Siento mi pecho doler, mis ojos aguarse y mi respiración se dificulta hasta el punto en que creo que voy ahogarme, pero me mantengo fuerte y segura sin mostrar ni una pizca de dolor, de todo el dolor que estoy sintiendo en mi interior.
Miro a la mujer frente a mí, no la reconozco, y eso además de dolor, escuece y arde, porque toda la vida me he currado su orgullo, nunca les he decepcionado, siempre he pensado en ellos antes de actuar, y ahora están juzgándome de la forma más cruel posible, sin ni siquiera darme la opción de explicarme, de demostrarles que todo lo que he hecho ha sido por ellos y nada más que por ellos.
-Mamá necesito ver a papá- digo de nuevo para que sepa que me da igual lo que me diga, solo quiero verlo a él.
-No puedes, le están haciendo pruebas, se ha alterado muchísimo al saber la verdad.
Lleva una mano a su boca para tapar el sollozo que sale del fondo de su garganta y quiero correr hacia ella y abrazarla, pero por primera vez en la vida no voy a ser bien recibida, y tengo orgullo, quizás no mucho, pero lo tengo.
- ¿Van a traerlo aquí otra vez?
-Según el médico sí, pero depende de cómo salgan las pruebas.
Sin más se sienta en la camilla donde estaba mi padre y fija la mirada en el suelo, sin una mísera expresión en su rostro. está shockeada, bloqueada, no lo sé, lo que si sé es que mi corazón está roto, y no entiendo como se han enterado de esto, pero ahora es mi más mínimo problema, ya me encargaré de eso cuando mi padre esté bien.
-De acuerdo, lo esperaré fuera.
Salgo de la habitación seguida por Derek y en cuanto salgo caigo al suelo apoyada en la puerta escondiendo el rostro entre mis piernas. Me siento muy agobiada.
-Mi amor estoy aquí, no pienso dejarte sola- se sitúa a mi lado y me rodea con sus brazos- ya deja de llorar por favor, me rompes el corazón.
Me refugio en sus brazos, que es sin duda uno de los lugares donde más segura me siento en el mundo, es como si pudiera defenderme de cualquier cosa o de cualquier persona mientras esté junto a él.
Por un momento me relajo, pero cuando las palabras de mi madre vuelven a mi cabeza vuelvo a llorar y Derek vuelvo a sostenerme y a reconfortarme. No sé que haría sin él, no sé como soportaría esta situación de mierda. Creo que sería imposible para mí.
-No entiendo porque todo tiene que pasarme a mí- digo mirándolo mientras limpia mis lágrimas despacio- he tenido que ser muy mala en otra vida para esto.
-No digas eso, todo va a solucionarse, tu padre estará bien y nos enteraremos de cómo se han enterado.
-Siento que esta haya sido la primera vez que veas a mis padres y que tenga que ser así, perdón.
Niega con la cabeza mostrando una pequeña sonrisa para no hacerme sentir mal, pero no puedo evitarlo. Aparta un mechón de pelo que rozaba mis labios y deja un suave pico sobre ellos.
-No pasa nada, tendremos la oportunidad de mejorarlo más adelante.
Me río un poco y me apoyo en su hombro descansando un poco, en tan solo un par de minutos he sentido más cansancio del que normalmente siento, y no solo físico, también mental. Esta situación me agota, todo me agota, pero no saber como está mi padre me desespera, lo necesito saber ya de ya.
El rato pasa y no recibimos ni una sola noticia, así que voy desesperándome cada vez un poco más, hasta que veo una camilla acercándose con mi padre sobre ella, lleva puesta la mascarilla del oxígeno y debido a que estoy informada sobre el tema, sé que ha sufrido enfisema, debido a como está colocado, que es un problema los alvéolos en que los pulmones se dañan y por lo tanto el cuerpo no recibe el oxígeno que necesita.
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SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }
Ficção AdolescenteMía, Chloe y Roxy son tres de las chicas más bonitas nunca antes vistas. Mía es rubia, baja, de ojos color miel. A sus dieciocho años de edad ya ha vivido mucho más de lo que realmente le gustaría. Cuando su padre empieza a padecer de una enfermedad...