Anna Dallas

20. Uniendo piezas.

Luego de haberle contado esa noche todo a Teffi sobre lo de mi extraña relación con Jym y lo mal que me sentía, Teffi comprendió totalmente mi dolor, me confesó a abiertas el amor que sentía por Leo y lo nerviosa que se ponía cuando él le escribía. Me sorprendí mucho en ese momento ya que Leo nunca me contó que le escribía a Teffi, pero cuando la chica de cabello color rubí me mostró las conversaciones entendí por qué; Leo no quería nada serio con ella, le respondía historias a las chicas que a él les parecía bonitas y eso era todo. Quería hablar con él y ahorcarlo en ese momento, cuando a Leo le gusta una chica él siempre me lo dice, cuando no lo hace, es porque solo se las coge y ya. Lo odié más que a Jym, me propuse yo misma a la idea de hablar con él, si no le gustaba Teffi, que ni se le acercara, porque a diferencia suya ella sí tiene sentimientos. En el tiempo que fui a su casa y me confesó todo lo ocurrido en el Beelmont High y en el tiempo en que estuvo esa noche conmigo me di cuenta que Teffi era una gran chica, una hermosa persona, y que además de usar muy bien sus brochas de maquillar, también sabía usar muy bien su cerebro, ya que esa noche se le ocurrió una gran idea mientras me estaba maquillando. 

-Oye Sara, no es que quiera seguir hablando de Leo y esas cosas pero... Él sabe mucho sobre sistemas de computación y... Es hacker y esas cosas... ¿No?-Pregunta Teffi un poco nerviosa, así como quien no quiere la cosa.

-Emh, sí, de hecho él nos ayudó a instalar las cámaras en la casa y descubrir todo el trato de mi padre con el alguacil y el alcalde, ¿por qué lo preguntas?

Teffi se apartó y me dejó verme en el espejo, me veía hermosa. Me tomó por los hombros aún con una brocha de maquillaje en su mano.

-¿Y si averiguamos si la señora Duth dice la verdad sobre Deblin?

-¿Cómo? No entiendo...-Dije confundida.

-Bueno porque...-Se sentó en la cama y yo gire para verla de frente- Le podemos decir que hackee el programa de registro del internado, y que revise como si estuviese en esas computadoras si una tal Deblin Lía Duth se encuentra dentro del sistema.

Me miró sería, su cabello color rubí que le llegaba hasta los hombros le quedaba perfecto con la pijama que decidió ponerse. Esa era una gran idea, le sonreí.

-Tendremos que preguntarle a Leo si puede hacerlo... Lo llamaré.

Ella se ruborizó, apenas eran las diez de la noche, el hombre que me entregó el teléfono no me llamó, yo no podía llamarle hasta que él no lo hiciera, supuse que estaba muy molesto porque lo deje plantado, y descubrí que sí desde que me secuestro y estoy pagando en este lugar... Pero, ¡vamos! ¿en serio me secuestro porque no asistí a su llamado? Por favor.

Tomé el teléfono y llamé a Leo, él me dijo que no podía esa noche, estaba muy ocupado, según no estaba en su casa, supuse que estaba haciendo una de sus cochinadas y le colgué. Solo le dije a Teffi que él tenía mucho sueño y que fuésemos mañana, ella se lo creyó. Me ayudó a arreglar mi ventana poniéndole unas tablas y después de un rato nos quedamos dormidas

Desperté al otro día por el ruido del timbre de la puerta y el rayo de luz entrando por varios huecos que quedaban en las tablas que Teffi y yo habíamos clavado en la ventana. Como pude me reincorporé de mi cama, aún seguía soñolienta. Me froté el ojo mientras caminaba hasta la puerta, cuando la abrí era un señor de unos treinta años de edad, cabello negro y piel blanca, tenía un uniforme beige y una placa de policía, el nuevo alguacil.

-Buenos días, que se le ofrece a estas horas, alguacil.-Dije aún soñolienta apoyando mi cabeza en la puerta que estaba medio abierta.

-Buenos días señorita... ¿Dallas?-Asentí.- Estoy aquí por lo del caso de su hermana Karen, para investigar todo lo que pasó y averiguar quien la mató. En la estación de policía varios oficiales me dijeron que usted estaba muy...-Hizo un además con sus manos como buscando la palabra correcta.