Todos nos hemos enamorado alguna vez, algunos hemos sido correspondidos y otros no, pero todos hemos cometido el error de confiar mucho en alguien, de darles ese pequeño y grande poder de destruirnos cuando quieren, porque nos conocen, porque dejamos conocernos, aunque no todo el tiempo las cosas salgan mal. Solemos perdonar errores que son imperdonables, pero lo hacemos por amor, por cariño hacía el otro. En mi caso, yo había perdonado a Jym por haberme dejado esa noche en el Crom's Coffee, pero ya no confiaba en él, o por lo menos me quería hacer pensar eso, hasta que esa tarde fue a mi casa a decirme que algo malo se avecinaba, no le creí... Aunque debí hacerlo. Pues bien, ya casi estoy culminando, y la verdad me ha dado mucho tiempo de escribirles porque nadie ha venido a verme, a excepción de Andrés, el chico que me ha estado protegiendo todo este tiempo... Bueno, de lo que ha estado a su disposición, el punto es que ya casi culmino con esta historia, la cual quería culminar desde hace mucho y que quería que entendieran a la perfección, porque cada detalle vale un punto en este juego de palabras y confusiones. Les contaré como fue mi secuestro y la manera en que quise escapar de ese estúpido encuentro, discúlpenme si quizá no les de tanta explicación como piensan pero ya ha pasado mucho tiempo y casi no recuerdo...
Después de ese amargo encuentro con Jym en mi casa Zack y yo nos sentamos a conversar otro rato sobre lo que pasaba, Jym; si eres tú el que está leyendo esto quiero decirte que no importa dónde estés siempre habrá en mi una parte de ti, y que esa noche no pare de decirle a Mckoby lo mucho que me hacías falta, pero las cosas así debieron ser. Por otro lado, también le conté lo de Deblin, pero nunca le hable lo de la llamada ni el teléfono, le conté que Teffi se quedó conmigo la noche anterior y aunque se sorprendió mucho le gustó la idea de que nos hiciéramos amigas, en el fondo, ella no era como las demás porristas, justo después de que yo mencionara a estas chicas lo noté un poco tenso, me contó que había estado hablando con Hanny, ella le confesó que tenía cierto amor por él.
-No le creas, es una perra sin sentimientos.-Le respondí de inmediato cruzándome de brazos.
-Por qué lo dices, Sara, creo que es muy linda.
-Zack, ella vio todo lo que ocurrió en el instituto y nunca dijo nada, además quería humillar a mi hermana y ahora se quiere meter contigo, esa una abusadora sexual.-Él rió-No te rías, hablo en serio.-También reí.
-Que tal si es mentira lo de Teffi... O que tal que Teffi sea la asesina.-Se encogió de hombros.-Tu misma dices que en Crombeel no hay nadie en quien confiar, y si es así por qué aún confías en nosotros, en ella y yo, en Jhon y Leo.
-Porque de algún modo siento las energías que las personas transmiten, y Hanny no me da buena energía.
-Sigues tú con Hanny.-Rodó los ojos.
-¿Qué, te gusta es?-Él se paro del sofá, y me dio la espalda.-Dime, somos amigos, ¿no?
-Si... Creo que si me gusta. Me tengo que ir, ya es muy tarde y mi tía debe estar esperándome.
No dije más nada, pero él tenía razón cuando dijo que confiaba en todos, hasta él podría ser el asesino y ni cuenta me he dado... Nunca terminas de conocer a las personas. Sin embargo algo me hace pensar que él se había estado viendo con ella y no me lo quería decir, en fin, horas después de que él se fuera de mi casa subí a la habitación de Karen y encendí su laptop, me pidió contraseña, no me la sabía, claro que no me la sabía, intente con la fecha de su cumpleaños, no ingresó, luego intente con su nombre completo, pero tampoco ingreso, entonces llame a Leo y vino a mi casa enseguida, trató de hablar conmigo por lo que había pasado en su casa pero yo no, algo me decía que en esa laptop había algo que yo tenía que ver, entonces él hizo su trabajo e ingreso correctamente al sistema.
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Anna Dallas
Mistério / Suspense"Anna Dallas" Relata la historia de una pequeña joven secuestrada por un hombre que solo la encierra en un cuarto sin hacerle daño... Sólo por momentos. Mientras ella intenta pedir ayuda escribiendo en su cuaderno para luego lanzar lo por una pequeñ...