por toda la cara. En serio, esa actitud comenzaba a asustarle.

– No es porque seas mujer, ¡es porque eres Totty! –le dijo como si fuera lo más obvio del mundo tras parar para mirar a los demás, quienes le devolvían la mirada tan confundidos como el menor de ellos. Lástima, esperaba al menos un poquito de fastidio de parte de Choromatsu.

Por su parte, Todomatsu frunció el ceño cuando asimiló lo que acababa de decir y empezó a removerse, pero el agarre del mayor se apretó.

– ¡Suéltame, Osomatsu-niisan!

– Venga, no te enfades. Sabes que es verdad.

– ¡No lo es! Aunque no sea físicamente fuerte, tengo otras habilidades.

– No importa cuanto lo intentes, no te voy a soltar –Osomatsu seguía jugando, pero Choromatsu arqueó una ceja al notar un matiz extraño en su voz. ¿Qué quería decir realmente?

La historia de Todomi (Osomatsu-san fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora