Sabía que cuando este momento llegase sería un mal rato y efectivamente así está siendo. La nutricionista está gritándome como una desquiciada. Repitiendo una y otra vez cual es el motivo por el que la báscula india cuatrocientos gramos más que ayer, casi medio kilo, cuando la regla aún no me ha bajado y representa que tengo que estar comiendo bien.
- ¿Me explicas qué cojones has hecho para aumentar de peso así? Estás más gorda, ¿es que no lo ves?- me grita como si fuera sorda. La entiendo si me habla normal, no soy gilipollas.
Odio que nos machaquen de esta forma. Me gusta como estoy, no me importa engordar cien, doscientos, seiscientos gramos. Me da igual, solo quiero que de vez en cuando pueda darme el capricho que quiera sin el miedo de la báscula al día siguiente. Mi mente está agotada y sé que mi cuerpo hoy también lo estará porque van a machacarme.
-No sé que ha pasado. He comido como cualquier otro día. No entiendo esto- sabia que esto pasaría pero me da rabia.
- ¿Has comido mierdas que no te tocaban? ¡Porque es la única explicación que hay! - me explota la cabeza con sus gritos.
-No, no he comido nada.
-Hoy vas hacer el ejercicio que te voy a decir y no vas a parar hasta que te vea desfallecer, no puedes comer todo eso cuando te da la gana y encima verme la cara de idiota. No tengo tú cara- es un ser repugnante que no entiendo como Julián ha podido contratarla.
En mi interior tengo ganas de llorar, no me gusta que me traten así cuando no he hecho nada malo. Entiendo perfectamente que es su trabajo y que debe ser estricta, pero lo que ella hace es maltrato. Sin más.
-De acuerdo- digo sin querer entrar en una discusión. No quiero problemas con el jefe pero tampoco me parece normal que me traten así.
-Cállate, no te he dicho que hables. Lárgate fuera, ahora salgo con el ejercicio que debes hacer. Fuera de mi vista- me echa como si fuera una cucaracha.
Asiento con la cabeza y salgo sin decir ni una sola palabra, encontrándome con Roxy y Chloe quienes iban delante de mí y ya tienen sus ejercicios correspondientes.
- ¿Cómo te ha ido? Hemos escuchado muchos gritos- asegura Chloe con tono de preocupación.
-Fatal. No puedo aguantar un día más como la otra vez.
Me remonto a hace un mes, cuando la regla se me atrasó hinchándome el estómago y aumentándome de peso quinientos gramos. Ese día ella misma se encargó de controlar que hiciera los ejercicios, unos ejercicios que me estaban matando. Y no lo digo de forma exagerada, sentía mi interior vaciarse, sentía mi mente irse, me mareaba y ella no paraba de decir una y otra vez que tenía que seguir cuando ya ni siquiera la estaba escuchando ni a ella, ni a nadie.
-Tranquilízate ¿vale? Nosotras estaremos cerca por si ya no puedes más que solo tengas que avisarnos.
-Tengo miedo- confieso. Tengo miedo de que sea un día como la otra vez. Fue uno de los peores días de mi vida.
-No lo tengas, Roxy y yo vamos a vigilar todo ¿de acuerdo?
Asiento con la cabeza, pero al momento sale la nutricionista por la puerta y los pelos se me ponen de punta. Odio esta sensación. Me siento inestable y aún ni he empezado. Sé que va a ser dura, y con la mala experiencia que tengo con ella, no me fío ni un pelo.
-Niña venga, no tengo todo el día por tu estupidez de comer lo que no tienes que comer- su voz es dura y está enfadada, así que amable no va a ser.
-Luego os veo chicas.
Camino tras ella dejando a mis amigas atrás, porque a diferencia de mí, pueden ir tranquilas como siempre. En cambio, yo voy a morir. Hoy muero, lo veo venir. ¿Sabes esa sensación de pánico cuándo vas hacer algo y te tiemblan hasta los dedos del pie? Pues así estoy, tal cual.
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SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }
Teen FictionMía, Chloe y Roxy son tres de las chicas más bonitas nunca antes vistas. Mía es rubia, baja, de ojos color miel. A sus dieciocho años de edad ya ha vivido mucho más de lo que realmente le gustaría. Cuando su padre empieza a padecer de una enfermedad...