Claro que todo lo que antes dije, son simples suposiciones, no puedo aclarar algo en lo que no tengo pruebas y no estoy del todo segura. Me sentía un paso más cerca, pues ya tenía la mitad de las respuestas a todas mis preguntas, a pesar que me hacían falta la otra mitad. Después de dos días de no hablarme, Jym por fin lo hizo, me pidió disculpas por ser tan holgazán, hablamos de lo que pasó y ahora no será tan "sobre protector" como antes. Más tarde se quedó dormido, dijo que estaba muy cansado y que quería dormir, yo trate de hacer lo mismo pero no lo logré, salí de la habitación a la cocina por algo de comer, pero descubrí que en realidad no tenía hambre, así que comencé a caminar por la casa sin saber qué hacer, hasta que me percaté de algo extraño, entonces me detuve en seco. Manchas de pisadas de unos zapatos muy grandes se encontraban en el piso de la cocina y esa extraña sensación de que había alguien allí volvió a aparecer. Un escalofrió recorrió mi espalda al sentir la presencia de alguien detrás mío y lo supe, por supuesto que sabía quien era. Me giro lentamente por sobre mi tobillo y lo vi. ¡Otra vez no!
Me quedé totalmente paralizada, sin poder mover una sola parte del cuerpo. Él no hizo más que quedarse allí parado frente a mi, "¿Nos sentamos a jugar cartas, o qué?", pensé. Cuando decido reaccionar y dar un paso hacía atrás, el hombre me toma de la muñeca muy fuerte evitando que me vaya.
-Ok, no se lo que quieres amigo... Y yo últimamente no he hecho nada malo... Creo que me he portado bien...- Comencé hablando nerviosa, pero calmada, quería razonar con él. ¿Querer razonar con un asesino es algo aceptable? Ya no lo se, me defiendo diciendo que todo es posible. Él lleva su dedo indice derecho a los labios indicando que hiciera silencio.- Quieres que me calle, perfecto.- Él hizo presión al dedo en sus labios, y yo asentí, metió la mano en su bolsillo derecho y sacó una navaja. Mierda. Estaba más que nerviosa en ese momento. Pero no sentí la necesidad de querer gritar o algo parecido, quería saber qué quería este tipo. Colocó la navaja en la mesa y con la otra mano sacó de su bolsillo izquierdo un papel, me lo tiende, y yo lo tomo.- Jugaremos a las cartas de nuevo...- Me toma del cuello apretándolo, pero no lo suficiente como para hacerme perder el aliento, no le hacía caso y eso le fastidiaba.- Haré silencio, ahora suéltame.- Mi voz sonó entrecortada, me liberó y yo abrí la hoja que estaba doblada por mitad.
"Detente, Sara, porque te estás yendo muy lejos.
Lo único que conseguirás es la muerte".
Lo mire con sorna, levante mi mano indicándole que si podía hablar, se encogió de hombros y cruzó los brazos mientras tomo la navaja de la mesa. Parecía más joven que el hombre que vino el otro día.
-¿Por qué no hablas tú? Y ya baja esa navaja, me pone nerviosa, no gritaré ni escaparé. Quisiera saber por qué mataste a Karen ¿cómo la conoces? A ver, hazlo si quieres, matame si se te da la gana, pero no me rendiré.- Me cruce de brazos, ¿por qué dije eso? El hombre hizo un movimiento brusco poniéndome delante suyo, la navaja ahora estaba en mi cuello. Pero en ese momento el cerrojo de la puerta de Jym suena, nos quedamos inmóviles, hasta que el tipo baja su cabeza a donde yo estoy y susurra en mi oído "Te salvaste hoy" Y salió corriendo por la puerta del jardín, un alivio inmenso sentía en ese momento, coloque las manos en mis rodillas mientras mi pecho subía y bajaba de forma muy rápida. Sudaba frió. Lo deje ir otra vez.
-¿Qué hacías... Sara, saliste?- Jym parecía molesto, pero se veía muy bello con su cabello despeinado.
-Uffs, ese perro del vecino no se calla, es... Es un tanto irritante ¿no crees? Yo creo que sí, ahora me iré a bañar...- Farfullé nerviosa comenzando mi camino hasta la habitación de Jym. Él me observó raro, pero no dijo nada.
Me acosté en el mueble de la habitación mientras se me pasaba todo este absurdo encuentro, todos estos estúpidos nerviosa que una vez más este hombre me hacía sentir, luego me metí en la ducha sin chistar. Me quedé allí por largo rato, pensando en lo que acababa de pasar, en mi hermana, en Jym, y en este hombre, si lo tuve tan cerca ¿por qué lo dejé escapar? Después de salir de la bañera, maso menos después de veinte minutos, me vestí y me quedé dormida en el mueble de la habitación de Jym. Al otro día amanecí acostada en la cama, con una nota en la mesa de noche. Me senté en la cama, y la leí.
Buenos días Sara, tu desayuno está en la mesa, el café está a un lado. Si saldrás me escribes, me avisas para dónde irás, procura llegar antes de las seis, saldremos. Te tengo una sorpresa.
Te quiere, Jym ♥
Sonreí ante tan maravillosa mañana, Jym era el tipo de persona que siempre te hacía cualquier detalle para verte feliz. Unas veces podía ser sumamente amargado, pero otras simplemente el más empalagoso. Me levante, fui directo a la cocina por mi desayuno, estaba tan delicioso lo recuerdo bien, luego tome mi café, lave los platos, limpie la casa, el jardín, después sólo fui a caminar. Quise pensar en todo, cada vez que creía tener todas las respuestas, de pronto, cambiaban todas las preguntas, cada vez era más difícil encontrar a quien le hizo esto a mi hermana y a quien me tiene aquí.
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Anna Dallas
Mistero / Thriller"Anna Dallas" Relata la historia de una pequeña joven secuestrada por un hombre que solo la encierra en un cuarto sin hacerle daño... Sólo por momentos. Mientras ella intenta pedir ayuda escribiendo en su cuaderno para luego lanzar lo por una pequeñ...