¿Todomatsu o Todomi?

52 7 11
                                    

Se había ido...

Homura se había ido...

Se había ido antes de que pudiera llevarla a su casa...

Antes de poder reencontrarse con Jyushimatsu...

Todomatsu abrió un chat en su móvil y escribió:

He demorado el momento demasiado

¿Por qué?

Tenía miedo

¿De qué?

Cuando guardó su preciado aparato, un suspiro dejó sus labios mientras cerraba sus ojos y se dejaba caer de espaldas sobre el suelo. Necesitaba un tiempo para pensar, pero en esa casa no había manera de que una estuviera tranquila por dos segundos. Cuando volvió a abrir los ojos, Jyushimatsu estaba frente a ella cabeza abajo desde su punto de vista... y del de todos en realidad.

– ¿Qué...? –murmuró con una mirada vacía.

– ¿Totty-chan está triste?

Su tono no correspondía con lo que preguntaba, ¿quizás ya sabía la respuesta? ¿O tal vez estaba esperando que le dijera algo en especial?

– No, sólo... me he enterado de algo –contestó algo dubitativa.

– ¡¿Qué es?! ¡¿Qué es?!

– La chica que te gustaba regresó y... nos hicimos amigas.

– ¡Lo sé!

Ante la sorpresa de Todomi, Jyushimatsu dejó de hacer el pino y empezó dar saltitos de emoción, pero de pronto se quedó congelado en el aire.

– Pero se fue –continuó el de amarillo.

– Eso iba a decirte. Pensaba traerla aquí para que pudieras verla, pero...

– ¡No importa! –la interrumpió, tumbándose sobre ella y haciéndoles girar– ¡La vi! ¡Tuvimos citas!

– ¿Uh? ¿Qué... bien?

No sabía que pensar al respecto. ¿Lo sabía todo y no había dicho nada sobre ello? Ahora que lo notaba, ¡Homura tampoco!

– ¿Entonces? –preguntó la chica de rosa.

– ¿Eh?

Jyushimatsu se detuvo, con ella encima, y la miró con genuina confusión dibujada en su rostro. ¡Desde luego eran tal para cual! Ella negó con una sonrisa, dejándose abrazar y balancear hasta que tuvo una idea.

– Mira esto, niisan.

La chica sacó su móvil de nuevo y le mostró la actualización de estado de Homura, en el que podía leerse:

Estoy en el tren de vuelta a casa, pero no voy a rendirme aún. ¡Lo intentaré una y otra vez hasta anotar un homerun!

Jyushimatsu empezó a reír tan fuerte que cualquiera pensaría que estaba demente... si es que no lo pensaban ya.

– ¿Qué es tan gracioso, brother?

No pasó mucho hasta que Karamatsu entró en la habitación. Lo que no esperaba es que Jyushimatsu lanzara a Todomatsu contra él y luego cogiese su equipamiento de béisbol para después correr hacia la puerta gritando «¡Homerun!».

– ¡Ouch! ¡Qué bruto!

– ¡Oi! ¡Ten cuidado! –le gritó el segundo hermano, quien no había podido evitar que ambos cayeran al suelo.

Tan pronto como se levantó, la chica se aseguró de que su móvil estuviera bien y después miró al mayor, buscando cualquier signo que le indicara si se había lastimado en serio. Por suerte, parecía que no le había ocurrido nada grave.

La historia de Todomi (Osomatsu-san fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora