4: "Podemos hacer algo juntos"

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Cuando entro al local ya no veo a Roxy por ningún lado, supongo que ya se habrá ido con Pedro. Ya había dicho que debía irse, así que supongo que ya ha llegado el momento.

Los tacones negros me vienen pequeños, así que antes de salir en busca de Chloe, me cambio de zapatos y me pongo unos marrones preciosos que no recuerdo que me hayan dado a mí, así que supongo que es de Roxy o de Chloe.

-¿Vaya pero que es esto que ven mis ojos? - una voz masculina es susurrada en mi oído derecho.

Cuando me giro me encuentro con el rostro de uno de mis clientes pasados. Él no sabe que ha sido estafado por mí, así que tengo que fingir que estoy encantada de conocerlo, cuando la realidad es que no quiero volver a verlo nunca más.

-¿Que tal estás Gustavo?- mantengo mi voz neutra sin faltarle el respeto pero dejándole claro que no quiero nada con él. No otra vez.

-Ahora que te veo mucho mejor, hace tiempo que no nos veíamos pequeña rubia- su voz es que juro que me da escalofríos.

Ese nombre me provoca arcadas. Él es un ejemplo de hombre que no quiero volver a ver nunca. Y no porque me haya hecho algo malo, es más que nada porque no quería ser tocada por él, porque no me produce ni una pizca de pasión.

-He estado muy ocupada- doy un paso hacia atrás al verlo avanzar un paso hacia mí. No, no.

-¿Qué cosas más interesantes hay en el mundo que tener sexo conmigo?- que asco de verdad. Es que es un asco extremo lo que siento por él cada vez que abre la boca.

-No me he acostado contigo nunca, y no lo haré- no fue necesario acostarme con él, y no lo voy hacer ahora. Este hombre me da mucho asco.

Si de verdad piensa que pienso tener algo con él lo lleva muy mal. Ni en broma pienso dejar que me toque nunca más. Sus sucias manos las quiero lejos de mí.

-¿Porqué? Si es lo que ambos deseamos- me río pero no de forma divertida, por que sinceramente menos diversión, esta charla me crea de todo.

Que asco. Nunca. Nunca he deseado acostarme con él y nunca voy a desearlo. Es un ser repugnante, no me pone cachonda. No es del todo desagradable a la vista, pero no me gusta su forma de mirarme, de tocarme, de observarme. No me gusta y punto.

-No lo deseo- dejo claro un punto que quiero que se le grabe en esa cabeza hueca que tiene.

-¿Seguro?

-¿Qué está pasando aquí? - la voz de Julián me relaja. Siempre aparece en el momento más oportuno y tras él llega Chloe. Al momento subo mi ceja hacia ella, porque tiene que explicarme que significa esto.

-Nada, me estoy divirtiendo con esta jovencita- no sé cuál es su concepto de diversión, pero está alejado del mío.

-¿Te estás divirtiendo Esmeralda?- pregunta tajante por que mi cara deja ver como de divertida estoy. Ósea zero.

-No, me está molestando- soy clara y tajante.

-No hay nada más que añadir en ese caso. Largo, fuera de mi local o llamo a seguridad para que te dé una buena paliza. Esfúmate de mi vista y no molestes más a la chica- si hay algo que nunca haría en el mundo, es cabrear a Julián por placer. Es un hombre que como te dé un puñetazo sales disparado a Marte.

La cara de enfado de Gustavo no pasa desapercibida, pero Julián no cambia ni siquiera su postura. Está tranquilo, relajado, no le tiene miedo. Y gracias a él yo tampoco se lo tengo.

-No volverá a molestarte hazme caso- no sonríe pero me habla de esa forma respetuosa que agradezco internamente.

-Gracias Julián.

SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora