Sonrío con una sonrisa de oreja a oreja que ocupa gran parte de mi cara y que estoy segura que ilumina todo mi rostro, pero es que no puedo evitarlo, las cosquillas son algo que odio pero que me gusta a la vez.
Lo sé, una cosa muy rara, demasiado, pero es así. Es por eso que mientras Derek pasa sus manos por mi estómago haciéndome gritar de la risa, no puedo evitar que incluso una lágrima baje por mi cara.
Se ríe conmigo y quiero suspirar y mirarlo durante horas. La forma en que se achinan sus ojos, su bonita sonrisa, el poco rastro de barba que empieza a salirle, su pelo despeinado, sus ojos azules, su fina nariz. Todo de él me vuelve completamente loca.
No hay más que decir.
Una vez que para, observo como se viste para ir a la universidad, y no puedo evitar mirar su trasero mientras se sube el pantalón negro tejano que tan bien le queda. Aunque buena francamente aún no he visto nada que le quede mal.
-Deja de comerme con los ojos preciosa- dice mirándome por encima de su hombro.
-No puedo evitarlo.
-Entonces no te quejes cuando yo lo haga contigo.
Se da la vuelta una vez que ya lleva puesto el pantalón y coge una camisa rosa para ponerse. Realmente amo cuando un chico se viste de rosa. Me parece tan sexy y masculino. No sé, me parece simplemente hermoso.
-Nunca me quejo- me encojo de hombros y lo miro sonriendo.
-Tienes la marca de la almohada en la cara- me señala justo donde la tengo- adorable.
Frunzo el ceño y me giro para mirarme al espejo y ver que efectivamente tengo una gran marca en el rostro. Pero me da igual, así que una vez más, me encojo de hombros sin darle ni la más mínima importancia.
-He dormido muy bien.
-Ya lo veo ya- dice entre risas caminando al baño.
-Tonto.
No dice nada, solo se escucha su risa justo cuando el agua empieza a caer. Me tumbo de nuevo y cierro los ojos, porque estoy cansada. Últimamente todo se ha acumulado y estoy estresada, pero bueno, tras la tormenta, viene la calma. Todo controlado.
-Cariño hay que ir preparando las maletas porque mañana nos vamos.
Abro los ojos al escucharlo y frunzo el ceño, porque el tiempo se me ha pasado volando, no me había dado cuenta de que ya estábamos a nada de irnos a Ibiza. Alucino.
-Verdad, la haré cuando te vayas a la universidad.
- ¿Por qué? - frunzo el ceño sin entender a qué se refiere- ¿vas a meter alguna sorpresa para mí?
Ruedo los ojos porque no soy idiota, sé a que se refiere, y no voy a meter nada sexy para él. Me da vergüenza, no soy tan atrevida como me gustaría. Aunque bueno, nunca se sabe.
-En tus sueños querido.
-Definitivamente sí.
Le tiro un cojín y su risa resuena por toda la habitación. Es un pervertido, un pervertido dulce, porque su lado dulzón y cariñoso siempre está. Por eso lo amo, por ser único y especial.
***
Se despide con un beso y me guiña el ojo robándome suspiros. Soy empalagosa, pesada, cariñosa, pero no se queja, así que me siento feliz por ello.
-Luego nos vemos, te amo.
-Te amo- digo viéndolo salir por la puerta.
Cojo aire, lo suelto y me encamino a la habitación a por una maleta que me llevaré a Ibiza. Mis queridas amigas me han escogido toda la ropa y la trajeron ayer antes de dormir, porque según ellas yo no escogería la ropa adecuada.
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SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }
Fiksi RemajaMía, Chloe y Roxy son tres de las chicas más bonitas nunca antes vistas. Mía es rubia, baja, de ojos color miel. A sus dieciocho años de edad ya ha vivido mucho más de lo que realmente le gustaría. Cuando su padre empieza a padecer de una enfermedad...