Me levanto de golpe respirando con dificultad y con sudor por todo el cuerpo. Intento tranquilizarme, pero no puedo, ha sido todo tan real. He sentido de verdad como perdía a mi padre. Ha sido doloroso y tristemente real. Si sigo jugando todo acabará así, tengo que centrarme.
Mi cabeza cuando está con Matías tiene que ser fría y calculadora, como siempre lo ha sido, ya no puedo dejarme guiar por mis sentimientos con Derek. Aunque duela, tengo que priorizar mi vida. Lo primero es lo primero: mi padre. El amor debe quedar en segundo plano, y aunque no pienso dejar de verlo, tengo que conseguir que cuando esté con los pobre estafados, su imagen no venga a mí.
Me levanto porque soy incapaz de dormir más, no sé qué hora será, pero no quiero volver a repetir esto. Es horrible. Ha sido la pesadilla más horrorosa que he vivido.
Decido ir a la cocina y comer algo, ahora no tengo tanto miedo a comer todo lo que quiero, pero sin abusar. Así que me siento en la barra y saco del cajón unas pequeñas galletas saladas que compré ayer.
Mientras como pienso una y otra vez en la vida que me ha tocado. En lo aburrida que me parecía antes, y lo que daría por volver a ella. Cuando solamente era una chica adolescente con sus amigas, que discutía por cualquier cosa y que soñaba con un príncipe azul o con el malote de la película.
Jamás había valorado la frase: no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, ahora todo cobra valor. El reloj marca las cuatro y cinco de la mañana. En unas horas voy a estar echa polvo. Da igual, no pienso volver a dormir.
Mi móvil tiembla a mi lado y frunzo el ceño al pensar en quien cojones puede estar hablándome ahora. Que loco o loca me estará hablando.
En cuanto miro el mensaje de un número que no tengo guardado, casi se me cae el teléfono al suelo sin poderme creer lo que mis ojos están viendo.
"Hola bonita, no sé porque aún no te había pedido el número de teléfono, pero por suerte Rubí se ha apiadado de mí y me ha dado tu número para que te hable.
PD: soy Derek, por si tenías alguna duda
PD2: siento hablarte ahora, pero no puedo dormir y eres la primera persona que ha pasado por mi cabeza"
Sonrío sin poder evitarlo al leer la última frase. Pero voy a matar a Roxy en cuanto se despierte. Sabe que darle mi número de teléfono es un error, nadie que no sea el chico al que voy a estafar puede saberlo. La mato, pero a la vez le quiero abrazar. Que rara soy.
Sigue en línea cuando empieza a escribir el mensaje.
"Hola Derek, tampoco puedo dormir. Me alegro que Rubí te haya dado mi número no me lo esperaba para nada.
PD: sabía que eras tú.
PD2: me gusta que me hables ahora, pero más me gusta que pienses en mí"
Inserto una sonrisa al final del mensaje y los dos ticks azules que indican que ya ha leído el mensaje sale en cuanto le doy al botón enviar. Ósea que está metido en mi conversación, no puede ser más adorable.
"¿Qué te pasa? ¿Porque no puedes dormir?
PD: eso es buena señal
PD2: pienso en ti siempre, a todas horas"
Leo y releo su mensaje porque no puede ser que existan chicos como él. Siempre me he inclinado más por un chico dulce, sexy y simpático a alguien chulo, sexy y creído. No es por ser superficial, pero si un chico no me entra por los ojos es muy difícil mantener una relación con él, pero alguna vez me ha sucedido que de tanto hablar he acabado pillada por un chico que según mis amigas no es muy agradable a la vista, palabras que no me gustan para nada. Para gustos, colores.
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SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }
Teen FictionMía, Chloe y Roxy son tres de las chicas más bonitas nunca antes vistas. Mía es rubia, baja, de ojos color miel. A sus dieciocho años de edad ya ha vivido mucho más de lo que realmente le gustaría. Cuando su padre empieza a padecer de una enfermedad...