SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }

32: "Venganza"

Estos días están siendo simplemente geniales, tener la tranquilidad, la paz, que siempre he deseado es algo que jamás pensé que volvería a sentir. No puedo decir que soy feliz del todo, porque para eso mi padre tendría que estar curado y bien, pero estoy cerca de estarlo porque sé que en nada se pondrá bien, pienso luchar por ello.

-¿Me estás oyendo?- dice Derek, sacándome de mis pensamientos.

-Lo siento- susurro- estaba pensando, repítelo por favor.

Saca una media sonrisa y niega con la cabeza divertido mientras se acucurra contra mi pasando sus brazos a mi alrededor dándome calor, que tampoco es que lo necesite, pero me gusta esto.

-Estaba diciendo que podríamos irnos de vacaciones un día de estos.

-Claro como me sobre el dinero- esta vez es mi turno de rodar los ojos.

-Cariño lo pagaría yo, lo sabes.

Lo miro seria porque no necesito decir ni una palabra para que entienda que estoy pensando. Es una discusión que siempre tenemos pero que parece no querer entrarle en esa cabecita preciosa que tiene. Me saca de mis casillas este tema, no me gusta que me pague cosas, no quiero, punto.

-No- digo simplemente.

-Quiero que nos vayamos de relax juntos, los dos solos, que dejemos todos los problemas aquí- va acariciando poco a poco mi rostro haciéndome suspirar como siempre- por favor, déjame mimarte un poco.

-Me mimas siempre Derek, y además no necesitas mimarme mientras te gastas dinero.

-Por favor- pone un puchero y pestañea muchas veces poniendo claramente una cara de pena que lo hace ver mucho más joven de lo que realmente es.

-Derek- gimoteo bufando- siempre haces lo mismo.

-Porque siempre lo consigo- admite como si nada.

Lo miro desafiante sin decir ni una sola palabra, y él hace exactamente lo mismo, su vista está fija en mí, ambos nos miramos prácticamente sin pestañear siquiera. Estoy dispuesta a no perder esta batalla campal de miradas.

Cuando creo que va a rendirse y está a punto de reírse, se abalanza sobre mi y no puedo evitar reír cuando siento sus dedos en mi estómago haciéndome cosquillas. Noto como incluso una lágrima baja por mi rostro y esto segura que mi risa tiene que estar oyéndose como una ardilla pero a Derek parece gustarle.

- ¡Para! - suplico entre lágrimas y risas- por favor- digo esta vez más tranquila cuando poco a poco va parando.

-Así que- se acomoda a mi lado, con el codo apoyado en la almohada y su otro brazo por encima de mi cuerpo- ¿nos vamos de vacaciones?

-¿No vas a parar verdad?

-No, es más, aunque digas que no lo cogeré, pero es mejor si lo escogemos juntos que así me aseguro que te guste a ti también- se encoje de hombros mientras empieza a acariciar con la yema de sus dedos alrededor de mi ombligo erizándome la piel.

-Eres muy pesado- paso las manos por su pelo despeinado, con esos mechones morenos que le caen justo sobre sus cejas negras y sus ojazos azules.

-Lo soy, para que negarlo- se aparta de mi cuerpo y coge el portátil antes de sentarte y situarlo sobre su regazo cuando está apoyado en el cabezal de la cama.

-¿Qué haces?- pregunto situándome a su lado para ver que está haciendo.

No dice nada, simplemente abre una página para buscar viajes y pone Ibiza en el buscador. Abro los ojos porque desde luego que no pensaba que íbamos a coger un avión, me conformo con ir en coche a algún sitio cerca de casa. Con que haya playa ya me vale.