Supongo que la vida se trata de esto. De altas y bajas, de buenos momentos y de malos. De encontrar un equilibrio entre la felicidad y la tristeza que te deje disfrutar del placer de ser feliz y te haga fuerte en tus momentos débiles.
La vida me ha puesto un camino difícil para tener simplemente diecinueve años, pero nunca me ha importado mi edad, ahora mucho menos. He aprendido a saber valorarme, a quererme, a darlo todo por aquellas personas que amo. A no dejarme engañar, porque en la vida te encontrarás con todo tipo de personas: algunas querrán ayudarte y te darán un empujón para alcanzar tus metas, pero otras pondrán piedras en tu camino para dificultarte la tarea.
Mi destino me tenía deparado algo muy bueno tras la tormenta, pero para eso tenía que pasar por este calvario tan duro. Lo haría millones de veces más, si el final es este. Me gusta el sitio donde estoy, entre sus brazos, todo el tiempo que sea posible.
Ha puesto mi mundo en pie, ahora soy quien soy gracias a él, no tengo esa fortaleza y dureza que escondía todo mi interior, que no me dejaba empatizar, ser feliz. Ahora sé que siempre me veré brillando en sus ojos, porque su forma de mirarme ha roto todos mis esquemas. Y sé que no soy la mejor, que tengo muchos fallos, muchos altibajos, muchos comederos de cabeza, pero como todo el mundo eso es lo que hace quien sea el día de hoy.
Me he cosido tantas heridas sola que ahora el camino se me hace fácil, porque a pesar de ser rara y diferente para muchos, solo soy una chica que ha fingido durante mucho tiempo que es algo que no. No soy tan fuerte como lo parezco, no soy tan segura de mi misma, no soy tan creída, no soy tan alegre. Porque tras mi sonrisa falsa, se escondían lágrimas que rogaban por ser libres.
He acumulado tantas cosas que todo lo que veía en el espejo dejó de existir para mí. Dejé de sentirme yo misma, me cree una personalidad distinta a la mía para que fuese más fácil. Alguien fuerte y valiente, alguien que está lejos de Mía, de mí. Esmeralda no era yo, nunca lo ha sido, ha sido un espejismo, un disfraz, y aunque gracias a ella he conseguido salvar a mi padre, duele, duele.
Creo en mí, creo en lo que soy, en mis posibilidades, en mi futuro, en mi vida, pero llegó un momento que dudé, que pensé en dejarlo todo. Pero aquí estoy, luchando una vez más. Los sueños están para cumplirse, y pienso hacer realidad todos los que estén al alcance de mi mano, y los que no, lucharé porque lo estén.
Eso del cero a la izquierda no me va, lo prefiero a la derecha, donde cada uno de ellos suma su valor. Porque todos somos desiguales, valemos de la misma forma o no, se trata de valorarte a ti mismo, de como creas que eres, de como te quieras. De ti depende poner ceros a tu valor, porque creerme, cada persona vale millones. Y que nadie trate de hacerte sentir lo contrario.
No me asusta el futuro, no me asusto de lo que tenga que venir, porque cuando te has hundido hasta el fondo solo pueden suceder dos cosas: o que decidas dejarte morir o empujarte con los pies y salir a flote, a la superficie. Escogí la segunda opción, porque lo peor es pasado y lo mejor está por venir, no quiero anclarme a un dolor toda mi vida, quiero experimentar el placer de las cosas, de la vida, de cada uno de los rincones de este maravilloso mundo.
Porque no se trata de como seas tú, si no de como quieras ver la vida, y no hablo de ricos y pobres. Porque me da rabia pensar en ello, en como la gente dice que el dinero no da la felicidad. Pues eso decírselo a todas aquellas personas que no tienen comida para todos los días, a las millones de personas en el mundo que están desahuciadas, a los niños que no pueden ir al colegio. Está claro que un bolso no te dará la felicidad, o quizás si, depende de cómo veas la vida.
A mí el dinero me ha dado la felicidad, ha salvado a mi padre del momento más difícil de su vida. Porque vuelvo a decirlo: todo depende de como mires la vida. Date cuenta de como quieres vivirla antes de que pase frente a tus ojos con tanta velocidad que no te dé tiempo alcanzarla. Porque la vida es un segundo, tú decides como vivirla.
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SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }
Fiksi RemajaMía, Chloe y Roxy son tres de las chicas más bonitas nunca antes vistas. Mía es rubia, baja, de ojos color miel. A sus dieciocho años de edad ya ha vivido mucho más de lo que realmente le gustaría. Cuando su padre empieza a padecer de una enfermedad...